La decisión se conoció ayer. El
legislador reemplazará a Leandro Corti que renunció tras las discusiones
por la sede para jugar el partido entre Central y Patronato de Paraná.
Sigue gran parte del equipo que acompañó al funcionario anterior. Asume
el lunes a las 10,30.
Raúl Lamberto fue designado ayer
Ministro de Seguridad de la provincia. La decisión del gobernador se
hizo pública pasado el mediodía después de sopesar la conveniencia de
cubrir la vacante dejada por la renuncia de Leandro Corti, antes o
después del partido entre Rosario Central y Patronato de Paraná que fue
el motivo desencadenante de la primera baja en el gabinete provincial.
Con Lamberto, Antonio Bonfatti se garantiza lealtad absoluta, capacidad
de trabajo, honorabilidad y el respeto de la clase política. Rubricaría
el acierto en la designación un conocimiento y mando de la fuerza
policial que sólo se sabrá si lo tiene con el desarrollo de la gestión.
El "Pato" es un militante desde los orígenes del Partido Socialista, fue
concejal, secretario de gobierno municipal, diputado provincial, y es
graduado en Derecho, uno de los elementos que el gobernador había
anticipado como requisito para ocupar el cargo. Junto a él, continuarán
en el cargo prácticamente el staff del ministro saliente, con la única
excepción de Rafael Colombo que paga con su despido la sobre-exposición
en los días de las marchas y contramarchas por la disputa de un partido
del ascenso. Con Lamberto el gobierno intenta salir del pozo en el que
cayó por los desatinos a la hora de programar un partido de fútbol,
levantando el perfil del Ministro que deberá demostrar su capacidad
frente a la inevitable comparación a la que se verá sometido después de
la breve y reconocida gestión de Corti, quien en apenas seis meses
impuso una impronta que dejó al descubierto las limitaciones de sus
predecesores.
"La política de seguridad la dicta el Gobernador", repiten
incansablemente alrededor de Bonfatti, pero más allá del costo que
acarreó la salida de Corti, nadie sintió que se quitaba un peso de
encima el gobierno, como sí sucedería con más de un ministro que sigue
plantado en el gabinete.El "pato de la boda" fue Corti, y este "Pato" (Lamberto) pretende dar vuelta la hoja rápidamente y que la discusión se reencause en torno de la seguridad y no de nombres de Ministros, bravatas de dirigentes de fútbol o cacerolazos de baja intensidad. El nombre de Lamberto comenzó a circular apenas renunció Corti, pero fue "desalentado" por algunos Ministros de máxima confianza del gobernador por si el diputado se negaba a dejar su banca para asumir un desafío impar como hacerse cargo del Ministerio más complicado y de más alta exposición. Lamberto fue uno de los integrantes del "lobby canaya" que logró convencer al gobernador que debía darse lugar al cambio de sede del partido para que se jugara en cancha de Colón. Junto a Miguel Lifschitz, y especialmente Eduardo Di Pollina, se reunieron y hablaron más de una vez hasta que Bonfatti emplazó a Corti para el cambio de fecha y lugar. En una de esas charlas surgió la primera aproximación al cargo, "vas a tener que hacerte cargo" le dijo uno de los participantes del encuentro a Lamberto cuando se especulaba que el cambio de una decisión anunciada como "irrevocable" por el Ministro acarrearía su renuncia.
Pasaron un par de días, no era la primera opción, pero sí la más segura. Lamberto sabe que es un cargo con mucho o todo para perder y poco que ganar. Pero sabe también que a esta altura de su vida política puede ser una ofrenda final al socialismo, o bien otro punto de partida. Quién le negaría futuro político a un funcionario que logre bajar el nivel de delincuencia, conflictividad social y sea reconocido por su trabajo y éxito en pro de la seguridad. No será sencillo, y el primer desafío será encolumnar la fuerza y mandar la tropa. Las vacilaciones de la gestión Hermes Binner en el área habían dado paso a decisiones enérgicas y estructurales en la gestión de Bonfatti. Y más allá de su salida accidentada del gobierno, Corti goza del reconocimiento de sus colegas y hasta del propio gobernador. El despacho que ocupará Lamberto le ha quedado grande a más de un Ministro, no parecía ser el caso de Corti, y sería bueno que para el bien de los santafesinos le quede "chico" al nuevo ocupante.
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