Es lo que cuesta instalar una piscina de fibra de vidrio. El valor dependerá del tamaño que se elija. El precio incluye el casco y la colocación, dejándolo listo para funcionar.
Octubre es el mes clave para la temporada de piletas, pero este año no fue el caso. El interés recién se percibió entrado noviembre. Con la aparición de los primeros calores es habitual que muchos comiencen a averiguar para poder llevar adelante una ambiciosa empresa: tener una pileta en el patio, sea en una vivienda céntrica o en una casaquinta.
A pesar de encontrarse en una época determinante para la comercialización de las piletas, en los locales consultados por Diario UNO coincidieron en afirmar que a diferencia del año pasado, los interesados son notablemente menos y el movimiento comenzó a sentirse recién hace una semana.
“Esperábamos que la temporada remonte en octubre, pero no hubo lo que se esperaba en relación a la cantidad de público”, confirmó Hermes Suárez, empleado de la firma Jardín de la Costa.
En ese sentido, Norberto Giombi, propietario de la firma Piscinas PRFV Santa Fe, expresó: “Hace tres semanas se empezó a mover mucho, pero no viene tan movido como el año pasado”. El comerciante aclaró que a diferencia de la temporada pasada, en la cual se hizo más notoria la venta de cascos de piletas de fibra de vidrio, en la actualidad los clientes buscan más la reparación y mantener lo que tienen.
Las opciones
La pileta de fibra de vidrio se ha convertido en los últimos años en una de las opciones más buscadas por los amantes del verano que desean refrescarse sin salir de su hogar. Siguiendo esa línea, al momento de consultar y adquirir el producto, los clientes buscan conjugar tres elementos: un tamaño que se adapte a sus necesidades, rapidez en la colocación y precio. “Los clientes buscan una medida media, en el caso de nuestro local contamos con piletas que van desde los 2 hasta los 10 metros”, explicó Suárez.
Al momento de adquirir una pileta de fibra de vidrio los clientes buscan aquellas que se adapten al espacio que poseen. Para las viviendas que no tienen grandes dimensiones, los interesados optan por una medida intermedia, la cual ronda en los cuatro metros. Pero en el caso de que el oasis de frescura se instale en una casaquinta, donde se puede contar con una mayor extensión de terreno, se puede hablar de una piscina que alcance los seis metros.
En ese sentido, una de 4,75 metros de largo, por 2,30 metros de ancho y un metro de profundidad, es la que mejor se adapta a las necesidades de un espacio reducido. Este producto tiene un costo que ronda los 39.000 pesos. El costo incluye la colocación, borde atérmico en todo el perímetro y filtro fijo. “Completa y lista para usar”, recalcó Suárez, en cuyo negocio este modelo es el más solicitado por los clientes.
Mientras que una piscina, del mismo material, pero de 6 metros de largo, por 3 de ancho y 1,40 metros de profundidad tendrá un precio que rondará los 48.000 pesos, al igual que en el primer caso se incluye el equipo de filtro y losetas. “Este tipo de equipo es la medida más salidora ya que sirve para que haga uso de ella una familia tipo”, destacó Giombi.
Cómo elegir
El comerciante agregó que en cada caso el costo dependerá de las variables que surjan y los accesorios que se le coloquen. “Este año se están dando casos en que la gente instala la pileta sin los equipos; las losetas que tienen otro costo; otros que quieren colocar hidrojet”, explicó Giombi.
Una pileta de material saldrá entre un 20 a 30 por ciento más que una de fibra de vidrio. Para ejemplificarlo de una manera clara, se tomó como referencia la misma medida (6 metros de largo, por 3 de ancho y un 1,40 metros de profundidad). Hoy para construir una pileta de esas dimensiones debe hablarse de una inversión no menor a los 70.000 pesos.
En relación al año pasado, los costos sufrieron una suba importante llegando a registrarse una diferencia de hasta 10.000 pesos en el mismo producto; el aumento de la pileta en sí, los accesorios y la mano de obra contribuyeron a este importante aumento. “El año pasado la misma pileta que hoy cotiza en 48.000 pesos, tenía un valor de 38.000 pesos, mientras que las de material estaban en los 60.000 pesos”, destacó Giombi.
La lealtad de la fibra de vidrio permite que las piletas de este material puedan ser restauradas. Otra de las bondades es que el propietario no perderá la inversión que realiza, ya que si a futuro se elige cambiarla se puede retirar y colocar en un nuevo lugar o reacondicionarla y venderla.
“Uno con la de fibra de vidrio hace la inversión pero no la pierde, la recupera”, recalcó Giombi.
Al momento de brindar un consejo a los interesados en instalar una piscina, ya sea en su vivienda o en una casa de descanso, el especialista recalcó que la opción dependerá de lo que busque el cliente. En ese aspecto, si alguien quiere aprovechar el lugar y tener una forma, tener un solarium, conviene una pileta de material. Pero si la idea es abaratar los costos y no tener problemas con los modelos que ya vienen preestablecidos, convendrá instalar una piscina de fibra de vidrio.
Los comerciantes consultados coincidieron en que la gente busca financiar la instalación de la pileta, ya que el monto a invertir es bastante grande. Si bien la tarjeta de crédito es uno de los medios más elegidos para adquirir bienes, en este caso y como consecuencia de los altos intereses a abonar, los clientes optan por créditos de la casa o bancarios para la financiación.
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