El mercado sigue de cerca la divisa, que finalizó con un alza de 30 centavos y consolidó la senda alcista. El dólar oficial subió a 6,78 pesos. Economistas consultados por Infobae explican por qué no es sólo estacionalidad.
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El dólar libre está atravesando jornadas turbulentas y, día tras día, rompe su propio récord. Muy atrás parece haber quedado el récord de $10,45 que tuvo la divisa en mayo de 2013, cuando el gobierno nacional anunció el blanqueo de capitales y el entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno, intervenía luego en el mercado con amenazas telefónicas.
La divisa en el mercado abrió con una fuerte alza de 30 centavos y cerró a $11,55 para la venta, según Reuters. Por su parte, el dólar oficial subió un centavo y medio a $6,78 en casas de cambio y bancos del microcentro porteño. Con estos valores, la brecha cambiaria se ubica en el 70,4 por ciento. Según operadores consultados por Infobae, hay mucha demanda en el mercado y "las cuevas se secaron".
El "dólar Messi" y la barrera psicológica de los 10 pesos también quedaron muy atrás. Sin freno, la divisa escaló 30 centavos en la jornada de ayer y terminó a $11,25 para la venta en la City, un avance de 1,34% en un día. La mayor suba se dio desde que empezó el año, cuando la divisa abría el 2014 a 10,04 pesos: avanzó un 15,2% en lo que va de enero.
Los primeros días de del mes suelen estar marcados por la estacionalidad. Al alza del dólar libre en diciembre por el cobro del medio aguinaldo se le suma por estos días la compra de divisas en el mercado paralelo para las vacaciones de verano. Pero no todo es estacionalidad en esta escalada.
Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina, aseguró a Infobae que los factores coyunturales no alcanzan para "explicar la tendencia crecientedel blue, que desde hace más de dos años ajusta por encima del tipo de cambio oficial". Para el economista, el principal factor estructural es que "hay más pesos en la economía argentina por dólares en las arcas del BCRA", en referencia al ratio de cobertura. "Esto refleja tanto la caída de reservas, como la expansión de los medios de pago en un contexto inflacionario", agregó.
La brecha cambiaria entre el dólar oficial y el libre volvió a ubicarse por encima del 65%, y para Juan Luis Bour, de FIEL, ese diferencial puede aumentar siempre que las reservas continúen cayendo y "no exista otro programa que devaluar el oficial". Las reservas de la entidad presidida por Juan Carlos Fábrega perforaron ayer los u$s30.000 millones.
En diálogo con Infobae, Bour apuntó a que el segundo problema es que el Banco Centralno ajusta las tasas de interés. "El ajuste de dos puntos esta semana de las LEBAC las deja aún debajo del 20% anual". Y agregó: "Es probable que con una devaluación del 30 a 40% anual, se necesite una tasa parecida para que alguien decida desprenderse de dólares y quedarse con pesos". La segunda alternativa es "una devaluación de una vez y luego anclar".
"La suba no sorprende", dijo Maximiliano Castillo Carrillo, director de la consultora ACM. Como es un mercado pequeño e influenciado por la incertidumbre, el economista sostuvo que la volatilidad del tipo de cambio seguirá "como se ve desde que impuso el cepo al dólar", cuando comenzó a ampliarse la brecha. "Esta montaña rusa es el camino que transitaremos por la insostenibilidad de la política fiscal y monetaria", agregó.
Fracasos para frenar la suba
Primero fueron los llamados de Moreno. El ex secretario de Comercio estaba convencido de que con amenazas podía bajar la cotización de la divisa. El titular de Banco Piano, Alfredo Piano, admitió en una entrevista radial en mayo de 2013 que Moreno le pidió un dólar blue a 6,50 pesos. Las amenazas lograron bajas en la cotización, pero sólo en el corto plazo.
En ese mismo momento se lanzaba el blanqueo de capitales, otro fracaso del Gobierno para atraer dólares y bajar así la cotización del paralelo. Con poco atractivo, se extendió dos veces y por el momento estará vigente hasta marzo de 2014. "Moreno está convencido de que con este sistema, el dólar puede llegar a bajar", decía Piano. Pero no ocurrió.
La intervención del Gobierno a través de bonos de la Anses es una estrategia que comenzó el año pasado. En noviembre se produjo una venta masiva de títulos de la cartera del organismo con el objetivo de enfriar el dólar libre. El foco también estaba puesto en bajar la brecha, que pasó de estar por encima del 60% a situarse en torno al 50 por ciento. Una vez más, el efecto duró poco tiempo, y el dólar cerró a $10,04 en 2013.
Otra vez con bonos de la Anses, el "dólar bolsa" o "MEP" fue la nueva estragegia que encaró el Gobierno en enero. Se buscaba generar un atractivo por la diferencia que había con el precio del dólar en el mercado libre, a través del Boden 2015, Bonar 2017 y nuevos bonos que fueron poniendo a disponibilidad. La estrategia sólo generó una suba en su cotización, que ayer cerró cerca de los 10 pesos.
Esta intervención oficial no pudo revertir las expectativas negativas de los agentes. "Por unas semanas hubo una mayor calma cambiaria, pero el surgimiento de problemas y la forma de encararlos volvieron a desalinear las expectativas. Y a mayor desconfianza, mayor valor del dólar blue", opinó Sigaut Gravina.
Para Bour, el uso de bonos públicos de Anses implica desarmar posiciones y descapitalizar el organismo. "Sospecho que en algún tiempo empezaremos a ver cuestionamientos más formales a esta política, cuando se compruebe el mal negocio que esto significa en forma sistémica, y la responsabilidad de quienes toman esa decisión", concluyó.
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