Lejos de la punta (a 13 puntos de Vélez), lejos del protagonismo (con 22 puntos está décimo en mitad de tabla), eliminado de la Sudamericana y sin chances en la acumulada para la Copa Libertadores de América 2013. Sin embargo, para todas esas heridas, Colón usó el mejor parche: ganar el clásico, ganarlo bien y jugando mejor. Cuando uno analiza este semestre que se va, la frase surge sola: “Colón usó la única bala que le quedaba y ganó el partido que tenía que ganar”.
Por eso, la fiesta que se vivió el otro día en Rafaela y la que seguramente se repetirá mañana en el Cementerio de los Elefantes cuando Colón baje el telón para su último acto en Santa Fe. Luego, cerrará frente al complicado Independiente del “Tolo” Gallego en Avellaneda.
En este Inicial 2012, Colón coleccionó sólo dos victorias: contra Lanús y el derby. Y el mismo Sensini reconoció que el déficit de la campaña se dio con los puntos regalados en casa.
De cara al juego de mañana, la duda estaba en el ataque, porque estaban esparando a Facundo Curuchet que arrastraba una molestia del partido en Rafaela. No obstante, se confirmó este viernes que el veloz puntero derecho de las inferiores sufrió un desgarro fibrilar, por lo que quedó definitivamente descartado y su reemplazante será el paraguayo Jorge Achucarro como socio de Gigliotti.
El equipo recuperará a dos titulares casi inamovibles de esta campaña, porque volverá Maximiliano Pellegrino en la zaga en reemplazo del uruguayo Gerardo Alcoba y en el mediocampo se dará el retorno del “Polaco” Bastía por Hernán Bernardello. ¿Qué Colón veremos en este último acto en Santa Fe en el Cementerio de los Elefantes? ¿Se verá el equipo decidido del clásico o el que paseó sus dudas por Rafaela?
Ahora, el gran desafío de Sensini pasa por sumar la mayor cantidad posible de estos 6 puntos: los 3 de mañana con Los Bichos Colorados y los 3 de la semana entrante con Independiente de Avellaneda, partido que podría ir el sábado que viene en el Libertadores de América.
Más allá de los ya descartados objetivos coperos y el siempre prometido protagonismo para pelear el campeonato, nunca hay que descuidar el promedio. Siempre hay que mirar esa tabla, aunque sea de reojo. Y no es lo mismo terminar con 22 unidades que con 25 ó 28 pensando en la acumulación de puntos.
En medio de una campaña apenas discreta, disimulada un poco por la gran alegría en el clásico contra Unión, llega el final sabalero para este 2012. En su casa y ante su gente. Y en esa misma hierba donde el técnico y los jugadores ganaron el partido que tenían que ganar.
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