Así lo definió Jorge Barraguirre, el designado procurador general de la Corte Suprema de Santa Fe. Hijo y nieto de juristas, no siente "deslegitimado" su nombramiento por la aprobación ficta de su pliego. Anticipó que quiere reunirse con el fiscal general y el defensor provincial para acelerar el nuevo sistema penal.
La Capital |
Jorge Barraguirre jurará como nuevo procurador general de la Corte con un mensaje innovador: "Mi desafío es reconstruir el poder de la Procuración como un ombudsman ciudadano, dispuesto a cuidar los intereses del pueblo que tiene que acceder a la justicia", asevera Barraguirre en un reportaje con La Capital.
Hijo y nieto de juristas —su padre Jorge fue presidente de la Corte santafesina y su abuelo Dionisio ministro del máximo tribunal— Barraguirre no siente "deslegitimado" su nombramiento por la aprobación ficta de su pliego, producto de una interna parlamentaria entre oficialistas y opositores. Esta puja, sin embargo, no puso en tela de juicio su idoneidad para el cargo al que lo propuso el gobernador Antonio Bonfatti.
"La aprobación ficta está dentro de los límites constitucionales, entonces uno no queda más fuerte ni más rengo dado que hay una legitimidad constitucional de base, porque esa es la lógica que opera en el caso de la aprobación ficta, la de no bloquear un nombramiento indefinidamente. Además yo he sido fiscal de Estado de la provincia, no de una agrupación política determinada, y mi testimonio de vida son mis dictámenes", indicó.
Añadió que "el hecho de haber obtenido mi pliego despacho favorable en la comisión bicameral de Acuerdos, incluso con la firma de legisladores de fuerzas de la oposición o que algunos diputados que tampoco son del oficialismo como María Eugenia Bielsa y Mario Lacava hayan ingresado al recinto o manifestaran que estaban dispuestos a votar mi pliego si se realizaba la Asamblea me colma de satisfacción. Uno no va al Poder Judicial a impulsar las aspiraciones de una determinada agrupación política o un frente sino a homenajear el interés público", confesó el experto en materia de arbitraje y mediación internacional.
Luego de dejar la Fiscalía de Estado un año atrás, Barraguirre representó a Venezuela en el marco del Ciadi (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones). "Estoy dejando mucho con el arbitraje —confiesa— no sólo porque es una actividad que paga muy bien sino porque uno hace militancia antiglobalizadora desde ese lugar. Por eso recalco que no tengo ningún ánimo de quedar atrapado en ninguna lógica de partidos, además así lo hicieron mi padre y mi abuelo que renunció a la Corte porque no quiso quedarse en el golpe del ‘66".
Egresado de la Universidad Nacional del Litoral, nacido en la capital santafesina hace 47 años, —"casado con mi novia de la adolescencia y tres hijos", describe orgulloso—, hincha de Unión y en su juventud talentoso centro del Santa Fe Rugby, el designado procurador también anticipó, al visitar la corresponsalía de este diario, sus deseos de sentarse "en una mesa de diálogo más chica" con el fiscal general Julio De Olazábal y el defensor provincial Gabriel Ganón, los funcionarios del nuevo sistema penal, "para consensuar los mecanismos convencionales y legales para que la implementación del nuevo sistema no quede en la nada".
"Para que se entienda: la Procuración de la Corte tiene dos funciones fundamentales: la competencia penal y las cuestiones de superintendencia que hacen al buen funcionamiento del Poder Judicial en general. El desafío es doble en este sentido: por un lado acelerar el proceso de reforma procesal penal y por otro lado mantener una Procuración relevante que no se desinfle por circunscribirse a las competencias constitucionales que siempre se las ha visto como funciones residuales. A eso hay que sumarle una tercera competencia que le va a quedar que es la de dictaminar previamente al voto de los ministros de la Corte, que es sumamente relevante aun cuando no sea vinculante", explicó.
"Yo lo resumo en que todas estas competencias hacen a la pregunta quién custodia a los custodios", dice Barraguirre. Y agrega respecto al deslinde de funciones: "Por eso, yendo a la cuestión de la normalización de las competencias de la Procuración con relación al nuevo sistema penal, yo prefiero hablar de adaptación normativa antes que recorte de facultades, porque ya hubo derogaciones implícitas que requieren adaptaciones normativas de la ley orgánica a esta nueva realidad".
"Desconozco los avances que tiene la mesa de diálogo sobre la reforma penal pero considero necesario que la transición se inicie ya, además de que habría que explorar las condiciones que hacen falta para que esto pueda implementarse cuanto antes con un proceso de readaptación normativa de las funciones de la Procuración acorde al nuevo Código Procesal Penal", consideró.
El sucesor del fallecido Agustín Bassó jurará la semana venidera, pero ya mantuvo el pasado martes su primer encuentro "protocolar y muy amable" con los ministros de la Corte Suprema. "Me indicaron cuál es la silla del procurador en las reuniones de Acuerdos", comenta en tono risueño. "Fue una reunión muy amable —añade más serio— en un clima de respeto, colaboración y palabras de afecto y de aliento. Salí muy satisfecho por cómo fui recibido informalmente en mi primera visita a la Corte", abundó Barraguirre, que también recibió "un llamado del gobernador".
"De todas maneras —acota— me espera un veranito agitado ya que en la agenda la Procuración figuran entre otros temas pendientes y de relevancia la tragedia de Ecos, el caso del juzgado civil y comercial de la 17ª Nominación de Rosario y las denuncias por enriquecimiento ilícito de funcionarios policiales", adelantó.
Fondos buitre
“El fallo de Griesa permitía que acreedores que no aceptaron los canjes de deuda puedan ir sobre la masa de bienes afectados al concurso. Esto es lo más desigualitario que hay porque un juez no puede darles derecho a los acreedores no verificados para ir a cobrar a la masa, dicho entre comillas”, opinó, en línea con la Cámara de Apelaciones de Nueva York.
No hay comentarios:
Publicar un comentario