La reunión se celebrará este domingo en París
Tras hablar telefónicamente con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, en el vuelo que lo llevaba de vuelta a Estados Unidos desde Arabia Saudí, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ha cancelado este sábado su regreso y puesto rumbo a París para retomar esa conversación y abordar la crisis en Ucrania de manera personal el domingo, ha informado el Departamento de Estado. En su encuentro, ambos mandatarios tratarán de impulsar una solución diplomática al conflicto, tal y como acordaron el viernes sus respectivos presidentes durante otra llamada telefónica.
“El secretario de Estado volará de Riad hacia París para preparar el encuentro con el ministro de Asuntos Exteriores ruso Lavrov en Europa”, ha señalado una portavoz del Departamento de Estado. Será el segundo encuentro en menos de una semana que mantienen los jefes de la diplomacia rusa y la norteamericana. Este sábado por la mañana, el propio Lavrov ha reconocido que de su última entrevista en La Haya con Kerry y de sus contactos con Alemania, Francia y otros países se infiere que se está perfilando "una posible iniciativa conjunta" que podría ser presentada a Ucrania. El jefe de la diplomacia rusa ha manifestado con optimismo que las posiciones de Moscú y de los países occidentales sobre Ucrania "se han acercado".
Durante su conversación telefónica de este sábado, Kerry y Lavrov acordaron el calendario de encuentros para tratar la crisis ucrania a partir de la propuesta que ya le hizo llegar el secretario de Estado a su homólogo durante su encuentro en Londres previo a la celebración del referéndum secesionista de Crimea y la respuesta de Moscú que, el viernes, Obama pidió a Putin que le planteara por escrito. El presidente estadounidense dejó claro que cualquier solución diplomática de la crisis pasa por la retirada de las tropas rusas de Ucrania y por el cese de cualquier nuevo intento de ocupación de ese territorio que pudiera estar planeando el Kremlin.
Lavrov ha reiterado que su Gobierno no pretende invadir el este de Ucrania y que no tiene planes expansionistas. Políticos, militares y observadores han especulado con la posibilidad de que Moscú no se contente con haber anexionado la península de Crimea y entre en algunas provincias fronterizas de Ucrania en las que vive una importante población rusohablante. Esta hipótesis se sustenta en la supuesta concentración de tropas de Rusia a lo largo de la frontera con el país vecino —más de 30.000 soldados—, cosa que el Kremlin ha desmentido reiteradamente. “No tenemos absolutamente ninguna intención, ni ningún interés, en cruzar la frontera con Ucrania”, ha asegurado Lavrov en declaraciones al canal ruso de televisión Vesti 24 [Noticias 24 horas].
La víspera, el ministerio de Exteriores ruso ya había rechazado categóricamente que estuviera concentrando efectivos en la zona limítrofe y había subrayado que las inspecciones realizadas recientemente tanto por representantes de países occidentales como ucranios no revelaron ni movimientos de tropas ni ningún "preparativo agresivo" por parte de Rusia. Lavrov insistió en que Moscú está dispuesta a defender a los rusohablantes que viven en el país vecino.
Al mismo tiempo, Lavrov rechazó como "absolutamente inadmisible" la propuesta que con anterioridad había adelantado Occidente y que consistía en "crear una especie de grupo de contacto en el que, bajo su supervisión, Rusia y aquellos que han tomado el poder en Kiev deberían ponerse de acuerdo".
Para Lavrov, la crisis que vive Ucrania es consecuencia directa de la incapacidad de Kiev de reconciliar los intereses del oeste del país, por una parte, y del sureste, por otra. La solución, opinó, está en una reforma constitucional profunda y en la federalización del Estado. Algunos dirigentes occidentales -Alemania y Austria, por ejemplo- consideran asimismo que un Estado federativo podría armonizar los intereses de las citadas partes de Ucrania. Recordemos que las provincias occidentales son en general ucraniohablantes mientras que las orientales son rusohablantes.
El ministro considera que encontrar una "fórmula mágica en el marco de un Estado unitario" es misión imposible, puesto que las citadas regiones "celebran fiestas diferentes, honran a otros héroes, sus economías son profundamente distintas y hablan idiomas también distintos".
Después de la defenestración del presidente Víctor Yanukóvich, la solución de la crisis ucrania pasa, para Moscú, por desarmar a los grupos extremistas ilegales, desalojarlos de los edificios y lugares públicos, como el centro de Kiev -el Euromaidán incluido-, y consensuar la reforma constitucional entre todos los partidos y regiones. La nueva ley fundamental, que debe ser aprobada en un referéndum, tendría que establecer amplias facultades para cada región en lo económico, lingüístico y cultural. Al ruso se le debería dar el estatus de segundo idioma estatal y Ucrania tendría que abstenerse de ingresar en bloques militares como la OTAN.
DIARIO EL PAIS.
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