Dejó la Fundación de Madres, pero niega que haya sido por una pelea con Hebe de Bonafini. Acusa a Sergio de “parricida” y de no poder justificar su patrimonio.
Esta semana, María Alejandra Bonafini volvió a la rutina que debió abandonar cuando se desató el escándalo con Sergio Schoklender y su alejamiento de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. La hija de Hebe Bonafini se había hecho cargo en junio de la tarea que hasta el momento tuvo Schoklender como apoderado. Sin embargo, el viernes de la semana pasada, decidió poner fin a este rol. “Limpié, organicé y encaminé. Esas son las tres cosas fundamentales con las que cumplí”, señaló María Alejandra a mitad de semana. La hija de la titular de la fundación volvió a su trabajo, pese a que tiene un cargo como planta permanente en el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires. Está nombrada allí desde hace 22 años. En la actualidad trabaja en comisión en la Subsecretaría Social de Tierras, que depende del Ministerio de Infraestructura bonaerense comandado por Cristina Alvarez Rodríguez. “Es una persona de la que nadie puede quejarse, que trabaja de una manera muy profesional y que no le gusta que la identifiquen. Prefiere conservar el perfil bajo”, explicaron a PERFIL sus compañeros.
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