Unión empató 1 a 1 con Racing y Pumpido dejó de ser el técnico

El gol del Tate lo convirtió Nicolas Correa (26m.ST) el empate de la Academia lo hizo Centurión (46m.ST). El DT rojiblanco confirmó su alejamiento del equipo.

No hubo manera. Unión cerró el Torneo Inicial sin obtener victorias e igualó las marcas de Huracán de Tres Arroyos en el Clausura 2005 (19 partidos) y Argentino de Quilmes en 1939 (34 fechas, a dos ruedas). Con gol de Nicolás Correa (ST 24’), el Tate sumaba, tras 22 duelos, por primera vez de a tres. Pero en el minuto 50’ Ricardo Centurión metió la cabeza y amargó al pueblo Tatengue.

En los primeros el equipo de Pumpido, como ya es costumbre, intentó doblegar la defensa visitante apuntando el sector derecho con las subidas de Montero y apostando al buen presente que desde lo individual está mostrando en estos últimos tres partidos Franzoia. Mientra que por el lado de la Academia, no hilvanó alguna sociedad ofensiva entre Centurión, Fariña y Vietto hasta que desde pelota parada en el minuto seis, Ortíz casi marca el primer gol de la noche. Pero apareció muy bien Perafán para sacar la bocha al córner.

A los 10’ Unión le respondió en jugada clara. Se fue Franzoia por la derecha, le ganó el mano a mano cuerpeando aCahais, enganchó para la zurda. Ya dentro del área remató y su tiro al primer palo de Saja, pasó cerca. 30 segundos más tarde nuevamente Perafán salvó al Tate, porque después de una excelente anticipación a Barisone, Vietto remató de primera y otra vez tapó el golero de la Avenida.

Inteligencia Rojiblanca
Desde el arranque y hasta los 25’, el elenco de la Avenida fue superando levemente al rival. Sobretodo por el movimiento táctico mostrado por los volantes, para sobreponerse por sobre los mediocampistas de Zubeldía, todo a base de esfuerzo y presión constante, armándose algunas parejitas como por ejemplo Tarrito Pérez sobre Centurión, Montero ganándole la espaldas al mismo joven volante izquierdo de Racing, además complicando a Corvalán.

Sin dejar de lado la marca de Maidana sobre Camoranessi, anulándolo apenas el rival intentó jugar por su derecha. A pesar de que a los 26’, Centurión le metió una bocha excelente a Vietto, que dejó parado a Correa y Barisone. Perafán salió apresurado, el goleador albiceleste lo pasó con una gambeta. Exigido y con el arco solo remató mal y afuera.
Más allá de que el cotejo no tenía un alto vuelo futbolístico, cada vez que lo dos equipos llegaron generaron peligro y hasta por momentos siendo Unión un poco más eficiente en el juego colectivo, las chances más claras las tuvo Racing.

En el comienzo de la parte complementaria ninguno se sacó ventajas, y más allá del flojo inicio en el juego, el espectáculo estuvo en las tribunas con los cánticos y las bengalas que pintaron el 15 de Abril, más el agregado de banderas de Colón, lo que hizo que Maglio detuviera el cotejo.

En el retorno del juego, los hombres de Nery jugaron mejor en equipo que el contrario. SIn embargo, a los 17’ y después de una salida rápida tras un córner mal ejectutado, Centurión hizo un jugadón individual espectacular que dejóparado a Correa y Maidana se fue hacia Perafán. Todo lo bueno que hizo en la jugada lo desperdició en la mala definición que tuvo.

Apareció la Garra
A los 24’, y después de una falta que le cometió Centurión a Pérez, vino el centro pasado para Correa. El Coto peleó con Cahais el rebote le quedó al capitán y lo fusiló a Saja para poner el 1 a 0. Después del gol, se paró mejor Unión y, de contra, complicó a un pálido Racing. Incluso tuvo tres opciones para cerrar el cotejo, con dos chances para Franzoia y una para Moreno, que casi convierte pero apareció Saja para mandar el balón al tiro de esquina.

Y cuando la garganta del pueblo Tatengue se preparaba para cantar victoria, la primera en el semestre, la primera luego de 22 encuentros, llegó el empate. Un centro a la hoya, un cabezazo para bajar el balón, otro de Centurión para empujarlo dentro del arco y darle el golpe de gracia a Unión que se despide del Inicial sin poder tener una alegría. Un punto que no vale, es casi una derrota y deja a Unión sin nada, en una pobreza absoluta.