El crimen de Luis Enrique Rivero de 18 años, durante la tarde noche del jueves, fue el disparador que terminó con el esclarecimiento del homicidio de Cristian Salas de 31 años, asesinado a machetazos durante la noche del jueves 8 de marzo, a la altura el atracadero de la balsa por la ruta nacional 168. La novia de la víctima se quebró y contó que fue lo que pasó.
Tal como lo anticipamos en la edición de la fecha de Diario UNO de Santa Fe, la víctima del crimen sucedido ayer minutos después de las 19,30 sobre la avenida Mosconi al 1.700 de barrio Alfonso identificado como Luis Enrique Rivero de 18 años, e impactado con cuatro balazos de pistola calibre 3.80 que terminaron con su vida, es la misma persona que venia siendo investigado como presunto autor del homicidio de Cristian Salas de 31 años sucedido cerca de la medianoche del último jueves en un descampado a la vera derecha del atracadero de la balsa.
La investigación policial
La historia sobre este crimen arranca el viernes 9 de marzo cuando promediaba la mañana y con un llamado telefónico alertó a los vigilantes del tercio de guardia de la central de emergencias 911, anoticiándolos sobre la existencia de un cadáver tirado sobre la margen derecha de la ruta nacional N° 168 a la altura del atracadero de la balsa. Minutos después de conocida la novedad arribaron al lugar agentes policiales de diversas jurisdicciones, e inclusive el subjefe de la UR I La Capital, comisario inspector Tomás Salomón y los pesquisas policiales de la división Homicidios.
Un rompecabezas de difícil armado
El cadáver de un hombre joven asesinado de más de diez machetazos que estaba tendido boca arriba, semidesnudo y sin ningún documento que acredite su identidad, en una jornada de cielo diáfano y sol radiante, a la vera de la ruta nacional 168, era el cuadro truculento de un homicidio aberrante que aparecia como de muy difícil resolución.
El informe del médico policial
El profesional fue el responsable de la constatación del estado del cadáver, que fue impactado con más de 10 machetazos distribuidos entre la cabeza, el tórax, la espalda y los brazos, y que fueron la segura causa que le produjeron la muerte a la víctima.
Los peritajes de rigor
A su turno, los agentes de la Policía Científica fueron los responsables de los peritajes criminalísticos de rigor: huellas y rastros, planimétrico, fotografía y el informe médico policial sobre el estado del cadáver y la probable causa de muerte.
Un rompecabezas de difícil armado
Sobre el mediodía del viernes 9 de marzo se conoció la identidad de la víctima el crimen, Cristian Salas de 31 añoss, un pesquisa de unidades especiales después relacionó un llamado telefónico que tenía como destino la central de emergencias 911 de la ciudad de Santa Fe con uno que fue recibido en la central del comando radioeléctrico de la ciudad de Paraná, adonde recepcionaron un aviso hecho con un teléfono celular con el prefijo 0342 adonde un tal Rivero afirmaba que había una persona herida en inmediaciones del atracadero de la balsa por la ruta nacional 168.
Las cuestiones geográficas y tecnológicas
Porque el llamado con pedido de auxilio fue recibido en la sede del comando paranaense y no de la ciudad de Santa Fe, eso estuvo motivado en razones pura y exclusivamente geográficas, demostrables y demostradas.
Asistido en el hospital Cullen
Pero esa misma noche, y según figura en los asientos de registros de personas ingresadas heridas al hospital Cullen, Luis Enrique Rivero de 18 años, ingresó con heridas en los brazos y en las manos en ese nosocomio público. Ayer, después del crimen de Rivero, su novia dijo que el había matado a Salas hacia una semana en el atracadero de la balsa cuando éste intentó propasarse con ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario