Once efectores de la provincia redujeron en más de un 80 por ciento las muertes por infecciones hospitalarias con una bacteria resistente que tiene en jaque a los centros médicos de todo el mundo.
La Capital |
La baja en la cantidad de infecciones nosocomiales, un menor consumo de antibióticos en las instituciones sanitarias y un ahorro estimado en más de un millón de pesos fueron los principales logros de Marsa Cero, un proyecto investigación y asistencia iniciado hace tres años y cuyas conclusiones finales se expusieron ayer en el Centro Cultural Parque de España.
"Es un estudio muy importante por las cantidades de vidas que se pierden por infecciones intrahospitalarias, algo que no tenía cuantificación, y por los altos costos que generan", dijo el ministro de Salud provincial, Miguel Cappiello.
Luego instó a los profesionales de la salud a reiterar una medida tan básica como lavarse las manos para evitar la transmisión de la bacteria y, así, "dejar de destinar un presupuesto finito a infecciones que pueden prevenirse".
Marsa Cero debe su nombre a las siglas en inglés de estafilococo aureus resistente a meticilina, la bacteria responsable de infecciones difíciles de tratar que se reproducen en nosocomios de todo el mundo. Para mensurar el problema, a falta de datos nacionales, ilustran los de otras latitudes: en Estados Unidos causó la muerte de 19 mil personas en 2005 (4 mil más que el sida).
La investigación surgió con la firma de un convenio entre el gobierno de Navarra (España), la Municipalidad de Rosario, el gobierno de Santa Fe y las fundaciones del Hospital Español y del Parque de España.
"Los resultados son alentadores y pretendemos extender la experiencia", dijo el infectólogo Joaquín Bermejo, codirector del proyecto junto al médico español Julio Sola Boneta.
El primer objetivo del estudio fue diagnosticar el alcance de las infecciones intrahospitalarias en la provincia, ya que no existían datos sobre el tema. Pese a su magnitud, suele ser silenciado porque expone fallas y responsabilidades en el funcionamiento de las instituciones de salud.
El estafilococo aureus es el responsable de la mayoría de las infecciones nosocomiales. Se transmite, sobre todo, por el contacto con las manos o a través de instrumental médico.
La bacteria ingresa al paciente a través de la piel o la nariz y pude causar la infección de heridas quirúrgicas, meningitis o neumonía. Y vía catéter puede pasar a la sangre, de una sonda a la orina o de un respirador a los pulmones. La resistencia al antibiótico llamado meticilina hace a esas infecciones de difícil tratamiento o letales.
De la iniciativa participaron cinco hospitales públicos de la provincia, cinco públicos de Rosario (Carrasco, Alberdi, Roque Sáenz Peña, Vilela y Centenario) y uno privado (Español). Se aplicó un modelo de vigilancia suprahospitalaria, que permite detectar deficiencias, compararlas y establecer estándares de calidad.
En una primera etapa de seis meses viajaron médicos y enfermeros a capacitarse a Navarra y luego se realizó un diagnóstico de las instituciones. En los dos años siguientes comenzaron las acciones en terreno: se concientizó sobre la higiene de manos (la medida más efectiva), la limpieza del hospital y la importancia de evitar el abuso de antibióticos como la ciprofloxacina y cefalosporina, que promueven la presencia de la bacteria.
"Cuando empezó la vigilancia el consumo de antibióticos se redujo", observó Bermejo. En dos años se logró un ahorro de 1.319.492 pesos en el conjunto de hospitales. La proporción de infecciones bajó del 46,06 por ciento en el primer semestre a 38,27 por ciento en el último año.
En todo el período murieron 406 personas por Marsa, pero la tasa de decesos bajó significativamente: fue del 12,5 por ciento en el primer semestre, del 8,2 por ciento el año siguiente y del 2,8 el último. Lograron evitarse 23 muertes.
La propuesta ahora es extender la experiencia al resto de la provincia (ver aparte), además de sostenerla con una auditoría periódica en los hospitales afectados al estudio.
Segunda etapa
El 14 de diciembre arrancará una segunda etapa de extensión a hospitales de toda la provincia. Ese día se hará una capacitación y el 1º de enero comenzarán las tareas de monitoreo. Llegará a Rafaela, Santa Fe, Venado Tuerto, Rufino, Reconquista, Vera, Esperanza, Santo Tomé, Cañada de Gómez, Casilda y Villa Constitución.
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