La grabación del nuevo Dvd de la murga rosarina Los Vecinos re contentos funcionará como preapertura del espacio ubicado en Mitre 647. El próximo miércoles será el lanzamiento formal de un proyecto que incluye diversos espacios y propuestas.
Rosario 12 |
A modo de tributo a la vieja sala cinematográfica, y combinando además las ambiciosas proyecciones de sus impulsores, Gran Atlas lleva por título el complejo cultural que el próximo miércoles comenzará a funcionar oficialmente en el edificio de Mitre 647. En rigor, el bautismo llegará esta misma noche, cuando la murga rosarina Los Vecinos re contentos lleve adelante la grabación de su tercer Dvd: Los villanos re contentos (Badía no estaba de parranda).
Autodefinida como "murga-punk", la agrupación rosarina dejará registrado su último espectáculo sumando la labor de Ariel Migliorelli en la producción de sonido y de la casa realizadora Azotea (y solicitando al público asistir de riguroso disfraz), en la que quedará asentada como la primera función del flamante Gran Atlas.
Impulsado por Leandro "Ito" García, Orlando Palacios, Lucio Araujo, Martín Conti, Bauti Torres y Juan Mariano Palacios, el complejo cultural incluirá diversos espacios. El principal, allí donde funcionó la sala Atlas, tendrá capacidad para 450 personas, sumando un espacio vip que dará cobijo a otro medio centenar. Por otra parte, un segundo salón (con piso de madera y barra para expendio de comidas y bebidas), podrá alojar a propuestas musicales, teatrales y de danza, con disponibilidad para otras 150 almas.
Y si bien el funcionamiento pleno está calculado para fin de año, luego del show de esta noche la programación continuará el miércoles 10 con una apertura oficial para artistas, prensa, autoridades y público general. En tanto, el jueves 11 iniciará su primer ciclo cinematográfico: dedicado a Néstor Montalbano, incluirá la proyección de Soy tu aventura, Pájaros volando (el viernes) y Por un puñado de pelos (el sábado, con la presencia del director). Sin embargo, el proyecto no se circunscribe únicamente a la presentación de espectáculos: hasta el momento se han confirmado más de una veintena de talleres, que permitirán que el Gran Atlas logre una vida diaria activa, fortalecida por el funcionamiento de un bar que abrirá al público entre las 7 de la mañana y el cierre de las actividades, una vez culminadas las funciones.
Para Lucio Araujo, uno de los impulsores de Gran Atlas, "fue una apuesta recuperar un lugar así". "Si bien lo encontramos por casualidad, o el lugar nos encontró a nosotros, lo que en principio pensábamos como un pequeño espacio cultural terminó, por decantación, con la idea de abrir todos los frentes y hacer un complejo cultural. Y decidimos sostener el nombre por esta misma cuestión de la recuperación de algo que estaba destinado a ser una iglesia evangelista, un supermercado o un shopping. Sin desprestigiar ni desmerecer a esas otras actividades, era un reclamo también desde la sociedad que hubiera un lugar de expresión cultural y artística que no comercie con el arte en sí. Creemos que es un lugar necesario, un espacio donde se puedan manifestar distintas artes que no tengan que ver sólo con la música".
Orlando Palacios, por su parte, reforzó el concepto artístico que rige al proyecto, cuando aseguró: "Principalmente como artista uno busca darle al proyecto un sentido más artístico y no tanto empresarial. Para nosotros la perspectiva del negocio no pasa solamente por lo numérico sino por la construcción artística del lugar, que va a ir mutando, por la lógica intervención de los artistas que lo componemos. Sabemos que en un año esto ya no va a ser lo mismo y apostamos a éso, al cambio que podamos darle, a la incorporación de los artistas sumando sus intervenciones. Por éso invitamos a todos a que vengan a ver de qué se trata, sobre todo teniendo en cuenta que buscamos que el espacio vaya cambiando, sumando gente".
"Muchos de nosotros trabajamos en el mundo del arte o la cultura, entre nosotros hay fotógrafos, músicos, directores de cine, escenógrafos, maquilladores, entonces decidimos hacer un lugar para que cada espacio cuente con baño, camarines aptos y cómodos, con un sistema técnico que no es el estandarizado en el ambiente -agregó Araujo-. Apostando, sobre todo, a los artistas, considerando la carencia de espacios como éste. Quisimos recuperar este espacio y devolvérselo al arte de la ciudad".
En ese contexto, la apertura de Gran Atlas suma alternativas a una escena cultural que, en la ciudad, se encuentra en pleno debate. Al respecto, Palacios concluyó: "Nosotros queremos agradecerle a la Secretaría de Cultura, que ha tenido una apertura hacia lugares culturales que queremos trabajar del arte. Había una cierta regulación bastante perjudicial para los artistas, con lo cual están reglamentando una nueva ordenanza para poder trabajar. Antes chocábamos con ciertas reglamentaciones, los artistas no podían planificar una puesta porque a lo mejor no se podían correr las mesas, no se podían usar determinados espacios y demás. Hoy creo que se está logrando una norma de convivencia más justa, más equitativa, y estamos de acuerdo con que se siga manejando de ese modo".
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