Referentes de la Campaña Nacional por el Aborto y de la ONG PorVenir detallaron sus posturas respecto del lugar que tiene la mujer y su posibilidad de decidir sobre su cuerpo y su gestación.
El debate sobre la legalización o despenalización del aborto es uno de los temas más candentes que entrarán en discusión cuando pasen las elecciones nacionales. Desde hace muchos años distintas organizaciones feministas vienen reclamando el derecho de las mujeres sobre sus cuerpo y, en paralelo, entidades pro vida se preparan para defender el derecho a nacer. Mientras en Santa Fe aún no está garantizado el acceso al aborto no punible en los casos establecidos en el Código Penal, el país se enfrenta a la discusión sobre la posibilidad o no de permitir que la mujer decida sobre su maternidad. Paula Condrac, integrante de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito (CNALSG), y Eduardo Armas, referente de la ONG provida PorVenir, dialogaron con Diario UNO sobre sus posturas y la importancia de llevar a la población la información necesaria para que puedan decidir qué iniciativa apoyar. “Desde PorVenir y otras instituciones para la ayuda y el acompañamiento a las madres en conflicto con su embarazo, planteamos que frente al drama de un embarazo no buscado, de una violación, de una situación económica precaria, de un embarazo riesgoso, no sólo es injusto, sino también ilícito e incoherente proponer a la mujer el aborto como falsa solución”, explicó Armas y agregó: “Como sociedad, y sobre todo el Estado, debemos darle a las mujeres en esa difícil situación una real solución, que vele por el resguardo de su vida y su salud, y también que proteja al ser humano concebido en su seno. Nunca una situación dolorosa puede intentar resolverse con más dolor. Nunca una muerte es solución”. Por su parte, Condrac destacó que desde la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito se trabaja en un plan amplio que va más allá de sólo garantizar el acceso de las mujeres al aborto. “Trabajamos con una consigna integral: «Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir». Entendemos que el Estado debe tomar la responsabilidad de la educación sexual integral (ESI) para que varones y mujeres conozcan sus cuerpos y su fertilidad, y también sus derechos sexuales y reproductivos”, sostuvo y añadió: “Deben existir métodos anticonceptivos al alcance de todos y todas, para que la maternidad sea una feliz elección y no un destino impuesto e inexorable”. En ese sentido destacó que la propuesta concreta es despenalizar y legalizar el aborto para que las mujeres que decidan interrumpir su gestación hasta las 12 semanas tengan atención segura y gratuita en todos los hospitales y obras sociales, sin arriesgar su vida y su salud. Y que ese plazo puede ampliarse si hay riesgo para la vida o salud de la mujer, por malformaciones fetales graves incompatibles con la vida, o en caso de una violación. Además exigen el cumplimiento efectivo de los derechos sexuales y reproductivos, la aprobación del misoprostol (droga que se utiliza para inducir abortos en las primeras semanas de embarazo) para uso obstétrico y la implementación de consejerías pre y post aborto en los hospitales públicos. Garantizar el laicismo Sin dudas el del aborto es un tema que pone sobre la mesa creencias y valores. Sin embargo, desde CNALSG y PorVenir coincidieron en que sus posturas no pueden estar marcadas por cuestiones religiosas. “La cuestión de la vida, antes de ser religiosa, es una cuestión natural, que hace a nuestro humanismo, a nuestro ser humano”, remarcó Armas. Y siguió: “No es necesario ser religioso para constatar que desde el momento mismo de la concepción, está creciendo un nuevo ser humano, totalmente distinto y único, y que como Estado debemos garantizar la plena titularidad y ejercicio de sus derechos, sobre todo, el derecho fundamental y primero a la vida, sin el cual no se puede gozar de ningún otro. Eso es lo que garantizan y amparan los Tratados Internacionales de Derechos Humanos con fuerza constitucional que Argentina suscribió”. Al respecto, Condrac insistió en la necesidad de un Estado laico, como garantía de la libertad de credo de los ciudadanos para actuar según sus propias creencias. “La defensa del derecho al aborto es una causa justa en razón de su contenido democrático y de justicia social que asegura el goce de los derechos humanos a mujeres hoy privadas de ellos”, marcó.
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