Telam
Al menos 52 alumnas fueron hospitalizadas hoy después de ser envenenadas supuestamente con gas mientras se encontraban en sus aulas en una escuela en el norte de Afganistán, informó la Policía local.
El suceso ocurrió a primera hora de la mañana mientras las estudiantes, que se encuentran fuera de peligro, se encontraban en un colegio femenino en el área de Ahandara, en el distrito de Taluqan, en la norteña provincia de Takha, afirmó el portavoz de la Policía provincial, Abdul Khalil Aseer.
Según el vocero, citado por la agencia de noticias EFE, el estado de salud de las estudiantes hospitalizadas es ‘bueno‘ y ya han sido dadas de alta.
Un equipo de investigación formado por miembros de la Policía y de los departamentos de Salud y Educación del gobierno regional se han desplazado hasta el lugar del incidente para aclarar lo sucedido. ‘Podría tratarse de un tipo de gas cuyos efectos desaparecen a las pocas horas‘, explicó el portavoz policial, después de que tras las primeras pesquisas fueran descartados el envenenamiento por ingesta de algún líquido o alimento.
Los casos de intoxicaciones en escuelas femeninas son bastante frecuentes en Afganistán y suelen estar rodeados de cierto misterio. En septiembre del año pasado al menos 600 alumnas y varias profesoras fueron envenenadas en cuatro incidentes distintos en la provincia de Herat, limítrofe con Farah, lo que obligó a las autoridades locales a convocar una reunión de emergencia.
Muchos analistas responsabilizan de las intoxicaciones a los talibanes, pues se han opuesto tradicionalmente a la educación de las niñas y adolescentes y la prohibieron, de hecho, durante su régimen fundamentalista islámico en el país (1996-2001). Sin embargo, portavoces de los rebeldes han negado su implicación en esos sucesos y han asegurado incluso que un nuevo gobierno en Afganistán liderado por ellos permitiría la educación femenina.
Desde la caída de los talibanes a raíz de la invasión estadounidense en 2001, la comunidad internacional ha puesto mucho énfasis en impulsar la educación femenina en Afganistán.
Entretanto, un nuevo atentado sacudió el sur del país asiático, donde, al menos, seis personas murieron y 10 resultaron heridas, entre ellas tres niños, en un ataque suicida con coche bomba en las inmediaciones de una academia de Policía y un colegio.
El ataque se produjo a primera hora de la mañana en el distrito de Nad Ali, en la conflictiva provincia de Helmand, cuando un insurgente detonó los explosivos mientras era inspeccionado en uno de los controles de seguridad de acceso a la academia de Policía.
El jefe del Parlamento provincial, Haji Karim Atal, detalló que el atacante suicida logró pasar uno de los controles sin problemas en la camioneta que viajaba porque ‘parecía uno de los profesores‘ del centro. ‘Cuando el suicida llegó al segundo control, la Policía lo paró para registrarlo y fue entonces cuando el atacante detonó los explosivos‘, añadió Atal, que aclaró que la onda expansiva afectó también a un colegio que hay cercano al complejo.
Los talibanes reivindicaron el atentado a través de una de sus cuentas de Twitter, donde aseguraron que tras la explosión del ‘coche bomba‘ en la academia murieron o resultaron heridas ‘docenas‘ de personas, pero los insurgentes suelen exagerar el alcance de sus acciones.
Entre los muertos hay cuatro policías, un civil y el atacante suicida.Las tropas afganas mantienen una lucha encarnizada con los talibanes en Helmand, donde los insurgentes llegaron a controlar temporalmente una zona de su capital, Lashkargah, lo que llevó a las autoridades locales a advertir en diciembre que la provincia estaba a punto de caer.
Desde fines de 2015 los insurgentes controlan casi un tercio del territorio afgano, incluso el pasado septiembre lograron tomar temporalmente la ciudad nororiental de Kunduz, el mayor logro militar de la formación desde la caída de su régimen hace 14 años.
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