A 18 meses del doble crimen. Grave denuncia de una diputada norteña. Según Liliana Mazzone, las jóvenes no eran turistas sino colaboradoras de organismos humanitarios.
La Capital |
La diputada salteña de la oposición Liliana Mazzone aseguró que las dos francesas asesinadas en julio de 2011 en la provincia no eran "turistas" sino que estaban investigando "la desviación y la malversación de fondos internacionales de ayuda para las poblaciones aborígenes del Norte argentino".
Ante tal denuncia, que convulsionó el ambiente político de Salta, la Justicia de esa provincia salió a aclarar que no hubo "ningún giro" en la causa que está próxima a llegar al juicio oral y que tiene a tres individuos procesados.
Según la diputada del Frente Democrático salteño, enfrentada al gobernador Juan Manuel Urtubey, la hipótesis que ventiló fue confirmada por "la cátedra y los institutos universitarios de la facultad de sociología y antropología de la Sorbona II, a la que pertenecía la profesora Cassandra Bouvier", una de las dos víctimas.
Mazzone afirmó que la otra víctima, la estudiante de sociología Houria Moumni, "está ligada a prominentes familias de Fez (tercera ciudad de Marruecos, después de Casablanca y Rabat), varios de cuyos miembros más sobresalientes están ligados a la cúpula de organismos como la Unesco y la organización para la hambruna internacional de Naciones Unidas".
"El doble crimen conmocionó a Salta por el horror y la saña, pero sobre todo por la oscuridad de la investigación y por la intención del gobierno de Urtubey de cerrar el caso rápidamente", criticó Mazzone.
La base sobre la que trabajó siempre la Justicia fue la de un ataque sexual seguido de la muerte de ambas jóvenes, de 29 y 23 años.
Las acusaciones de Mazzone, de un doble crimen de extranjeras ejecutado por causas económicas y políticas, conllevan una imputación gravísima al gobierno provincial salteño, al que le achaca haber recibido fondos internacionales y supuestamente ocultarlos además de mal administrarlos.
Tras sus duras críticas, el Poder Judicial de Salta informó que "no hubo giro" en la investigación sino que el único dato nuevo, de días atrás, lo constituye el dato de que se elevó una apelación de la fiscalía contra uno de los acusados que fue recientemente sobreseído. Sobre ello tendrá que expedirse el tribunal de impugnación.
El máximo Tribunal de justicia agregó en el comunicado: "En ninguna instancia de la causa surgieron elementos que pudieran abrir una línea de investigación distinta de la que permitió dar con los tres presuntos autores del abuso sexual, robo y muerte en perjuicio de las dos mujeres".
La causa tiene tres procesados, Gustavo Orlando Lasi, Daniel Eduardo Vilte Laxi y Santos Clemente Vera.
En diciembre el juez de instrucción Martín Pérez sobreseyó a Walter Orlando Lasi, padre del primero, y ahora el fiscal Eduardo Barrionuevo apeló el sobreseimiento.
El hallazgo de los dos cuerpos de las jóvenes se produjo el 29 de julio de 2011 en la villa veraniega de San Lorenzo, a 12 kilómetros de la capital provincial. La noticia tuvo un inmediato impacto nacional.
Los procesados cargan la acusación del delito de "doble homicidio calificado criminis causa con abuso sexual agravado y robo calificado en concurso real".
El comunicado acaba: "Una vez finalizado el trámite de esta nueva apelación presentada por el fiscal Barrionuevo, la causa quedará en condiciones de ser elevada para la realización del correspondiente juicio oral y público, algo que podría ocurrir este año".
El papá de Casandra. En octubre de 2011, dos meses después de las muertes, el padre de Cassandra Bouvier, Jean Michel Bouvier, dijo que su hija y Houria Moumni "vivieron un verdadero martirio" y que el doble crimen "fue una masacre".
Jean Michel dijo que Casandra "recibió machetazos en el pecho, golpes y un tiro" de bala. "Le diré algo horrible: en su rostro se veía el impacto de una bala de pequeño calibre. Lo más visible eran las marcas de golpes. La nariz rota, la mandíbula aplastada, golpes múltiples. El cuerpo fue encontrado mucho tiempo después del deceso y sus ojos estaban abiertos. En su mirada había una trágica dignidad y terror. Se veía que había luchado".
"La negaron como mujer", sostuvo al final de un relato escalofriante sobre cómo vio el cuerpo de su hija. "No reaccioné como jurista que no soy, sino como un padre que vio un hecho más que violento".
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