Fue en el cruce de la AO 12 y la 9. Una mujer vio cómo venía en zig zag y dio aviso. "No se podía ni bajar". Llevaba 32 mil kilos de sorgo.
La Capital |
Un hombre de 50 años que conducía un camión con doble acoplado y cargado con 32 mil kilos de sorgo fue detenido en el cruce de las rutas AO 12 y 9, a la altura de Roldán, al detectarse que manejaba en avanzado estado de ebriedad. La peligrosa presencia de este camionero fue advertida por una mujer, que observó como venía manejando en zig zag y dio aviso a la Policía de Seguridad Vial, que logró así evitar lo que podría haber sido una tragedia.
Todo sucedió el viernes, minutos antes de las 23. Advertidos de la situación, los agentes que estaban apostados en el cruce de las rutas e el marco del operativo "Verano Seguro" lograron detener la marcha del Mercedes Benz con doble acoplado. "Cuando el hombre bajó del camión no se podía tener en pie", confió una fuente de la Agencia Provincial de Seguridad Vial.
El conductor, Juan Alejandro P., oriundo de la localidad de Viamonte (Córdoba), fue detenido y se lo sometió a un test de alcoholemia que arrojó el sorprendente resultado de 2,126 gramos de alcohol por litro de sangre.
Cabe destacar que, de acuerdo a la ley vigente, quienes conducen transportes públicos o de carga deben tener cero gramo de alcohol en sangre. En el caso de los vehículos particulares el límite es de 0,5 gramos por litro y para motocicletas es de 0,2 (acompañante 0,5 g/l).
Para tener una dimensión de lo que había bebido este camionero hay que tener en cuenta que 0,5 se alcanzaría con dos latas de cerveza, dos copas de vino o un vaso de whisky. Y el camionero dio 2,126.
La ley prohíbe conducir bajo los efectos de cualquier sustancia psicoactiva que altere las capacidades para la conducción. A los infractores se los castiga con arresto, multa y privación del permiso de conducir entre 1 y 4 años.
Según destacó la Agencia Provincial de Seguridad Vial, conducir bajo los efectos del alcohol es el principal factor de riesgo de sufrir un accidente de tráfico, no obstante en Argentina existe una gran permisividad social hacia el alcohol y, por lo tanto, una gran tolerancia hacia los problemas que esto genera. Conducir es una actividad compleja y peligrosa, por lo que el consumo de sustancias que alteren las capacidades para manejar aumentan el riesgo de sufrir un accidente de tráfico, así como una mayor gravedad de las lesiones derivadas de él.
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