Los choferes quieren que los dejen cargar pasajeros en la Terminal de Omnibus y en la futura estación de trenes de la zona sur. Servicios Públicos ni siquiera estudia la propuesta.
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Los taxistas pusieron el grito en el cielo y opusieron una contundente resistencia a la propuesta de los remiseros de obtener paradas en la futura estación de trenes de Apeadero Sur y en la Terminal de Omnibus Mariano Moreno. "Nos estamos comiendo el uno al otro. Esto pasa porque se entregan licencias y no se hacen estudios como corresponde. El remís fue regulado para ser un servicio diferencial, por eso es más caro, y solo puede tomar viajes por teléfono", se quejaron tanto en la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catilar) como en la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti). La Secretaría de Servicios Públicos ni siquiera estudia la propuesta.
La iniciativa lanzada desde un sector de los remiseros para plantear modificaciones en la ordenanza que regula el sector, lo que les permitiría obtener paradas en espacios como la estación de colectivos de Cafferata y Santa Fe o en la futura terminal de trenes de Apeadero Sur (San Martín al 6200), cosechó el inmediato repudio de los taxistas.
En Atti directamente la tildaron de "estupidez" y esgrimieron que de esa manera los remiseros aspiran a convertirse en "taxis disfrazados. Al servicio de remís se lo llama por teléfono y tiene terminantemente prohibido levantar pasajeros en la vía pública. El tema es que ellos siempre quisieron ser taxis. Una propuesta de esa naturaleza es inviable", bramó Mario Cesca, presidente de la entidad.
El dirigente recordó las características del servicio de coches para servicio de viajes particulares. "Ellos tendrían que cobrar un 50 por ciento más que nosotros, pero fueron bajando la tarifa, que es casi igual a la nuestra. Si ellos cobraran lo que corresponde, no tendríamos problemas; pero no es así", describió.
El trabajador del volante indicó que es contraproducente porque desde las instituciones del sector se están impulsando medidas tendientes a erradicar de las paradas a las denominadas mafias. "Si esta gente va a la Terminal o a la estación de trenes, imaginate qué puede pasar. Vamos a meter más lío", aventuró.
A esa postura también adhiere Catiltar, entidad que además puso la controversia en el plano de la oferta y la demanda del servicio. "Están tratando de que nos comamos entre nosotros. Se entregan licencias y no se hacen estudios. Los remises fueron regulados para hacer un servicio diferencial desde la remisería con los coches a la espera en un galpón, y con ciertos modelos de autos", dijo el dirigente José Tornambé.
Como si fuera poco, el proyecto del concejal Carlos Comi de incorporar un servicio de motos taxi (ver aparte), le agregaría otro actor a la actividad, que viene sufriendo un cimbronazo en los últimos meses como consecuencia directa de los vaivenes económicos.
En ese sentido, Tornambé atribuyó cierta sobreoferta debido a la incorporación de 800 licencias de taxis en los últimos seis años, además de los remises truchos (ver aparte) que desvirtúan el servicio.
"Si la ciudad crece, no hay problemas de que se incorporen unidades, pero se debe hacer un estudio serio. El tema es que ya nos agregaron 800 taxis, no damos más y se está jugando con el trabajo, que disminuyó. Todos miran para otro lado cuando llega la malaria", criticó el dirigente.
En tanto, y al ser consultada respecto a la inquietud planteada por los remiseros, la titular de Servicios Públicos de la Municipalidad, Clara García, descartó que la iniciativa haya sido planteada formalmente, y que mucho menos esté bajo estudio.
"No he tenido notificaciones sobre ese tema. Además la ordenanza no lo contempla, y tiene una definición de servicio domiciliario, no con paradas en un espacio determinado o en la vía pública. Entendemos que es un viejo planteo del sector, pero nada más que eso", se limitó a responder la funcionaria.
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