Sin dudas la laguna de Melincué es uno de los espejos de agua más importante del sur santafesino junto a los complejos turísticos de Villa Cañas y Teodelina.
.La Capital |
La laguna y el Casino con su hotel boutique han convertido a Melincué en un polo de atracción turística consolidado y permanente, donde ya se levantaron dos complejos de cabañas y proliferaron ofertas gastronómicas que se sumaron al emblemático bar El Pelayo, de más de cien años.
Sin dudas la laguna de Melincué es uno de los espejos de agua más importante del sur santafesino junto a los complejos turísticos de Villa Cañas y Teodelina. Un lugar apto para los deportes acuáticos tales como el kitesurf, tablas, motos de agua y otras embarcaciones de pequeño porte. “Tenemos la pista de aprendizaje de kitesurf más importante de la provincia, ya que es una pista de más de 2 mil metros con uno de profundidad, lo que la hace muy apto para este deporte”, destacó el presidente comunal, Gabriel Rebora.
Actualmente se están construyendo 80 viviendas y se están loteando terrenos para eventuales inversores que, entre otras cosas, tienen planificado construir barrios cerrados. En cuanto a infraestructura turística se encuentra el club náutico Melincué, donde se puede disfrutar de la laguna y la frondosa arboleda. La entrada es sumamente accesible.
El complejo privado La Fábrica, a pocos kilómetros del centro urbano sobre la ruta 90, congrega centenares de personas en su predio con pileta, asadores, arboleda, parrilleros, baños y un escenario para espectáculos.
Los amantes de los deportes acuáticos encuentran en la isla, lugar donde estaba emplazado el antiguo hotel y que hoy son ruinas, el sito preferido para despuntar el hobby. Además, también es utilizado por los turistas para sumergirse en sus aguas curativas, según dicen los expertos. Es que el exceso de yodo hace a las aguas de Melincué casi únicas en el país.
El emblemático bar El Pelayo se encuentra en el corazón del pueblo, y si bien no hay registros de su fundación, están los que dicen que tiene más de cien años. También están los que sostienen que no baja de los 120 años de existencia. “De todos modos es uno de los bares más antiguos de la provincia”, dijo un parroquiano que hace años que frecuenta ese lugar.
Hasta hace unos meses El Pelayo había cerrado sus puertas aunque fue por poco tiempo. Hoy están nuevamente abiertas y trabajando a full, sobre todo los fines de semana. Las picadas de la tarde acompañadas de una cerveza bien helada es lo típico en este espacio gastronómico.
Hotel Casino. El gran atractivo convocante de los últimos años es el casino de Melincué. Abrió sus puerta en 2007, y no sólo se inauguraron las distintas salas de juegos, sino también un lujoso hotel boutique.
La responsable de marketing del complejo, Jimena Bulzani, confirmó que “hay gran demanda hotelera por la excelencia del servicio, la calidad del hotel y su oferta gastronómica en un restó de lujo como es Adaggio”. Cuenta con spa, pileta externa y servicios que garantizan una buena estadía”. En efecto el hotel brinda un servicio de excelencia. Próximamente y en el mismo predio del hotel casino se inaugurará un parrila.
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