Un hombre de 31 años fue asesinado anoche. Su cadáver, con un tiro en el pecho, fue hallado en una calle del el noroeste de la ciudad.
Un hombre de 31 años fue asesinado ayer por la noche en las calles de la zona noroeste de la ciudad, más precisamente en barrio Yapeyú.
Un aviso telefónico anónimo alertó a los servicios de emergencias sobre el hecho, aproximadamente a las 23. Cuando un patrullero y una ambulancia llegaron a calle Grierson, entre Hugo Wast y J.R. Méndez, encontraron el cadáver tendido sobre el asfalto, sin ningún tipo de documentación que acreditara su identidad.
El médico constató que la víctima -que estaba con el torso desnudo, con un pantalón corto y zapatillas- tenía dos cortes profundos en la cabeza, detrás de una de sus orejas, y una herida de arma de fuego en el pecho. El proyectil había ingresado debajo de la tetilla izquierda, en la región cardíaca.
Minutos más tarde llegaron a la escena peritos de la Policía Científica, investigadores de la Sección Homicidios de la Unidad Regional I y la fiscal de la Unidad Especial, Cristina Ferraro.
Decenas de vecinos, entre consternados y curiosos, salieron a la vereda. Todos ellos negaron haber visto o escuchado algo, cuando fueron consultados por la propia fiscal.
Los uniformados siguieron un rastro de manchas de sangre hasta la vuelta de la esquina. Aparentemente, este hombre fue atacado en calle J.R. Méndez, a unos 50 metros de donde cayó desplomado.
La incógnita por su identidad se develó cuando llegó al lugar una joven que aseguró que se trataba de su hermano, que cumplía una condena en la cárcel y contaba con el beneficio de las salidas transitorias. Se llamaba Armando Gabriel Martínez, tenía 31 años, se domiciliaba en las cercanías y había abandonado la prisión apenas unas horas antes.
Luego de que se practicaron todas las pericias de rigor, personal de la Agrupación de Bomberos Zapadores cargaron el cuerpo en una de sus camionetas y lo trasladaron a la Morgue, donde se le iba a practicar la autopsia.
Los investigadores del caso tratan de hallar a un sujeto con el que Martínez mantenía una larga disputa. Este individuo es el principal sospechoso.
Fuentes policiales confirmaron que Martínez había sido sentenciado por “homicidio en riña y tentativa de homicidio agravado por el uso de armas de fuego”, por un caso ocurrido en el año 2008.
Un aviso telefónico anónimo alertó a los servicios de emergencias sobre el hecho, aproximadamente a las 23. Cuando un patrullero y una ambulancia llegaron a calle Grierson, entre Hugo Wast y J.R. Méndez, encontraron el cadáver tendido sobre el asfalto, sin ningún tipo de documentación que acreditara su identidad.
El médico constató que la víctima -que estaba con el torso desnudo, con un pantalón corto y zapatillas- tenía dos cortes profundos en la cabeza, detrás de una de sus orejas, y una herida de arma de fuego en el pecho. El proyectil había ingresado debajo de la tetilla izquierda, en la región cardíaca.
Minutos más tarde llegaron a la escena peritos de la Policía Científica, investigadores de la Sección Homicidios de la Unidad Regional I y la fiscal de la Unidad Especial, Cristina Ferraro.
Decenas de vecinos, entre consternados y curiosos, salieron a la vereda. Todos ellos negaron haber visto o escuchado algo, cuando fueron consultados por la propia fiscal.
Los uniformados siguieron un rastro de manchas de sangre hasta la vuelta de la esquina. Aparentemente, este hombre fue atacado en calle J.R. Méndez, a unos 50 metros de donde cayó desplomado.
La incógnita por su identidad se develó cuando llegó al lugar una joven que aseguró que se trataba de su hermano, que cumplía una condena en la cárcel y contaba con el beneficio de las salidas transitorias. Se llamaba Armando Gabriel Martínez, tenía 31 años, se domiciliaba en las cercanías y había abandonado la prisión apenas unas horas antes.
Luego de que se practicaron todas las pericias de rigor, personal de la Agrupación de Bomberos Zapadores cargaron el cuerpo en una de sus camionetas y lo trasladaron a la Morgue, donde se le iba a practicar la autopsia.
Los investigadores del caso tratan de hallar a un sujeto con el que Martínez mantenía una larga disputa. Este individuo es el principal sospechoso.
Fuentes policiales confirmaron que Martínez había sido sentenciado por “homicidio en riña y tentativa de homicidio agravado por el uso de armas de fuego”, por un caso ocurrido en el año 2008.
EL LITORAL.
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