“El gobierno argentino no es
progresista. Si no, disminuiríamos el número de pobres, aumentaríamos la
inclusión social, mejoraríamos los indicadores educativos, tendríamos
crecimiento de la atención de los derechos sociales”, dijo Binner
durante una entrevista con la agencia alemana DPA en Madrid.
El ex gobernador santafesino y
líder del Frente Amplio Progresista (FAP), Hermes Binner, criticó a la
presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a la que ve “populista” como
Carlos Menem y ajena a los problemas sociales, al tiempo que expresó un
rotundo “no” a la reforma de la Constitución.
“El gobierno argentino no es
progresista. Si no, disminuiríamos el número de pobres, aumentaríamos la
inclusión social, mejoraríamos los indicadores educativos, tendríamos
crecimiento de la atención de los derechos sociales”, dijo Binner
durante una entrevista con la agencia alemana DPA en Madrid.
“Hoy, de acuerdo al informe del
Observatorio de la Iglesia, hay un 25 por ciento de pobres, de los
cuales el siete por ciento es indigente”, manifestó durante la
entrevista al margen del congreso Progreso Iberoamericano, que reunió a
un grupo de políticos progresistas y se clausuró el viernes en la
capital española.
“La mitad de los niños viven en esos
hogares pobres. Tenemos un millón de jóvenes que ni estudia ni trabaja.
Si esos indicadores no nos conmueven...”, añadió el socialista.
Binner fue enfático en negarle el
sello de “progresista” al gobierno de Cristina, quien destaca con
insistencia el crecimiento “a tasas chinas” del país en los últimos
años.
“No compartimos espacio de
progresismo. Las acciones que llevan adelante no son acciones
progresistas. El gobierno argentino no es progresista. La señora
presidenta habla mucho de economía, pero nunca se refiere a lo social”,
asestó el ex gobernador.
El dirigente ve una coincidencia
importante entre los gobiernos peronistas de Carlos Menem en los 90 y el
de los Kirchner en los últimos años.
“Los dos son populistas, con la
diferencia de que uno vendía las empresas del Estado y el otro las está
comprando. Pero nadie piensa en la eficiencia del servicio”, acusó.
Binner rechazó con contundencia la
posibilidad de una reforma constitucional en Argentina: “No vamos a
apoyar ningún proyecto de reforma de la Constitución, porque creemos que
no se cumplen las constituciones anteriores. El problema no es la
Constitución. El problema es la voluntad republicana de cumplir la
Constitución. No soy partidario de reelecciones indefinidas, en
absoluto”.
Construcción. El líder del FAP adelantó
que la oposición está trabajando para la construcción de un bloque con
un único objetivo: llegar al gobierno dentro de cuatro años. “Estamos
trabajando para tener propuestas alternativas a las del oficialismo”,
dijo, y no descartó la posibilidad de aliarse con la Unión Cívica
Radical (UCR) a nivel nacional en el futuro: “Yo creo que es posible.
Estamos en la idea para que haya acuerdo”.
Pese a la contundente derrota ante
Cristina en los comicios generales de 2011, Binner dijo sentir la
confianza de la gente, que en sólo tres meses de campaña le aportó unos
cuatro millones de votos en las urnas.
“Eso está hablando de que hubo o hay
un espacio que no tenía representación política y que ahora lo tiene. Y
eso entusiasma hacia el futuro, tenemos una población que ha creído en
nosotros y es nuestra fortaleza”, dijo Binner, quien aseguró sentirse
“personal y políticamente” con fuerza para disputar mayores espacios
durante los próximos cuatro años de gobierno kirchnerista.
“Lo que queremos es el gobierno, y nos preparamos para ello”, enfatizó Binner.
El ex gobernador adjudicó “la mayor
responsabilidad al Estado” en la reciente tragedia ferroviaria en Buenos
Aires, que dejó 51 muertos y 700 heridos y puso en el punto de mira la
concesión de los servicios ferroviarios a empresas privadas. “Tiene que
haber un Estado eficiente, y no lo hay. Eficiente en el control de los
contratos establecidos en su momento. Que haya un control de lo que ha
ocurrido en la privatización. Los dos (el gobierno y la empresa) tienen
culpa. Pero veo la responsabilidad de parte del Estado”.
Binner fue muy crítico con lo que
está sucediendo con la corrupción en el país. “Hay casos de corrupción
que no se investigan, y todos pasan por el mismo juez y por una Justicia
que se encoge de hombros. Y entonces viene otro hecho mayor y tapa al
anterior, y así seguimos”.
También se refirió al acto en
Rosario por los 200 años de la bandera. “Me pareció un acto en el que se
confundió la bandera nacional con toda la impronta negriblanca del
justicialismo. La presidenta se puso a llorar, por supuesto recordaban a
su marido. Bueno, qué decir”.
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