Foto: Pablo Aguirre
Nancy Balza
nbalza@ellitoral.com
La conferencia de París sobre Cambio Climático despidió 2015 con un acuerdo global para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, que fue firmado por representantes de casi 200 países. Uno de los compromisos fue realizar un inventario de esas emisiones. Los municipios no están al margen de la problemática ambiental y en la región se apunta a lograr una política común en la materia.
La ciudad es coordinadora de la Unidad Temática de Ambiente y Desarrollo Sostenible (Utads) de Mercociudades y el jueves fue sede del Taller Regional para el cálculo del Inventario de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que reunió a representantes de localidades de Santa Fe y Entre Ríos. La actividad fue coorganizada por la Red Argentina de Municipios Frente al Cambio Climático (Ramcc) y el gobierno local.
Uno de los objetivos fue promover una metodología común para el cálculo de la huella de carbono, con el fin de facilitar la cuantificación del tamaño de la misma, y tener una base de comparación entre distintos municipios y a lo largo del tiempo. Conocer el tamaño de la huella de carbono permite implementar una estrategia de reducción y compensación de emisiones a través de diferentes programas.
En ese sentido, el Gobierno de la Ciudad presentó el cálculo correspondiente a Santa Fe, que elaboró a partir de datos obtenidos a través del Programa Santa Fe Cómo Vamos.
QUÉ SE MIDIÓ EN SANTA FE
Como se dijo, uno de los ejes que se plantearon para trabajar durante el año se enfoca en la necesidad de multiplicar la cantidad de municipios que realicen o se sumen al cálculo de las emisiones. Así lo expuso el subsecretario de Ambiente de la Municipalidad, Roberto Celano. Para ello se acordó realizar cuatro talleres en cada una de las ciudades que funcionan como coordinadora y subcoordinadoras de la Utads: Santa Fe, Córdoba, Esteban Echeverría (Buenos Aires) y Canelones (Uruguay). El objetivo de estas actividades es que “se utilice la misma metodología para que todos manejemos una misma unidad de medición”.
“Hay muchas ciudades que realizaron su cálculo de inventario y ese dato sirve para que, a nivel gubernamental, se puedan adoptar medidas de mitigación o reducción de emisiones”, expuso el funcionario. Santa Fe tiene su propio cálculo y la conclusión es que aproximadamente el 80 % de las emisiones son producto del transporte y del consumo de energía, y el 20 por ciento restante corresponde a residuos”.
Contar con un diagnóstico certero permite tomar decisiones: en el caso de esta ciudad y en materia de residuos, “estamos trabajando para captar los gases del relleno sanitario -no ventearlos a la atmósfera- y transformarlos en energía eléctrica”, tema sobre el que, anticipó, habrá novedades en los próximos meses. El beneficio, en ese caso, es por partida doble: se transforman los gases de efecto invernadero en energía limpia que a su vez permite reducir ese 80 % de emisiones que provienen del transporte.
El taller contó con la presencia de Ricardo Bertolino, de la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático, y de María José Sánchez Monge, coordinadora de la Red Federal de Monitoreo Ambiental, organismo que se encuentra relevando datos de diferentes fuentes a fin de tener un monitoreo centralizado de las mediciones sobre aire, suelo y agua. “Hay ciudades y empresas que miden ciertas contaminaciones, pero esos datos se guardan en cada municipio o en las secretarías de ambiente de las provincias y no son compartidos, no se conocen o no se tiene una real dimensión del monitoreo a nivel nacional”, explicó Celano.
Por esa razón, la red está realizando este relevamiento que comenzó con Santa Fe y Entre Ríos, se trasladará a otras provincias y terminará -se espera- en una base de datos on line para que tanto sectores privados como públicos puedan utilizarlo para consulta o para adoptar las medidas más convenientes.
El dato
PARA QUÉ SIRVE
- El inventario de Gases de Efecto Invernadero tiene por objetivo determinar la magnitud de las emisiones y absorciones por sumidero de GEI que son directamente atribuibles a la actividad humana en el municipio. La identificación de las fuentes clave de emisión permite diseñar y enfocar políticas e iniciativas gubernamentales para el mejoramiento ambiental en los contextos local y global.
Lo importante
CONTEXTO
- El taller regional para el cálculo del Inventario de Gases de Efecto Invernadero (GEI) se realizó en el Centro de Convenciones Estación Belgrano, en el marco de la XXI Cumbre de Mercociudades que tendrá como sede a esta ciudad entre el 23 y 25 de noviembre.
60
localidades
elaboraron hasta la fecha sus inventarios junto con la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático.
EL ROL DE LOS MUNICIPIOS
Ricardo Bertolino es ingeniero agrónomo y director ejecutivo de la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático, un espacio que nuclea a 110 ciudades -entre ellas esta capital- donde los municipios “se ponen en sintonía” con las directivas que se dan a nivel internacional sobre este tema. En diálogo con El Litoral y luego de inaugurar el taller regional, recordó que “los países firmaron un acuerdo muy importante en París donde se comprometen a bajar las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse al cambio climático”. En ese contexto, la red analiza cómo los municipios pueden sumar sus aportes.
—¿Los municipios pueden incidir sobre el cambio climático o en las soluciones para afrontar este problema?
—El 70 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero se generan en los municipios. O sea que si el municipio no toma un rol activo en esta temática, el problema a resolver va a ser mucho más complicado. Hoy las grandes empresas y las multinacionales han generado tecnologías para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en sus productos. El problema lo estamos teniendo nosotros, los vecinos, que no cambiamos nuestra actitud. Por ejemplo, para ir a un supermercado que está a diez cuadras de distancia, uno toma el auto cuando en realidad podría ir caminando o en bicicleta. Ese auto consume y genera residuos de una manera que no es sustentable. Además, se util iza la electricidad en momentos en que se podría aprovechar la luz natural. Estamos acostumbrados al derroche. Si dijera que necesito la electricidad para producir está perfecto, pero dejar encendida una luz cuando no se está ocupando esa habitación genera un gasto sin que haya un provecho. Eso es lo que hay que reconocer: dónde se está consumiendo mal, dónde se está utilizando un producto o energía de manera inadecuada o dónde se genera un residuo. Por eso los municipios son tan importantes, porque están en contacto con los vecinos y son los que pueden generar políticas públicas que ayuden a cambiar esta conducta.
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