Así, la divisa cerró la semana a $ 7,48, frente los $ 7,51 del día previo, aunque con una suba de 3 centavos respecto del piso de $ 7,45 que tocó al mediodía. De todos modos, desde el 1° de este mes el avance ya asciende a 64 centavos, con una brecha del 50% respecto del billete oficial, que ayer afrontó una jornada tranquila, con pocas operaciones y compras de US$ 40 millones por parte del Banco Central.
Con un pico de $ 7,61, amenazaba con acercarse a los $ 8 y, aunque el discurso del Gobierno consiste en desestimar la importancia del mercado del blue, en los hechos actúa, aunque sin coordinación entre sus organismos, para aplacarlo.
Tres fuentes del sistema financiero consultadas por LA NACION ayer por la tarde coincidieron en señalar que dos factores contribuyeron para frenar la suba del dólar ilegal, a partir de la intervención del Gobierno. Una fue el giro de fondos a través de una entidad oficial (en la plaza predominaba el nombre de la Anses, que suele manejarse en forma discrecional en el mercado cambiario y en el de bonos con bancos amigos) que disuadió a los que pretendían convalidar una suba mayor a la de los días previos.
"Cuando hay señales claras de que el Gobierno está poniendo plata en este mercado tan chico, rápidamente la gente se convence de que hay que poner un freno", comentó un experimentado operador, en forma anónima, para evitar las llamadas intimidantes del Gobierno.
La otra vía elegida fue la decisión de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) de mantener operativo el sistema de venta de divisas durante casi toda la jornada, frente a lo que ocurrió en la primera quincena del mes.
Pero esto no responde a un cambio de estrategia, sino a la certeza del Gobierno de que, disuadidos por la dureza oficial, muchos inversores ni siquiera piden billetes al precio oficial. Por lo tanto, en los hechos, el dinero efectivamente entregado por la AFIP "prácticamente es el mismo que cuando el sistema funcionaba 15 minutos por día".
"No se vende ni un solo dólar más que antes, simplemente hay menos gente pidiendo que hace diez días", explicó una calificada fuente del organismo tributario.
El Gobierno cree que la mayoría de los que viajan al exterior pueden gastar con tarjeta de crédito, con un dólar que está por debajo de los $ 6, barato respecto del blue.
Por lo tanto, los funcionarios no quieren convalidar que la gente gaste con la tarjeta y que, además, ahorre los billetes que la AFIP les entrega, como si el organismo fuera demasiado generoso en sus autorizaciones desde la aplicación del cepo. Por ahora, no se ha escuchado nada que haga pensar que el Gobierno suba el porcentaje del 15% de este recargo por los gastos en el exterior. "No hay nada en carpeta", se expresó ayer.
Así el Gobierno intenta hacer equilibrio entre su supuesto desinterés por la marcha del blue -expresado por la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, días atrás- y los hechos.
"Están tremendos, apretando mucho a los bancos y siguiendo cada operación de venta al detalle", indicó otra fuente de la city, que cree que la leve baja del blue de ayer puede seguir hasta los $ 7,30 o $ 7,20. "Pero de ningún modo hay que pensar en un dólar paralelo por debajo de los $ 7, sería imposible de imaginar", agregó la fuente.
La consultora Analytica de Ricardo Delgado dijo en un informe que el Central "puede dar indicios de que no dejará atrasar el tipo de cambio regulado, como lo hizo el año pasado; si el Gobierno lograra administrar las tensiones inflacionarias para evitar que el IPC se acelere, sería un primer paso importante" para frenar al blue.
De la mano de este día calmo para el mercado negro, también hubo poco movimiento en el formal, que cerró a $ 4,95, a tono con lo que ocurrió el resto de la semana.
Por otro lado, el Central ayer dio a conocer una caída de unos US$ 37 millones en el nivel de depósitos en dólares en la semana del 7 al 11 de enero.
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