viernes, 16 de marzo de 2012

STA FE: Martínez Dorr: “A esos hechos los realizó un homónimo mío”

El ex agente de la Brigada de Explosivos de Santa Fe, Roberto José Martínez Dorr, amplió su defensa en el juicio que se le tramita en el TOF por secuestro y torturas. Dijo que la víctima lo confundió con Oscar Roque Martínez.

“Voy a reiterar lo que ya declaré. Yo soy ajeno a los hechos que se investigan. Mi destino era la sección Brigada de Explosivos del Comando Radioeléctrico. Nunca trabajé en la Comisaría 1ª, ni participé de ningún tipo de grupos de tareas. Yo estoy convencido de que lo que dice Aguirre es cierto y que fue apremiado. Pero esos hechos fueron realizados por un homónimo mío. Yo estoy convencido de que el autor material de los golpes y del secuestro fue Oscar Roque Martínez, quien había sido policía y para ese momento ya era PCI”.

La frase pertenece a Roberto José Martínez Dorr, el ex policía que está siendo juzgado en el Tribunal Oral Federal de Santa Fe por el secuestro y tortura de Froilán Aguirre, ocurrido en diciembre de 1976, cuando pertenecía a la Unión de Estudiantes Secundarios.

Encuentros en Las Flores
Ayer, el imputado pidió ampliar su declaración y la jueza María Ivon Vella le concedió la palabra. Con una progresión en su relato llamativa en comparación con su deteriorado estado de salud físico, Martínez Dorr volvió a insistir en la estrategia de defensa que alega desde la etapa de instrucción de la causa: que Aguirre confundió la identidad de su secuestrador.

El resultado fue una exposición que si bien poco aporta de nuevo a su propia exculpación, suma detalles que amplían la información existente sobre la estructura de la policía santafesina durante la última dictadura militar y que podrían ser una nueva puntada en las investigaciones que se instruyen en la Justicia federal y para los querellantes.

Además de señalar a Oscar Roque Martínez, ex PCI (Personal Civil de Inteligencia) y ex integrante del Departamento Informaciones de la Policía de Santa Fe (D-2) en la década del 70, como autor del secuestro y tortura de Froilán Aguirre, Roberto José “Morrongo” Martínez Dorr detalló los encuentros mantenidos con el ex policía e integrante de la patota santafesina, Héctor El Pollo Colombini, en el pabellón de los represores en la cárcel de Las Flores.

Una patota conocida
Según expresó ayer el imputado, en esas conversaciones, Colombini le reconoció los hechos, pero que se negó a confesarlo a la Justicia. “Mientras se tramitaba la causa Brusa (entre septiembre y diciembre de 2009), yo estaba detenido en el pabellón de represores de la cárcel de Las Flores. Allí llevaban a los imputados de la causa Brusa las tardes previas a las audiencias. Y fue entonces cuando mantuve las conversaciones con Colombini. Le exigí que se hiciera cargo de esto. Primero me dijo que sí, pero luego la conversación empezó a subir de tono hasta que me dijo: «mirá, yo al cabezón no lo puedo mandar en cana», en referencia a Oscar Roque Martínez”, expresó el imputado.

Y continuó: “Durante la dictadura, todos sabíamos quiénes integraban la patota, pero eso no estaba documentado en ningún lado. Recién en el 2010, cuando la presidenta Kirchner abre los listados de Personal Civil de Inteligencia teníamos cómo probar la participación de Oscar Roque Martínez. Había dos clases de policía, la legal y la clandestina. Yo sólo recibí y acaté órdenes de prevención y de apoyo a situaciones de seguridad urbana y siempre estuve uniformado”.

Mención especial
Aprovechando la disposición de Martínez Dorr para responder preguntas, la fiscalía y la querella ahondaron en cuestionamientos sobre cómo estaba estructurada la policía en los años de plomo. En este sentido, Martínez Dorr, subrayó “la clara diferencia de tareas” que existía entre la Brigada de Explosivos y el Comando Radioeléctrico, si bien la primera formaba parte de la segunda. Y también profundizó en detallar las diferencia entre esas unidades y el servicio de inteligencia de la policía santafesina durante la dictadura, más conocido como Departamento Informaciones (D2).

“La Brigada de Explosivos era una sección del Comando Radioeléctrico, no eran órganos de igual jerarquía. A la Brigada la integrábamos ocho o nueve personas, mientras que el Comando tenía más de 100 agentes. A la Brigada nos encargaban –por ejemplo– revisar un lugar público antes de que se realice un evento. A veces, también debíamos estar presentes mientras se desarrollaba el mismo. En el caso del operativo de calle Martín Zapata al 2.500, a nosotros sólo nos encargaron trazar un perímetro. No escuchamos ni un solo tiro. Al otro día, me enteré por los medios que había habido un enfrentamiento”, recordó Martínez Dorr.

Durante ese procedimiento, realizado el 6 de septiembre de 1976, en el que fueron asesinados Luis Vuistaz y Miguel Ángel Fonseca y fue secuestrada Vilma Pompeya Gómez. Días después de aquel episodio, el imputado y otros integrantes del Comando Radioeléctrico recibieron una mención especial por su colaboración.

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