Unión tiene listo el proyecto y lo presenta
La dirigencia tatengue
presentará la semana que viene, en sociedad, el proyecto de ampliación
de su estadio que, como medida prioritaria, contempla la ampliación del
sector sur con la construcción de una bandeja que se convertirá en la
nueva Techada. El Litoral anunció hace un tiempo el proyecto en su
totalidad.
Le queda chica su casa a Unión. Los casi 19.000 socios, la campaña
deportiva y el crecimiento demográfico hicieron que un estadio que fue
reconvertido hace más de 35 años y que, a excepción del codo sudeste de
mujeres construido por Malvicino, no tuvo otra alteración, ahora tenga
por fin la chance de entregarle mayores comodidades y seguridades a una
hinchada que ha crecido.
Unión se estaba debiendo este
desafío de cambiar el 15 de Abril. No es un lujo, no es un gasto, no es
un berretín. Se trata de una estricta cuestión de necesidad como
consecuencia no sólo de que la cancha ya le está quedando chica a su
propia gente (por algo no se venden más entradas populares y sólo
ingresan los socios), sino porque el gran problema de Unión es la
ubicación de la hinchada visitante y los eventuales y potenciales
problemas de seguridad que se pueden plantear.
El último
clásico ha sido el gran ejemplo, pero no el detonante. Luis Spahn ha
sido mesurado y sincero en sus dichos, aun cuando cuatro días después
del partido concurrió a la Municipalidad para hablar con el intendente.
Reconoció las limitaciones que tiene el estadio. Y que algo se debe
hacer.
El problema es económico. Unión no tiene hoy 10 ó 12
millones de dólares para llevar adelante todo el proyecto (que contempla
la remodelación de los cuatro sectores). Ni siquiera tiene para empezar
y por eso busca el financiamiento a través de tres fuentes: 1) el mismo
hincha que quiera adquirir su palco o platea por cinco o diez años; 2)
la AFA; 3) el Estado.
La gente puede responder pero no para
pagar la totalidad de la obra, aunque se haga en etapas. Se necesita una
ayuda que al menos permita iniciarla mientras se espera que el hincha
comience a entusiasmarse. El gobierno provincial no le ha dado a Unión
esa ayuda que Colón y Rafaela, con justicia, recibieron en los últimos
tiempos. Por eso, se golpean sus puertas a la espera de que algo le
llegue. No sólo será para el bienestar de sus hinchas, sino también para
que un estadio dudoso en cuestiones de seguridad, brinde otro tipo de
comodidades y de tranquilidad a quienes concurran.
La primera
parte prevé remodelar 273 palcos y 1.436 plateas bajas existentes, pero
además se agregarán 1.113 butacas de palcos y 2.480 plateas altas
nuevas en la bandeja superior, con lo cual el sector sur tendrá una
capacidad aproximada de 5.000 lugares, que comprenden 114 cabinas.
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