El diputado radical sostiene que
la iniciativa apunta a un mejoramiento de la gobernabilidad. Quiere que
las cinco papeletas se reduzcan a tres. El proyecto busca "cumplir con
las exigencias jurídicas electorales vigentes y respetando el espíritu
de la ley de boleta única, identificar las listas de diputados
provinciales con la fórmula a gobernador y vice o las de candidatos a
concejal con el candidato a intendente en las ciudades".
La Capital |
El experimentado legislador, hoy decano
entre los diputados santafesinos, extrema el énfasis para responder que
"de ninguna manera" su proyecto —que, revela, no conversó con el
Ejecutivo— es una restauración de la desacreditada boleta sábana que
regía antes de los comicios de 2011.
—¿De qué se trata la iniciativa que acaba de presentar en Diputados?
—Cuando salió la boleta única hubo una
modificación del Senado, un veto del Ejecutivo y había un cronograma en
marcha. Todo eso impidió que pudiera abordarse nuestra idea, que por vía
reglamentaria podría haberse hecho. La ley no habla de variedad de
soporte. Lo que argumentamos entonces es lo que dice este proyecto que
ahora ponemos en la agenda parlamentaria.
—¿Por qué ahora?
—Porque el año que viene es electoral, y
esto es algo que debe resolverse para los comicios de 2015. Este año en
que no hay elecciones es el apropiado.
—¿Es una iniciativa de la Casa Gris?
—No la conversé con el Ejecutivo. De
todos modos, como dije, no estamos planteando algo que sea nuevo o que
no hayamos dicho antes.
—¿Puede decirse una iniciativa del Frente Progresista?
—Lo he hablado de modo informal con
casi todos mis pares en estos meses. No hubo una decisión orgánica. No
lo hemos hablado antes de presentarlo, es verdad, pero el espíritu
estuvo siempre. Hasta que se modifique la situación constitucionalmente
la cuestión electoral tiene aspectos en veremos, y nosotros como
legisladores tenemos la obligación de aportar sin alterar el espíritu de
la boleta única, a la que seguimos adhiriendo. De hecho, al proyecto lo
presentamos con las firmas de los diputados Darío Boscarol y Julián
Galdeano (UCR); Alejandra Vucasovich y Raúl Fernández (Unión PRO
Federal) y Eduardo Di Pollina (Partido Socialista).
—Concretamente, ¿qué propone la iniciativa?
—Para ser candidato a gobernador
obligatoriamente la ley exige llevar una lista de candidatos a diputados
provincial. Tampoco se puede aspirar a ser intendente sin presentar
junto a la candidatura una lista de aspirantes a concejal. A la inversa,
se puede ir de diputado o concejal sin llevar gobernador o intendente.
Ahora bien, si la ley exige esta identificación entre candidaturas
ejecutivas y postulaciones legislativas en dos categorías precisas, lo
que nosotros decimos es que deben ir en el mismo soporte físico (en el
mismo papel, en este caso).
—Una boleta llevará las fotos
de los candidatos a gobernador y vice y también la de los primeros
candidatos a diputado. Otra, la de los candidatos a intendente y las
listas a concejal. Una tercera irá con los candidatos a senador. ¿Es
así?
—Así es, y el elector tiene que marcar
con una cruz su opción. Es decir vota por tal gobernador y por tales
diputados. Puede elegir el gobernador de un partido y marcar a los
diputados de ese mismo partido o de otro, pero hay una identificación
entre el candidato a gobernador de cada partido y los diputados que
propone ese mismo partido.
—¿Esto es para evitar que se elija un gobernador de un partido y en la Legislatura haya predominio de otro partido?
—Este es un tema en relación con esta
circunstancia especial del último proceso electoral en el que las
mayorías legislativas quedaron en manos de la oposición. Esta
experiencia nueva demuestra que hay compromisos electorales del gobierno
que la oposición no acompaña, y ahí hay una imposibilidad material de
quien debe gobernar.
—¿Por qué no se cumple con el reaseguro de gobernabilidad que establece la Constitución provincial?
—Sí, pero el Frente Progresista respetó
la literalidad y las reglas de juego. Ahora bien, si tomamos como
ejemplo la reforma tributaria (empantanada en la Legislatura) se
demuestra cuán difícil se hace para un gobierno tener iniciativas con
ambas Cámaras en manos de la oposición. En el sistema nacional y en los
cuerpos municipales se renuevan por mitades o tercios cada dos años, lo
que permite continuidad institucional y variación de mayorías pero es
muy difícil sostener que un gobierno tenga una situación adversa todo el
mandato.
—¿No es esto volver a la boleta sábana?
—El elector debe marca con una cruz el
gobernador y la lista de diputados. Si no lo hace, se considera que votó
en blanco la categoría no marcada. No sé por qué algunos ponen el grito
en el cielo por algo que ya hemos argumentado. Argumento jurídico,
porque la propia ley exige que para oficializar algunas candidaturas
vayan acompañadas de otras. Decimos que entre ellas haya una
identificación programática, de colores de rango en la misma papeleta.
En una elección se disputan votos, pero también propuestas, programas
concepciones conceptuales, filosóficas... Es lícito plantear sin
desnaturalizar modos de identificación entre la lista de legisladores y
la fórmula gubernativa en el rango en que es distrito único en la
provincia.
—¿Pablo Javkin (autor de la ley de boleta única) piensa que podría ser un retroceso?
—No leí lo que dijo Pablo por lo que no
corresponde que hable de ello. Retroceso, ¿respecto de qué? ¿Cuál sería
el punto en el que se retrocede? Se mantienen los estatus políticos
pero se materializa un enfoque diferente, y es que los diputados estén
identificados con la fórmula. Incluso así como está no favorece a
quienes ganen en las Cámaras. La atomización de los propios bloques (no
digo que la ley lo arregle a eso), tampoco es buena.
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