La fecha elegida para el encuentro en el Vaticano, propuesto por Francisco a los presidentes de Israel, Shimon Peres, y de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, coincide con la fiesta de Pentecostés.
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En su reciente visita a Tierra Santa, el Papa sorprendió anunciando que ofrecía su "casa" a los líderes de Israel y Palestina para rezar juntos por la paz. Poco después, los portavoces de ambos dirigentes informaron que la invitación había sido aceptada; una prontitud que revelaba elintenso trabajo diplomático previo. Algo que luego fue confirmado por el relato de uno de los protagonistas de las negociaciones que llevaron a la concreción de esta cita.
La fecha, ya aceptada por ambas partes, fue anunciada por el vocero de la Santa Sede, padre Federico Lombardi. Será el domingo 8 de junio por la tarde. Este encuentro de oración entre el presidente palestino Mahmud Abbas (Abu Mazen) y el israelí, Shimon Peres, debía tener lugar antes de la finalización del mandato de éste último, en el mes de julio, por eso se definió una fecha con tanta prontitud.
La invitación de Francisco
"En este lugar, donde nació el Príncipe de la paz, deseo dirigir una invitación a usted, señor presidente Mahmud Abbas, y al señor presidente Shimon Peres, para elevar juntos conmigo una intensa oración pidiendo a Dios el don de la paz. Ofrezco mi casa en el Vaticano para albergar este encuentro", fueron las palabras con las que el Papa formuló su sorpresivo anuncio, al concluir la misa el domingo pasado en Belén.
Y, en referencia a quienes tienen responsabilidades de gobierno, había agregado: "Tenemos el deber de hacernos instrumentos y constructores de la paz, antes que nada en la oración. Construir la paz es difícil, pero vivir sin paz es un tormento".
"Será un encuentro de oración, no para mediar o buscar soluciones. Nos reuniremos sólo a rezar. Y luego, cada uno vuelve a casa", aclaró Jorge Bergoglio durante la conferencia de prensa que tuvo lugar a bordo del avión, en el vuelo de regreso a casa. "Pero –agregó-, yo creo que la oración es importante y rezar juntos, sin otro tipo de discusión, ayuda".
También dijo que del encuentro participarían un rabino, un imán, y él mismo. "He pedido al custodio de Tierra Santa que organice un poco las cosas prácticas", aclaró, en referencia al padre Pierbattista Pizzaballa.
La reunión de oración, que originalmente iba a tener lugar en Jerusalén, estuvo a punto de fracasar en los días previos a la gira papal debido al nuevo empantanamiento en abril de las negociaciones que Estados Unidos estaba impulsando desde hacía nueve meses.
Fue sobre todo por el intenso esfuerzo de Francisco, y la vocación por la paz firmemente expresada por Shimon Peres, que la iniciativa pudo ser reformulada y llegó a buen puerto.
Aunque nadie arriesgue pronósticos sobre los posibles resultados de este encuentro, la iniciativa del Papa ha sido vista por casi todos los analistas como un hecho que pone un toque de esperanza en un escenario ensombrecido por el fracaso de la última etapa de negociaciones. Como el peregrinaje de Francisco a Tierra Santa, este encuentro de oración será también un acto religioso de inevitable impacto político.
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