Los familiares de Marcos Rivero, el muchacho muerto en septiembre pasado cuando intentaron robarle su moto, marcharon anoche por la zona oeste para renovar su reclamo de justicia y el esclarecimiento del crimen.
Los familiares de Marcos Rivero, el
muchacho muerto en septiembre pasado cuando intentaron robarle su moto,
marcharon anoche por la zona oeste para renovar su reclamo de justicia y
el esclarecimiento del crimen.
La marcha se hizo a tan sólo cuatro días de que los
deudos de Marcos se reunieran con el ministro de Seguridad de la
provincia, Leandro Corti, quien se comprometió a interceder para que la
causa avance en su resolución. Sin embargo, la familia dijo que aún no
obtuvo una respuesta fehaciente de lo sucedido en la fatídica mañana del
7 de septiembre, en la que Marcos, de 21 años, fue emboscado y muerto
por dos personas que iban en otra moto.
Marcos estaba casado y tenía una nena de cuatro
meses. Con esfuerzo se había comprado una casa en la zona oeste, a media
cuadra del domicilio de sus padres. La madrugada del 7 de septiembre su
vida se apagó en forma cruenta cuando iba a trabajar en su Yamaha
Cripton negra a una fábrica de helados. En el cruce de Larrea y Forest
fue emboscado por dos maleantes que intentaron robarle el vehículo. El
muchacho al percatarse de eso salió disparado con su propia moto para
evitar el atraco, pero mientras escapaba recibió un proyectil que le
perforó el riñón derecho y lo mató.
"Yo sé quiénes son los tipos que mataron a mi hijo",
dijo el padre de Rivero en una entrevista con este diario y se lamentó
de que los dos hombres apuntados todavía no hayan sido localizados por
la policía. También se quejó porque la causa judicial en la que se
investiga el crimen, según dijo, "está estancada".
Por eso, la familia sigue reclamando justicia y un
pronto esclarecimeinto de los hechos que terminaron con la vida de
Marcos, un muchacho sin antecedentes penales, con un trabajo estable y
una familia detrás que no está dispuesta a olvidarlo.
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