También les preocupa el estado de los desagües. Quienes habitan el barrio dicen que es una jurisdicción olvidada. Varias veces realizaron pedidos en la sede del Distrito Oeste de la Municipalidad pero ninguno derivó en una acción concreta.
Detrás del Cementerio Municipal y el Cementerio Israelita se localiza el barrio San Pantaleón, una jurisdicción definida por los vecinos como “una de las más olvidadas de la ciudad”. Mejoras de calles y de iluminación, trabajos de desobstrucción de cunetas y el entubamiento del zanjón que está en la terminación de calle Derqui son algunos de los reclamos que manifiestan.
Beatriz Salcedo, una vecina que habita el barrio hace dos décadas, refirió que “San Pantaleón está cada vez peor” y no tienen respuesta a los reclamos que llevan a la sede del Distrito Oeste, ubicada en el Cementerio Municipal.
“Estamos cansados de que nadie nos conteste. El coordinador, que está a metros del barrio, no se acerca para charlar con nosotros ni mucho menos a ver los problemas que tenemos, las obras que hacen falta para que podamos vivir un poco mejor”, dijo Beatriz.
Uno por uno
Los vecinos aprovecharon a El Litoral para contar y describir cada uno de los problemas que los aquejan. El pésimo estado de las calles es lo que más les preocupa porque el mejorado que supieron tener ya no existe y, por ende, cada vez que llueve no pueden salir de sus casas por varios días ya que corren riesgo de quedar empantanados en el barro.
El planteo de los vecinos puede parecer exagerado. Sin embargo, cuando refieren otro de los problemas, suena comprensible: las zanjas están completamente obstruidas y, además, hay un problema en la boca de tormenta de Blas Parera y Derqui. “Quedó arriba del asfalto, entonces el agua no tiene cómo salir”.
La falta de alumbrado público, la altura de las malezas, la necesidad de trabajos de poda y la falta de espacios públicos donde puedan jugar los menores también fueron reclamos manifestados por la gente del lugar.
“Los chicos no tienen otra más que jugar en la calle, y es un peligro porque por ahí entran los patrulleros a gran velocidad buscando o persiguiendo a alguien. Además, los árboles son antiquísimos y habría que por lo menos cortarle las ramas secas. Hace unos días se cayó un brazo de un pino que por suerte no lastimó a nadie pero podría haber pasado una tragedia si se caía encima de un nene”, refirió un hombre del barrio.
El entubado del zanjón que está en la finalización de calle Derqui fue otro pedido. Allí desemboca gran parte del agua de lluvia de los barrios céntricos de la ciudad y ello les genera algunos inconvenientes. “En primer lugar ese zanjón debería estar entubado. Así nos prometieron después de la inundación de 2003 y nunca lo hicieron. En segundo lugar, es tanto el caudal de agua que se acumula que por ahí rebasa y afecta a las casas linderas”, remarcó Beatriz Salcedo.
Por último, los vecinos finalizaron el diálogo con El Litoral diciéndole a las autoridades municipales que recuerden que las inundaciones de 2003 y 2007 dejaron al barrio completamente devastados y tras esos dos fenómenos jamás pudo levantarse. “Lo único que pedimos es que se acuerden de nosotros. Sólo queremos llamar a una ambulancia o un remís y que puedan y quieran entrar al barrio, que nuestros nietos tengan un lugar dónde jugar, entre otras cosas que con un poco de atención seguro se resolverían”, dijo Ramona, una abuela de 67 años.
Límites
San Pantaleón es un barrio del cordón oeste de la ciudad. Está delimitado por las calles Estado de Israel al norte, Fray Cayetano Rodríguez al sur, avenida Blas Parera al este y el terraplén Irigoyen al oeste. Recientemente, en el límite sureste del barrio —intersección de Fray Cayetano Rodríguez y Blas Parera— se inauguró un mural por la Integración “Mi casa, mi barrio” impulsado por la Municipalidad.
Beatriz Salcedo, una vecina que habita el barrio hace dos décadas, refirió que “San Pantaleón está cada vez peor” y no tienen respuesta a los reclamos que llevan a la sede del Distrito Oeste, ubicada en el Cementerio Municipal.
“Estamos cansados de que nadie nos conteste. El coordinador, que está a metros del barrio, no se acerca para charlar con nosotros ni mucho menos a ver los problemas que tenemos, las obras que hacen falta para que podamos vivir un poco mejor”, dijo Beatriz.
Uno por uno
Los vecinos aprovecharon a El Litoral para contar y describir cada uno de los problemas que los aquejan. El pésimo estado de las calles es lo que más les preocupa porque el mejorado que supieron tener ya no existe y, por ende, cada vez que llueve no pueden salir de sus casas por varios días ya que corren riesgo de quedar empantanados en el barro.
El planteo de los vecinos puede parecer exagerado. Sin embargo, cuando refieren otro de los problemas, suena comprensible: las zanjas están completamente obstruidas y, además, hay un problema en la boca de tormenta de Blas Parera y Derqui. “Quedó arriba del asfalto, entonces el agua no tiene cómo salir”.
La falta de alumbrado público, la altura de las malezas, la necesidad de trabajos de poda y la falta de espacios públicos donde puedan jugar los menores también fueron reclamos manifestados por la gente del lugar.
“Los chicos no tienen otra más que jugar en la calle, y es un peligro porque por ahí entran los patrulleros a gran velocidad buscando o persiguiendo a alguien. Además, los árboles son antiquísimos y habría que por lo menos cortarle las ramas secas. Hace unos días se cayó un brazo de un pino que por suerte no lastimó a nadie pero podría haber pasado una tragedia si se caía encima de un nene”, refirió un hombre del barrio.
El entubado del zanjón que está en la finalización de calle Derqui fue otro pedido. Allí desemboca gran parte del agua de lluvia de los barrios céntricos de la ciudad y ello les genera algunos inconvenientes. “En primer lugar ese zanjón debería estar entubado. Así nos prometieron después de la inundación de 2003 y nunca lo hicieron. En segundo lugar, es tanto el caudal de agua que se acumula que por ahí rebasa y afecta a las casas linderas”, remarcó Beatriz Salcedo.
Por último, los vecinos finalizaron el diálogo con El Litoral diciéndole a las autoridades municipales que recuerden que las inundaciones de 2003 y 2007 dejaron al barrio completamente devastados y tras esos dos fenómenos jamás pudo levantarse. “Lo único que pedimos es que se acuerden de nosotros. Sólo queremos llamar a una ambulancia o un remís y que puedan y quieran entrar al barrio, que nuestros nietos tengan un lugar dónde jugar, entre otras cosas que con un poco de atención seguro se resolverían”, dijo Ramona, una abuela de 67 años.
Límites
San Pantaleón es un barrio del cordón oeste de la ciudad. Está delimitado por las calles Estado de Israel al norte, Fray Cayetano Rodríguez al sur, avenida Blas Parera al este y el terraplén Irigoyen al oeste. Recientemente, en el límite sureste del barrio —intersección de Fray Cayetano Rodríguez y Blas Parera— se inauguró un mural por la Integración “Mi casa, mi barrio” impulsado por la Municipalidad.
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