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domingo, 26 de mayo de 2013

SANTA FE: “El Estado debe ayudarnos a tener hijos biológicos”

Horacio Quesada y Carolina Altamirano no tienen obra social y luchan para que se apruebe la ley nacional de fertilización. Integran Sumate Santa Fe.

“El Estado debe ayudarnos a tener hijos biológicos”
Horacio Quesada y Carolina Altamirano son una de las cuatro parejas santafesinas que luchan por lograr su paternidad sin tener éxito, desde hace años, y que conforman la agrupación Sumate Santa Fe, que juntan firmas y trabajan por todos los medios posibles para que se apruebe la ley nacional de fertilización asistida.


Horacio –que no tiene obra social como así tampoco su mujer– dialogó con Diario UNO y contó los detalles de una lucha que comenzó hace 12 años.


“Yo soy plomero y gasista y mi mujer ama de casa. Nos hicimos estudios y necesitamos someternos a intervenciones de alta complejidad”, comenzó diciendo.


“En Rosario –agregó– iniciaron hace más de un año en un hospital público a hacer intervenciones gratuitas de baja complejidad. Es un avance. Aunque no alcanza. Necesitamos la ley que está cajoneada en Diputados de la Nación”.


Trompas de Falopio obstruidas, fracaso ovárico, alteraciones hormonales o un número bajo de espermatozoides, por mencionar sólo unas pocas, son algunas de las alteraciones que presentan y que le imposibilitan ese sueño, a ellos y otras tantas parejas.


Ellos saben, al igual que muchos otros ciudadanos que se encuentran en las mismas circunstancias, que existen tratamientos médicos que pueden ayudarlos a lograr su cometido. Hasta aquí la situación no pareciera representar un gran conflicto, pero cuando de números se trata la realidad indica que dichos procedimientos son muy costosos y que no son reconocidos por ninguna obra social o prepaga.


“Y no estamos hablando de un respaldo indicado sólo para los tratamientos de alta complejidad que tienen costos que superan los 25.000 pesos; la negativa a la cobertura también abarca la medicación necesaria en los tratamientos de baja complejidad que no tienen valores tan elevados”, explicó una de las integrantes de la agrupación, en una nota realizada por la periodista Loreley Duré.


Para lograr ese respaldo, es necesaria la aprobación nacional de una ley de fertilidad similar a la que fue sancionada en Buenos Aires. “Queremos que la infertilidad humana sea reconocida como una enfermedad y de esa forma se pueda incluir a la fertilización como una prestación más del Instituto de Obra Médico Asistencial (Ioma), las obras sociales y las empresas de medicina prepaga que funcionen en todo el país”, aseguraron.


En Santa Fe existe un proyecto de ley (que tiene media sanción en la Cámara de Senadores), impulsado por el senador Alcides Calvo, que respalda la cobertura de los tratamientos a los afiliados a la obra social Iapos. “La propuesta es interesante, aunque pretenderíamos que sea extensiva al resto de los ciudadanos que tenemos otras obras sociales o prepagas”, dijeron.


—¿Cuál es la diferencia, además del costo, de un tratamiento de alta complejidad con uno de baja?
—Los de alta complejidad, son tratamientos por los cuales se sacan óvulos y espermatozoides del cuerpo de la mujer y del hombre para poder ser fertilizados fuera. Una vez que los embriones están listos, se realiza la fertilización asistida que puede tener resultado positivo, como no. A su vez, los de baja complejidad se ejecutan con medicación. El objetivo de los mismos es la estimulación de los óvulos o los espermatozoides. Éstos en el hospital es algo muy difícil.

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