El arzobispo de Rosario, José Luis Mollaghan es investigado por el Vaticano, que envió como delegado al obispo emérito José María Arancibia, por denuncias de mala administración y maltratos. Si bien se habló de intervención, tal figura no existe en el Vaticano. Hubo denuncias por mala administración y maltrato. La labor del padre Buffarini está bajo la lupa.
Rosario 12 |
Según un despacho de la agencia Diarios y Noticias (DyN), el Vaticano había resuelto intervenir la arquidiócesis de Rosario y desplazar a Mollaghan del cargo máximo por presuntas irregularidades en el manejo de fondos, supuestos padecimientos psiquiátricos del arzobispo y denuncias de laicos y sacerdotes por "maltrato".
"Erróneamente se habló de \'intervención\' del arzobispado cuando esta palabra no existe en el vocabulario canónico. Cuando un prelado debe ser corrido de su cargo se lo invita a renunciar, pero no se le interviene su diócesis, esto no es un banco o una comisaría, es la Iglesia. Además, los motivos para echarlo deben ser más que graves, ni siquiera a monseñor Edgardo Storni lo echaron del cargo, y estamos hablando de abuso de menores" razonó ayer ante Rosario/12 una fuente con profundo conocimiento de la vida eclesiática, que ponía negro sobre blanco detalles del escandaloso capítulo de la curia local.
La afirmación le permitió a Mollaghan desmentir el cable de la agencia, pero no la escencia del mismo: el presbítero dijo que "no tenía conocimiento" de que el papa Francisco hubiese tomado esa medida y calificó como "maliciosa" y "sin ningún tipo de asidero" la noticia sobre los presuntos desmanejos administrativos y los problemas psiquiátricos que se le adjudicaron. "Mis colaboradores y yo estamos asombrados", afirmó.
"No tengo conocimiento de ninguna intervención, ni de las causas de esa medida, ni de las cosas que se dicen de mí", manifestó. Sin embargo, Mollaghan admitió que recibió la visita de monseñor Arancibia, pero aclaró que había sido pautada hace unos días. "Visitó la Diócesis para conocer la conducción. Ayer lo estuvimos acompañando y mantuvo algunas reuniones. Fue a conocer el seminario, se reunió con los supervisores y con algunos sacerdotes. Arancibia se fue de la ciudad ayer con absoluta normalidad y sin formular cuestionamientos".
Una fuente con llegada a las denuncias aseguro que "están en la fase investigativa" y agregó: "Los problemas son el manejo de fondos y el trato con el personal que trabaja con él".
Quienes conocen el currículum vitae de ambos, aseguran que la mirada crítica de Jorge Bergoglio sobre Mollaghan viene desde hace tiempo y se origina desde el mismo momento en que fue designado al frente del Arzobispado de Rosario: como tenía llegada directa con el Vaticano, hizo pesar sus relaciones y lo designaron sin haber pasado por la Conferencia Episcopal Argentina. "Por eso, cuando llegaron las primeras denuncias sobre el arzobispo local, el Papa Francisco no dudó en enviar a Arancibia para observar de cerca la historia", razonó una fuente eclesiástica.
La objeción hacia la forma de designación no parece ser menor, porque un cargo de este calibre debe ser consensuado. Ese es el consenso general en la propia Iglesia. Sin embargo, lo que no parece sorprender es el gesto de Mollaghan, ya que sus buenos lazos se debían al sector donde abrevaba ideológicamente: la Iglesia que representaba Benedicto XVI que en 2006 lo ungió al frente de la diócesis rosarina. Era el ala más conservadora de la Iglesia.
"Mollaghan es un hombre que se muestra simpático con un tinte popular, pero es solo una pose: tras su sonrisa se esconde su concepción monárquica del poder", lo describió la misma fuente eclesiástica, que advirtió que en la Conferencia Episcopal Argentina nunca se lo consideró "un hombre con muchas luces".
Ayer Mollaghan trató de desmentir cualquier problema psiquiátrico recordando su última actuación pública: "Nos llama la atención que se difunda esta información falsa. No tuvimos cuestionamiento ni en el tema económico, nada de eso. Tampoco existe el problema de salud. Nunca estuve en cama, ustedes me han visto participando en las negociaciones en el tema de la policía", remarcó el obispo.
En tanto, una de las aristas económicas a develar es un caso ocurrido en Arroyo Seco, donde en febrero de 2013 el propio Mollaghan debió correr de su cargo al padre Buffarini. En su lugar designó al Presbítero Pedro Pergañeda como Director de FM 90.7 Radio Asunción, que pertenece al Complejo Parroquial. "Sé que el Obispo le propuso al Padre Osvaldo renunciar como Director de la radio y me propuso como Párroco ser el nuevo titular de FM Asunción. La idea es ir a paso lento pero firme, mientras se van acomodando algunas cuestiones, sobre todo vinculadas a lo económico dentro de la FM. Uno de los principales objetivos es ir despacito, solucionando muchos problemas, más aún los concernientes a problemas de nivel previsional, deudas con la mutual y demás", declaró Pergañeda.
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