miércoles, 14 de marzo de 2012

MARTINO ARMA SU NEWELLS SIN VENDER HUMO NI ESPEJITOS DE COLORES

Si hay un rasgo que caracteriza a la gestión de Gerardo Martino es que desde que desembarcó en el Parque siempre apeló a la mesura absoluta a la hora de declarar, y por sobre todas las cosas en el momento de tomar las decisiones futbolísticas jamás se apartó un centímetro de esta lógica realista.

Siempre remarcó que la misión que había por delante era compleja, porque el plantel era corto y sólo se podían contratar dos refuerzos (la dirigencia dilapidó la chance de un tercer cupo), con el agravante de que la billetera era escasa. "Newell\'s no está para campeón y puede ganar y perder contra cualquiera", fue una de las frases del Tata luego de la victoria del viernes ante Colón, algo que Ovación hizo mención en sus ediciones de domingo y lunes. Así el DT arrancó y continúa inmerso en un baño de realidad absoluta, algo que sólo él tiene espaldas para sostener. En un ambiente donde se prometen campañas salvadoras, esquemas tácticos revolucionarios, cantidad de puntos a cosechar, donde los entrenadores suelen asumir el rol de estrellas y colgarse las medallas de los triunfos, el conductor rojinegro se paró en la vereda de enfrente y con un perfil bajo siempre habla de que su equipo está en formación y que hoy no es ni más ni menos que nadie.
¿Qué otro técnico puede blanquear que su equipo no escapa a la mediocridad de la mayoría? Y el Tata lo hace sin recibir la reprobación unánime de los hinchas que siempre sueñan con más, ni de los propios jugadores, los cuales suelen tener endulzados los oídos con los conceptos que les dispensan sus respectivos técnicos. Martino dice lo que piensa y actúa en consecuencia. Esto no quiere decir que Martino no confíe a muerte en sus jugadores, ya que en caso contrario no hubiera asumido el desafío. Sobre todo el DT es consciente de que el objetivo de este Clausura es llegar sin sobresaltos a la orilla y no tener riesgo de pánico con el oleaje traicionero del promedio. Por ahora, si bien van apenas cinco fechas, la ecuación va cerrando.
Así este torneo desde lo futbolístico es de transición. Estará destinado a la reconstrucción de una identidad futbolística que hace rato se perdió. Por eso el DT busca consolidar la línea de cuatro defensores, tener fijo y como rueda de auxilio a un clásico volante tapón, conseguir tenencia y salida prolija con los volantes internos, abrir la cancha con jugadores rápidos y de buen pie y tener un nueve con movilidad permanente. La premisa es cuidar la pelota como el oro y llegar a posiciones de ataque con la mayor cantidad de jugadores posible.
Hasta junio el Tata sabe que no hay otra que arremangarse y arreglarse con lo que hay. Por eso será vital sumar lo máximo posible para mantener la distancia que todavía existe con los que están más comprometidos con el promedio (más allá de que haya reestructuración de los campeonatos). Y en el receso ir por esos jugadores ex Newell\'s que prometieron volver. Claro que en la mediocridad del fútbol local cualquier equipo que gane cuatro partidos seguidos se encontrará prendido arriba. Y la Lepra no escapa a esa regla. Pero Martino va paso a paso, con la realidad como bandera y sin discursos tribuneros. El Tata arma su Newell\'s para superar la coyuntura y luego habrá tiempo para ir por más. Mientras, los pibes que pone le responden y así el camino será menos sinuoso.
Arranque parejo
Hasta ahora la campaña leprosa refleja el pensamiento que tiene el Tata Martino respecto a que el equipo puede ganar y perder en dosis similares. Porque venció a Argentinos y Colón, empató con Estudiantes y perdió con Boca y Belgrano. Metió cinco goles y le hicieron la misma cantidad. Igual los números, siempre partiendo de dónde venía el equipo, por ahora son positivos. Queda mucho terreno por delante y será clave volver a ganar en el Coloso.

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