lunes, 15 de octubre de 2018

El ingrediente que te ayudará a destacar entre una multitud

Hoy en día estamos bombardeados de información. Cada vez hay más y más personas exponiéndose en redes sociales, vendiendo sus productos o servicios, promocionando sus negocios, haciéndose marca. Todos quieren tenerte entre sus contactos, ganar tu atención y convertirte en cliente. Eso está excelente, el problema es que nos sentimos saturados.
En ese punto me pregunto ¿Cómo hacernos un lugar en un espacio plagado de tanta gente haciendo lo mismo? Y ¡Zas! Me salta la respuesta a la vista: Autenticidad. Porque la mayoría de los que están enloquecidos por atención no están pensando en brindar valor a otras personas, ni siquiera en transmitir un mensaje significativo.
Este post he querido hacerlo diferente, más “como se salga”. Hoy quiero manifestar mi sentir acerca de lo que ocurre en el mundo online. Solo eso. Hablar un poco de lo que observo y de lo que hasta ahora ha sido mi travesía por estos lares.
Desde hace 4 años, aproximadamente, me ha interesado mucho el mundo del internet, tanto así que renuncié a mi trabajo como profesora para adentrarme en la experiencia 2.0 de lleno. Trabajo en una plataforma online donde presto servicios como redactora y no me ha ido nada mal, es mi sustento actual.
También he intentado llevar adelante proyectos de crecimiento personal en internet, pero debo ser honesta, han sido un total fracaso. Sin embargo, como me dijo una compañera hace poco, los fracasos son buenos, porque nos sirven para aprender lecciones que de no habernos arriesgado no hubiéramos podido experimentar. No puedo más que darle la razón.
Pero el haberme caído esas veces, me ha hecho guardar silencio y quedarme como mera espectadora de lo que ocurre en línea. He seguido a un montón de gente en las redes, personas que se hacen llamar “influencers”, he visto quienes han logrado el éxito de manera limpia y aportando contenido de calidad. También he presenciado figuras públicas que solo son famosos por crear polémica y sumergirse en el escándalo.
Entre tanto ruido decidí quedarme solo con aquellas personas o empresas que me aporten valor. Esas que conectan con la gente, aquellas que dan realmente y no tienen vergüenza de cobrar por lo que aman hacer. Me he quedado con aquellos que ofrecen una oportunidad de crecimiento real.
Al hacer mi selección, comprobé que todas esas personas, emprendedores, influencers, artistas, autores y empresarios que me encantan tienen algo en común: Son verdaderamente auténticos. No intentan llamar la atención, ni venderte humo. Son lo que son gracias a su esfuerzo y el mundo 2.0 se los retribuye con éxito tras éxito.
Además se destacan por sus dones únicos, por sus historias inspiradoras, por no querer ocultar lo que son, sino aprovecharlo para brillar. Esas son las personas que quiero seguir siempre y hacia allá apunta mi anhelo de lograr proyectos exitosos en internet.
Otro punto del que me he dado cuenta es que estos hombres y mujeres exitosos entienden muy bien hacia donde están evolucionando los mercados. Sus marcas, son marcas personales, es decir, humanas. Muestran su rostro, se sienten bien compartiendo su día a día, porque comprenden que ya las personas no solo se relacionan con un producto o servicio, sino que necesitan conocer quién está detrás de ellos. Necesitan sentir que otro ser humano, con una historia parecida a la de ellos, respalda la venta. Los consumidores cambiaron y por lo tanto las formas de consumo también.
He comprendido que quien no se muestra, quien no tiene el valor de darse a conocer por lo que es, no marcará la diferencia. Porque esto no se trata únicamente de hacer una fortuna, sino de crecer y evolucionar. Para hacer la diferencia, comprendí que ese ingrediente de la autenticidad no debe faltar por nada del mundo.
Ayer leí algo que me cautivó. Un experto en marketing online decía que cuando alguien es experto en algo, vive de eso y no le da miedo mostrar sus logros. El hecho de haberlo experimentado en carne propia es lo que te hace ser experto, no haberlo leído ni haberlo escuchado en una conferencia. El que es experto ha experimentado, ha caído, se ha levantado, ha puesto en práctica y ha logrado el éxito como consecuencia.
El problema de los vendedores de humo es ese, que no son expertos en nada, no han practicado lo que predican y ni siquiera creen en lo que dicen. Su búsqueda es ganar unos cuantos dólares a costa de engaños. Por eso hablan y no dicen nada, por eso pretenden estar dando información valiosa, pero no es así.
Quienes siguen a un vendedor de humo terminan decepcionados y estafados y lo peor es que se hacen una mala imagen de todo emprendedor en línea. Los vendedores de humo enlodan la reputación de muchos, pero afortunadamente, la gente se da cuenta pronto
Yo no quiero ser vendedora de humo, quiero hablar de mi verdadera experiencia. Ahora creo que mis fracasos anteriores fueron producto de haber pretendido ser algo que no era. Haber querido dar una imagen de algo que en verdad no estaba ocurriendo. La vida me dijo con esos fracasos que yo era mucho más grande que eso que pretendía llevar adelante, que merezco brillar por lo que realmente soy y no por lo que creo que debería ser.
He entendido que los estereotipos solo sirven para encasillar, pero si eres auténtico, ninguna etiqueta te podrá encarcelar. Por eso continúo trabajando en mí, cultivando mi verdadero ser, para poder ofrecer calidad, para no ser una máscara, para expresar el propósito de mi alma y mi misión de vida.
Ser auténtico es lo más fácil, pero cómo lo hemos vuelto complicado. Tenemos egos muy grandes y corazas bien amarradas al corazón. Eso nos impide fluir con honestidad, pero ya es hora de revertirlo. El mundo pide a gritos verdad, honestidad, sinceridad, autenticidad y convicción. Eso solo podemos lograrlo dejando caer las máscaras que con tanto esmero hemos construido, pero que ya a muchos, afortunadamente, se nos están cayendo.
Como siempre, espero tus comentarios. ¿Cómo cultivas tu autenticidad? ¿Cómo expresas tu ser en lo que haces?