El equipo de Lucas Bernardi generó poco juego y tuvo pocas llegadas. Y cuando tuvo oportunidades no las supo definir. El local lo controló durante casi todo el partido. Encima sufrió la expulsión de Villalba.
La Capital |
Newell\'s se trajo un punto de Victoria que puede tener varias lecturas. El punto sirve de cara al clásico del domingo, pero mostró una imagen muy diferente a la que exhibió ante Racing. Inconexo, sin profundidad, con fallas en el fondo. Para repensar de cara al partido más importante de Rosario.
Lejos estuvo esta versión de Newell\'s de entusiasmar como sí lo hizo el fin de semana pasado en la goleada ante Racing. Sí hay que decir que, al menos en los primeros 15 minutos, el equipo de Lucas Bernardi intentó hacer juego asociado, buscar los espacios y distribuir en el momento adecuado.
Pero Newell\'s arrancó una y otra vez el circuito y salvó un remate de Scocco, no le generó demasiados sustos al arquero en esa primera mitad.
Ya a los 3\' la tuvo Tigre cuando Rincón armó una buena jugada por derecha, lanzó el centro, no alcanzó el Chino Luna y Sánchez, entrando por atrás, la estrelló en el palo.
Tigre presionaba la salida y en el medio se compactaba para anular los circuitos de juego de Newell\'s. Así, Mugni no aportó nunca claridad, Scocco debía retroceder varios metros para intentar tener la pelota, Mancini no encontraba en quién descargar y tanto Maxi como Tonso no se hallaban.
Encima, con el correr de los minutos la defensa rojinegra comenzó a mostrar desatenciones preocupantes. Contó con la complicidad de los delanteros de Tigre, que no estuvieron finos, pero el local fue el que más buscó llegar al gol.
A los 23\', un pelotazo de Cáceres encontró a Scocco sorprendiendo a los centrales y su bombazo fue bien despejado por D\'Angelo. Fue la primera llegada con cierto peligro para la visita.
A los 25\', otra buena jugada de Rincón casi termina en gol de Tigre, al que le costaba redondear lo bueno que proponía de tres cuartos de cancha hacia adelante.
Y a los 43\', otro remate de Nacho -parecía la única forma en que el equipo de Bernardi podría llegar- fue despejado por el arquero.
Poco de un lado como del otro. Tigre no se animó del todo y Newell\'s no supo resolver la falta de espacios y la presión del local.
Newell\'s mostró una imagen un tanto diferente en el arranque del complemento. Pero fue un espejismo que duró apenas 10 minutos. En ese lapso, tuvo la pelota, se adelantó unos metros en el terreno y buscó armar juego.
Sin embargo, Tigre -que a esa altura había decidido ceder pelota y terreno y esperar el momento justo para meter la contra- estaba bien parado y no ofrecía resquicios por donde la lepra pudiera meterse.
El partido cayó en un pozo. Newell\'s no coordinaba juego, perdía fácil la pelota y cada escapada de la gente del Matador, sobre todo por el lado de Cáceres y el Coty, encendía el alerta en el fondo leproso.
A los 10\' desperdició la chance Rincón, que se la ganó al Coty por izquierda y eligió el pase al medio en lugar de tirar al arco.
Los de Bernardi debieron esperar hasta los 27\' para generar una jugada con cierto peligro. Porque Nacho Scocco -el más activo y el que más buscó en el ataque rojinegro- entró para liquidar, la pelota se le fue larga y D\'Angelo se tiró abajo. Nacho cayó estrepitosamente y el árbitro Penel le sacó amarilla por una supuesta simulación.
A 10\' del final -ya sin Villalba en cancha por expulsión-, Víctor Figueroa tuvo la más clara de frente al arco pero el arquero D\'Angelo tapó magistralmente y el arquero volvió a neutralizar otra buena de la lepra a los 39 ante un remate de Cáceres.
Claro que a los 41\' el que desperdició una buena fue Mariano Echeverría. Tigre apretó en el final luego de esas dos esporádicas apariciones de Newell\'s que podrían haber cambiado todo.
Fue 0 a 0 y fue justo. Se viene el clásico. Cambia todo. Eso sí, Newell\'s debe mejorar. Dejó una imagen de palidez futbolística maquillada con un par de oportunidades que tampoco supo definir.
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