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domingo, 16 de agosto de 2015

La inundación generó una pérdida de 100 mil hectáreas de cultivos

El fenómeno es atípico en agosto, aunque rescatan que se produjo en el momento de menor intensidad del ciclo productivo agrícola. Estiman que la afectación ronda el 40 por ciento. Los anegamientos de los primeros días de agosto afectaron sembrados, pasturas, granos almacenados y repercutieron en la actividad tambera.
La Capital | 
La inundación generó una pérdida de 100 mil hectáreas de cultivos
 A raíz de las inundaciones provocadas por las intensas lluvias de los últimos días se registraron complicaciones en la actividad agropecuaria, con una importante afectación en cultivos de trigo, legumbres y también pasturas para el ganado, en el sur de la provincia. Estiman que el área perjudicada por el exceso hídrico asciende a unas cien mil hectáreas, aunque el fenómeno, atípico en agosto, "se produjo en un momento en el que el ciclo agrícola no está en alta sino en el menor nivel de intensidad de trabajo", advirtió el secretario de Agricultura provincial, Luis Contigiani.
El funcionario está en permanente contacto con la Federación Agraria, la cual presentó en la última reunión con el gabinete provincial un relevamiento elaborado a partir de los informes de sus filiales, el cual revela que "hay nueve distritos del centro y sur provincial muy afectados, y en otros los daños son parciales. Los más comprometidos son Sanford, Chabás, Casilda, Los Molinos, Arequito, San José de la Esquina, Bigand, una parte importante de Arminda y Villa Mugheta", enumeró el secretario de Coordinación de la entidad, Gustavo Tettamanti, en diálogo con La Capital.
En coincidencia con el titular de Agricultura, el dirigente consideró que "los daños a nivel productivo no son muy grandes ahora, y un dato a tener en cuenta es que, por la situación económica, lamentablemente en esta campaña se sembró muy poco trigo: alrededor de un 40 por ciento menos respecto del año pasado. De los distritos nombrados la superficie afectada por cada uno es de alrededor de un 40 por ciento, casi la mitad. Si se tiene en cuenta que cada uno abarca unas 30 mil hectáreas, estamos hablando de 300 mil en total, de las cuales unas 100 mil quedaron con una acumulación de agua importante", señaló. Y agregó en cuanto al cultivo triguero implantado —que se cosecha entre el 5 y el 15 de diciembre— "puede haber unas 4 mil hectáreas que van a tener daños importantes en la provincia".
Tettamanti señaló que también "lo poco que se alcanzó a sembrar de legumbres, arvejas y lentejas, antes de la lluvia, son unas 400 hectáreas y los daños son totales, sobre todo en Villa Mugueta, Arminda, Acebal y Pavón Arriba", en el departamento Villa Constitución y también en algunas localidades del distrito General López.
Soja. En cuanto a la soja, que se siembra a fines de octubre, el temporal y los anegamientos "no influyen si en adelante las precipitaciones no son tan abundantes como las que cayeron y se acomodar el suelo", señaló el dirigente. De todas maneras, estimó que hay un porcentaje de alrededor del 15 por ciento de pérdidas de esta leguminosa ya cosechada y almacenada en silo bolsas, que quedaron en los campos bajo el agua. "Si está cerrado bien y no tiene ningun orificio, no se va a afectar pero el problema es que siempre por algún motivo, ya sea un roedor o un animal dando vuelta o por la propia acción humana, entra agua y ahí se pudre", explicó el representante gremial.
El titular de coordinación de la Federación Agraria se dedica en Bigand a la actividad tambera, y sobre ésta, mencionó que los trastornos de esta inundación aparejó una merma en la producción lechera. "Los pocos productores que están quedando en el sur provincial sufrieron una reducción por día de un 50 a un 60 por ciento. Es que las vacas no se pueden dejar en la pastura porque, al estar el campo anegado, la pisotean y estropean, por lo que hay que darles algún rollo o avenas y ahí es donde se da la baja. A lo mejor si no vuelve a llover se pueda acomodar el cuadro".
Panorama incierto. "Sobre las estimaciones de lo que sucederá en los próximos meses, no tiene sentido hacer futurología porque el panorama es muy incierto, pero no hay duda que este año nos toca un SINGLE_LEFT_QUOTENiño\' llovedor, que va a traer estas complicaciones agudizadas por la falta de infraestructura de obras hídricas y al monocultivo sojero. Todo esto es lo que estuvimos hablando (en la reunión del jueves pasado) en el Ministerio de la Producción, destacó el dirigente de la Federación Agraria.
Al respecto, el secretario de Agricultura reconoció que el sector agropecuario "ha aportado muchísimos recursos y nosotros tenemos mucho por actuar y hacer obras de adecuación a la variación o cambio climático". Destacó la necesidad de "empezar a trabajar en una agenda de gestión en este sentido". Desde el Estado, indicó que el Ministerio de la Producción "tiene una unidad de acción de ordenamiento territorial. Pero reconozcamos que la colocación de cortinas forestales en zonas periurbanas, implementación de cordones verdes, sectores hortícolas no están entre las prioridades".
Menú de opciones. Para Contigiani, las inundaciones de los últimos tiempos "nos deben servir para que reflexionemos sobre el modelo productivo y tecnológico pampeano, que es uno de los más avanzados y desarrollados del mundo. Sin embargo, el sur de Santa Fe todavía está haciendo una lectura atrasada del cambio o variación climática. Es necesario hacer un balance agropecuario para absorber el estrés y el exceso hídrico, abordar la diversidad productiva, la rotación de cultivos, un régimen de evapotranspiración y absorción mayor que la de ahora".
"Estos episodios van a seguir y desde el sector privado y político siempre vamos a estar retrasados frente a los cambios y variabilidad climática, si en el territorio se siembra un 90 por ciento de soja y el 10 por ciento restante se destina a otros cultivos como el trigo: esta situación siembre va a coadyuvar a los excesos", reflexionó el funcionario.
Contigiani se mostró "preocupado" sobre la predisposición en este sentido de parte de los agrarios. "Me gustaría que el sector privado institucional esté más involucrado, mientras que los productores, pequeños y medianos, están muy corridos de este objetivo porque sus necesidades tienen que ver con el día a día, con tratar de subsistir, y esto es lógico".
Además, "nuestra ley de arrendamiento actual no ayuda a la situación sino que es funcional a que los impactos climáticos sean dañinos: no exige la diversificación productiva y da lugar a un régimen agrícola basado en la soja".
"El cambio climático está para quedarse. No nos tendría que sorprender lo que está ocurriendo sino que deberíamos responder a la situación, más allá de la coyuntura. Nos vamos a reunir con los distintos sectores, pero tenemos que pensar en un menú de opciones. No pretendo echar culpas, sino alinearnos todos en una agenda común", remató el secretario de Agricultura.

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