Así lo indicó el Dip. Nac. Mario Barletta, quien integró el panel de cierre de las Jornadas denominadas “Nueva Agroindustria y Transformación Territorial. La Opción Estratégica para Competir en el Mundo”, organizadas por el Gobierno de la Ciudad de Santa Fe, con el objeto de generar un espacio para la reflexión de las políticas públicas necesarias para favorecer el desarrollo de la bioeconomía y la inserción de nuestro país en el esquema productivo global.
/Prensa Dip. Barletta |
El diputado nacional Mario Barletta participó del panel “Desafíos de la Agroindustria en Argentina y el Mundo”, en el marco de las “Jornadas sobre nueva Agroindustria y Transformación Territorial, organizadas por el gobierno de la ciudad de Santa Fe. Lo hizo acompañado por el empresario Gustavo Grobocopatel Presidente de Los Grobos S.A y el Lic. Fabio Quetglas Especialista en Gestión Integral de Ciudades.
De las jornadas participaron empresarios, productores, investigadores, profesionales, dirigentes políticos y sociales, responsables de políticas públicas y ciudadanos en general y estuvieron orientadas a promover el intercambio de ideas en torno a las perspectivas de la agroindustria como opción de desarrollo de nuestro país y sus relaciones con los territorios y los mercados.
Asimismo, se analizó el impacto de la agroindustria en la transformación territorial y su sustentabilidad en el entorno de las ciudades, en cuantos centros de producción, investigación, prestación de servicios y nodos logísticos.
En su exposición Barletta expresó: “La falta de políticas públicas y de apoyo estatal central fueron señalados, en la última consulta pública sobre economías regionales, como dos cuestiones principales. ¿Podemos imaginar cuál sería el escenario si se apoyara al sector agroindustrial en su conjunto, habida cuenta que se trata del sector con mayor potencialidad del país? Si se lo protegiera e incentivara como ocurre en Uruguay, Chile, Paraguay o Brasil, que han crecido sostenidamente (aunque no sosteniblemente) mientras en Argentina ya desaparecieron 60 mil productores en una década”.
Siguiendo con su exposición agregó: “Es imprescindible concebir la producción agro-industrial como sistema, impulsando las cadenas productivas sin olvidar los vínculos entre ellas, garantizando el entorno más estable posible y predecible de reglas de juego, evitando en lo posible medidas coyunturales. Es necesario integrar cadenas productivas cuidando todos los segmentos, estimulando la transformación y el agregado de valor en origen y la innovación productiva, estas son las claves que surgen de analizar el panorama regional y los casos más exitosos de economías que en algunos casos cuentan – paradójicamente – con menos recursos naturales que la nuestra”.
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