Esa historia de escalón por escalón a la que tantas veces hizo referencia Miguel Angel Russo tendrá hoy un nuevo capítulo. Otra vez en el Gigante de Arroyito, con todo lo que ello implica. Es que empezar a sacarle rédito a la localía se pondrá, esta noche y siempre, como condición sine qua non para dar pasos lo suficientemente firmes para que el fin perseguido se alcance cuanto antes.
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Y ese capítulo contará con el ingrediente de que enfrente habrá un rival, Gimnasia y Esgrima La Plata, que viene entonado tras la victoria por goleada frente a Newell\'s, atendiendo también que es otro de los equipos que en su meta más cercana figura el hecho de mantener la categoría.
La calma con la que arriba Central a este partido no es un detalle menor. Lo marcan los resultados obtenidos en sus primeras dos presentaciones, una victoria y un empate. Traducido al lenguaje futbolero, no hay síntomas de urgencias ni de algún tipo de malestar que deba ser subsanado en lo inmediato. Los cuatro puntos logrados sobre seis posibles, hasta aquí, hablan de una ruta que se está transitando y que al menos hasta ahora entregó síntomas confiables.
Por allí puede haber un mayor grado de compromiso por lo que es la jerarquía del rival. Es que en un fútbol por demás de parejo, a nadie escapa que el Lobo, si bien presentará un grado de dificultad alto, al menos desde los nombres de los protagonistas es otra cosa distinta a lo que es River.
Después, cada partido puede tomarse como una historia aparte. Eso sí, para creer que cuenta con chances ciertas para seguir sumando, Central no tiene otro camino que moverse bajo los estímulos hasta aquí exhibidos.
Que con poco le haya alcanzado contra Quilmes, y con arrestos aislados de buen juego pero con mucha enjundia hizo lo mismo el último domingo, no quiere decir que todo está logrado. Para seguir creciendo no hay demasiadas alternativas que hacer algo más. Y ese algo más implica no ceder tanto el terreno y la pelota como sucedió ante el millonario, lograr que el funcionamiento colectivo no sufra baches, adquirir solvencia en el fondo y más potencia en el ataque, como así también un equilibrio con índices más parejos entre el primer tiempo y el segundo, ya sea desde lo físico como desde lo futbolístico.
El eje de análisis lejos está de haber variado en estas dos fechas. Es más, el hecho de que sólo se hayan disputado dos partidos potencia el razonamiento, lógico por cierto, que el objetivo que persigue sigue siendo el mismo, que tiene que ver con la posibilidad de sumar para olvidarse de las centésimas, milésimas y todo lo que rodea al tema de la permanencia.
En contrapartida, estos cuatro puntos que Central ya cuenta en su haber entregaron cierto grado de oxígeno. Es una cuestión tan objetiva como innegable. Pero la cosa no termina allí, sino que el pensamiento del grupo es ir por más y gestionar de tal manera los números del torneo para que esa asfixia vaya haciéndose cada vez más pequeña.
Hoy es Gimnasia. Después lo será Godoy Cruz, más tarde Colón y así sucesivamente. Lo de hoy es un nuevo escalón de esos que Russo pretende subir de a uno. La seriedad que se le pondrá a este capítulo en especial está fuera de discusión, pero sí debiera hacerse gala del envión del arranque para lograr que esa buena cosecha de puntos encuentre correlato. Lograrlo sería otro paso importante en pos de la consolidación.
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