Delfín David Zacarías, el hombre de 48 años detenido tres meses atrás por la Policía Federal en una cocina de cocaína que funcionaba en Funes, volvió a negar sus vínculos con ese laboratorio clandestino al ampliar su declaración indagatoria ante la Justicia Federal. También explicó cómo creció su patrimonio a partir de la venta de la patente de invención de un andador acuático que él diseñó.
La Capital |
Zacarías llegó ayer a la mañana a los Tribunales Federales desde la cárcel porteña de Villa Devoto y cerca de las 12 ingresó al juzgado federal Nº3, a cargo de Carlos Vera Barros. En una exposición que se extendió unos 40 minutos, proclamó su inocencia y se refirió a sus emprendimientos comerciales. Entonces explicó el aumento de sus recursos económicos a partir de la venta de esa patente de invención. "Dijo que cobró 500 mil pesos en 2006 por la cesión de ese documento", explicó una fuente judicial. Con ese dinero, según comentó, compró las 38 cocheras que tiene y abrió la remisería Frecuencia Urbana, en Granadero Baigorria. "Detalló las ganancias que le aportaba cada remís y señaló que las chapas para prestar ese servicio fueron adquiridas por sus familiares porque por disposiciones municipales cada persona física sólo puede tener cuatro chapas", comentó el portavoz judicial.
Zacarías también pidió que el tribunal realice una inspección "ambiental" de su casa para determinar en qué condiciones estaba viviendo.
Explicaciones y pedidos. La "fortuna patrimonial" atribuida a Zacarias y las inconsistencias sobre el modo de justificarla a partir de acciones comerciales o económicas provocó una pesquisa de la subsecretaría de Delitos Complejos del Ministerio de Seguridad de la provincia. Lo primero que se investigó fueron los registros de dos terrenos de la ciudad de San Lorenzo donde se erigen importantes construcciones atribuidas a la hija de Delfín. Con relación a esas propiedades, Zacarías sostuvo que no tienen la dimensión que "aparentan" tener y pidió que el juzgado federal las inspeccione.
Asimismo, el acusado pidió que lo trasladen a Rosario para visitar a su esposa y a su hija, Sandra Inés Marín y Flavia Leilén Zacarías, a raíz de que las dos mujeres siguen detenidas en la ciudad tras presentar un hábeas corpus para no ser trasladadas a la cárcel de Ezeiza. Eso ocurrió después de que llegara a sus oídos el dato de que un ex jefe de la Policía Federal habría ofrecido 30 mil pesos para que en ese presidio las hirieran.
Marín y su hija están alojadas en la alcaidía de La Paz al 400. Según el hábeas corpus presentado a través del abogado Paul Krupnik, las mujeres dijeron que "por intermedio de un familiar de una detenida en Ezeiza nos enteramos que el subcomisario Gustavo Serna habría pagado 30 mil pesos a unas internas y a personal del Servicio Penitenciario Federal para que se simulen una «trifulca» y nos den un facazo". La interna dijo haber escuchado que tres carceleras hablaban del tema y una decía que "Serna había pagado esa suma para que las maten como «vuelto» por la denuncia" por extorsión que los Zacarías realizaron contra él en 2012.
El operativo. Zacarías fue detendio 5 de septiembre en un chalé de Las Achiras 2528 de Funes. Allí, según la investigación judicial, funcionaba una cocina de cocaína en la cual se incautaron unos 300 kilos de pasta base y mil litros de precursores químicos. Además fueron allanadas otras 14 propiedades en Rosario, Capital Federal y el conurbano bonaerense donde detuvieron a 13 personas y se secuestraron otros mil litros de precursores químicos, 11 vehículos y dinero en efectivo.
El juez Vera Barros procesó a Delfín Zacarías como líder de la banda y a Sandra Inés Marín, Joel Zacarías y Flavia Leilén Zacarías por tenencia, producción y comercialización de drogas y por la administración de ganancias de orígen ilícito en una banda organizada.
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