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viernes, 13 de mayo de 2016

“Música para el alma” brindará conciertos en tres instituciones de la ciudad

Se reunirán más de 40 músicos de Buenos Aires y Santa Fe: el domingo a las 17, en la Institución Neurogeriátrica Los Portales; el lunes a las 10, en el Hospital J. B. Iturraspe; y a las 11.30, en el Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia.

“Música para el alma” brindará conciertos en tres instituciones de la ciudad
 La idea del proyecto Música para el Alma es simple y potente a la vez: llevar conciertos sinfónicos gratuitos en forma totalmente independiente, a hospitales, hogares de ancianos, cárceles, escuelas de educación especial, comedores comunitarios e instituciones de bien público en general, para acompañar a personas que pasan por situaciones de vida difíciles. En esos espacios, la música se brinda solidaria y sin condiciones, recuperando plenamente su capacidad de comunicar y emocionar, tanto al intérprete como a quien escucha.

Esta semana, Música para el Alma llega a la ciudad para ofrecer tres conciertos: el domingo a las 17, para las personas que residen en la Institución Neurogeriátrica Los Portales (Hipólito Irigoyen 3763); el lunes a las 10, para los pacientes, sus familiares y el personal del Hospital J.B. Iturraspe (Bv. Pellegrini 3551); y a las 11.30, en el Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia (Mendoza 4151). Más de 40 músicos se comprometieron en esta acción solidaria, de la que participa una decena de artistas, entre ellos una soprano y un tenor, que integran la Orquesta del Teatro Colón, entre otros organismos musicales de Buenos Aires, a los que se suman unos 30 músicos de Santa Fe.
 
Estas presentaciones cuentan con el apoyo del Gobierno de la Ciudad, a través de la Secretaría de Cultura.
 
Simplemente dar
 
Música para el Alma comenzó con Eugenia Rubio, “una joven y talentosa flautista de la Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto, que en su lucha de años contra una enfermedad, eligió transformar esa realidad originando este proyecto para llevar música a aquellos que como ella estaban pasando por una situación difícil”.
 
Jorge Bergero, violoncellista de la Orquesta Estable del Colón continúa el proyecto, invitando a los artistas de cada lugar en el que se presentan, para que se integren voluntariamente a un ensamble de músicos de orquestas y coros.
 
En el repertorio de cada concierto se incluyen desde melodías infantiles hasta arias de óperas, siempre con el mismo fin: “establecer un contacto humano directo, contacto esencial de la actividad de los músicos en general”. Música para el Alma “lleva en cada concierto la conciencia que creó en sus integrantes este mensaje de paz. Nace del amor y de la pérdida. De la dignidad de estar con el otro, de verse a los ojos y reconocerse en ese otro”, como indican desde la propia organización.
 
En esas claves, el proyecto se vuelve vehículo de un mensaje inspirador para cada lugar al que llegan: “Simplemente dar. Sin condiciones, sin miedos, dar el alma para fortalecer al otro y fortalecernos. Dar y hacer bien con el corazón. Brindarse. Poder abrazar”.
 
Red musical solidaria
 
Anticipando los conciertos del próximo domingo y el lunes, Jorge Bergero señaló que “estamos muy contentos de que Música para el Alma integre una nueva ciudad a esta red musical solidaria que comenzó en Buenos Aires hace unos años, que hoy suma 2 mil músicos en todo el país y que sigue extendiéndose a otros países”. Como antecedente de estas presentaciones, recordó que en el año 2013, el proyecto llegó a Rosario, convocando a músicos de la Orquesta Sinfónica de esa ciudad: “en aquella oportunidad seguimos sembramos una semilla de esto que estamos haciendo, que es llevar música en vivo a personas que por su situación de vida no pueden ir a un teatro, por ejemplo. La idea es que nosotros llevemos la música adonde ellos están, y eso es lo que vamos a hacer en Santa Fe”.
 
“Hacemos música desde otro lugar. Somos músicos profesionales, acostumbrados a una rutina, en un teatro, con ciertas exigencias y responsabilidades. Pero en este caso compartimos la música como un medio, ya no como un fin en sí misma, sino como una manera de comunicar la esencia de lo que hacemos, llevando algo de esperanza y alegría a profesionales, pacientes y familiares que quizás atraviesan un momento difícil y así tienen la posibilidad de escuchar un concierto y cantar con nosotros”, concluyó Bergero.

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