sábado, 17 de marzo de 2012

INFORME: La psicología en Facebook: cada foto, un estado de ánimo

Las redes sociales, objeto de estudios sociológicos, dicen cómo cada persona elige mostrarse ante los demás. Opina un profesor de EE.UU.

 

En verano, en la playa; en invierno, en la montaña. Las fotos de perfil que se utilizan en redes sociales como Facebook nunca están libradas al azar; o casi nunca. En cada foto elegida, el usuario está intentando contar algo: dónde está, con quién, dónde fue, por qué, qué siente, qué le interesa. A su vez, la foto intenta construir una identidad “ideal”, el modo en que ese usuario quiere ser visto por los demás.
En la actualidad, el espacio virtual sirve como un escenario en el que se pueden resaltar –o esconder– rasgos de la imagen propia y la personalidad con los que cada uno quiere ser reconocido. Y todo tiene una explicación, una razón de ser, un motivo.
Dylan Wittkower, profesor del departamento de Filosofía de la Universidad de Old Dominion University (Virginia, Estados Unidos) y coautor y editor del libro Facebook and Philosophy, da cuenta de qué significan las distintas fotos de perfil que eligen los usuarios. Por ejemplo, quienes eligen fotos que sólo muestren un detalle de su cuerpo sostiene que “no dan la cara, pero muestran una porción del cuerpo o una actitud con la que se busca destacar un rasgo del que se está satisfecho”, como puede ser un tatuaje.
Acerca de quienes posan con amigos o familiares, dice que quieren “demostrar vida social y dar pruebas de determinados sucesos”, como una incipiente relación o el nacimiento de un hijo.
En tanto que cuando se muestra a una persona en primer plano, dice que “tienden a ser imágenes distorsionadas por la cercanía de la cámara, tomadas en un contexto laboral o de ocio”. Los perfiles de las redes sociales, en síntesis, pueden reflejar estados de ánimo, vínculos sociales, creencias políticas o religiosas, así como también sirven de espejo para dar cuenta de dónde estamos, cómo estamos y con quién estamos. El amplio alcance de las mismas hacen que, en un solo posteo, alcancemos un gran conjunto de amigos –o desconocidos– a los que no podríamos acceder, en simultáneo, en la vida real.
Wittkower agregó que “la manera en que actúo con mis alumnos es, y debe ser, muy diferente a mi forma de actuar con mis hijos o mis compañeros de trabajo. Qué aspectos de mí mismo revelo a ellos es parte del rol diferente que estoy jugando”, manifestó ante la consulta de ese diario.
“Entendemos a Facebook como una extensión de nosotros mismos, un espacio propio, un lugar donde nos encontramos, que nos representa, no sólo una imagen nuestra sino un espacio en el que habitamos. Por ello es que la foto de perfil ocupa un lugar jerárquico en el perfil”, explica Clara Ciuffoli, licenciada en Comunicación y una de las autoras del libro Facebook es el mensaje. Para ella, la elección de la foto de perfil puede ser tanto estética como narrativa. En el primer caso, la autora se refiere a una “ambición artística” representada en una foto, que haga foco en un ángulo de nosotros mismos y nos muestren por fuera del registro habitual. Por otro lado, la foto utilizada como estrategia narrativa tiene una “función indicial”, mostrar que se estuvo en cierto lugar o acontecimiento, acompañado de ciertas personas. La pregunta es, hasta qué punto hay necesidad de contar y mostrarlo todo.
En la Argentina, más de 11 millones de personas utilizan Facebook, y permanecen un promedio de 8 horas mensuales. Las redes sociales son espacios donde los usuarios pueden distraerse (viendo fotos, por ejemplo), pero también donde pueden establecer relaciones laborales o amorosas. Es por eso que, a la hora de elegir una foto de perfil, algunos utilizan distintas imágenes en Facebook, Twitter o LinkedIn, por ejemplo. Porque, como en la vida real, en Internet también podemos ser una persona distinta en cada espacio.
Así lo entiende el filósofo Darío Sztajnszrajber, para quien la tecnología sirve como soporte donde plasmar la “multiplicidad de identidades que somos”; y asegura que, así como en Facebook algunos cambian sus fotos recurrentemente, también lo hacemos en la vida real, porque no somos los mismos cuando vamos a una entrevista de trabajo o cuando estamos con nuestra pareja. Por ese motivo considera injusto “culpar” a las redes sociales de generar un rasgo de inautenticidad, ya que “los seres humanos somos un conjunto de rostros, y ese conjunto de rostros cambia de acuerdo a distintas situaciones; y es el conjunto que hace a nuestro yo”, explicó a PERFIL.

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