Una recorrida de El Litoral confirmó que los cordones no están alineados y los desagües “desprolijos” en el tramo urbano de la obra, en avenida Ejército Argentino. Además, la Municipalidad volvió a reclamar por las demoras en los trabajos.
Un riesgo. Una tubería parece desprendida en este desagüe.
Sergio Ferrer
santotome@ellitoral.com
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Ante la insistencia de los vecinos de la zona, El Litoral recorrió en Santo Tomé el tramo urbano de la Ruta Nacional Nº 11 en el que se ejecuta la autovía Santo Tomé-San Francisco para comprobar la forma en que se están realizando los trabajos finales. El municipio también manifestó su preocupación por la falta de personal y por las demoras en una obra clave para la ciudad (ver relacionada).
Como había advertido la gente que vive en la zona, hay cordones zigzagueantes o desalineados, ciclovías que se inundan con facilidad, y donde el agua acumulada tarda bastante en escurrir, cámaras de desagües terminadas rústicamente y entubamiento desconectado o deficientemente instalado. Este trayecto es estratégico ya que marca el ingreso principal a la ciudad Santo Tomé desde el oeste.
Se trata, justamente, de los últimos tres kilómetros de la autovía, en el sector en el que toma el nombre de avenida Ejército Argentino; es decir, desde el puente de la autopista Santa Fe-Rosario hasta la avenida Luján.
Antecedentes
No es la primera vez que los vecinos ponen la voz de alerta sobre cuestiones referentes con la obra de la autovía. El 6 de julio, El Litoral publicó una nota titulada: “Piden un semáforo en el cruce de avenida Ejército Argentino y Buenos Aires”.
En este artículo, el vecino Antonio Gómez contaba el temor de la gente del barrio ante la posibilidad que ocurran accidentes de gravedad en el sector (así como la falta de una buena señalización e iluminación general), debido a la falta de un semáforo que había sido removido al iniciarse los trabajos ligados a esta obra y que todavía no se había repuesto.
Lamentablemente, el accidente ocurrió apenas una semana más tarde (el 13 de julio, un colectivo de larga distancia prácticamente se “tragó” una motocicleta), sin que se hubiera repuesto el señalado artefacto.
Por esta razón, la Municipalidad de Santo Tomé emitió un comunicado oficial en el que afirmaba haber enviado varias notas a los responsables de la obra (la empresa Dycasa y la Unidad Ejecutora de la transformación de la ruta en autovía) para advertir la falta de dicho semáforo y para pedir por mejores condiciones de seguridad en el tramo en construcción.
En “falsa escuadra”. El cordón de la calzada quedó “zigzagueante” en este tramo. FOTOS: Agencia Santo Tomé
En acción. Los operarios intentaban reparar uno de los cordones durante la mañana que El Litoral recorrió la obra.
La posición del gobierno
En diálogo con El Litoral, César Iza Farje, subsecretario de Proyectos de Inversión Unidad de Gestión del Ministerio de Obras Públicas de la provincia, explicó que la obra está en construcción y en función de eso la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) es la que realiza las inspecciones. “Es precisamente este organismo el que tiene que velar por la calidad y buena terminación. Es decir, que los inspectores a cargo puede que no reciban los trabajos, aunque me llama mucho la atención que los cordones se hagan con tablas, cuando existen moldes de chapas para el encofrado”, reconoció el funcionario.
Ya está rota. A pesar de que la obra todavía no se terminó ya aparecen las primeras roturas.
/// OPINIÓN
Algo hay que hacer
Ariel Durán
Los santotomesinos no nos merecemos tener uno de los ingresos más importantes al ejido urbano de la ciudad tan desprolijo y con tan pésima terminación. Ni un aprendiz de albañil llevaría a cabo con tanta desidia la construcción, por ejemplo, de los cordones de la calzada. Están usando como moldes varillas y tablas de madera que se doblan por efecto del sol y el agua; no se respetan los niveles ni la línea recta y todo es demasiado precario. Es tan básico y primario que lastima a primera vista.
A pesar de que hay cuadrillas trabajando, es imposible dar con algún capataz o encargado para dialogar; al menos para poder preguntarle cuál es el criterio que se está usando para que todas las terminaciones resulten como que la obra estuviera en estado de abandono.
En estas condiciones no debería ser aceptada esta parte de la autovía, que se anuncia como el corredor bioceánico y eje fundamental del Mercosur. Con semejante título es casi un atropello al bolsillo de los ciudadanos y una burla a la estética de una obra de ingeniería. Algo habrá que hacer para que se tomen los recaudos necesarios a fin de que al menos, prime la prolijidad, el buen gusto y primordialmente el orden y la limpieza.
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