Ocurrió este viernes a la madrugada en Dorrego y Larrea. Dos sujetos atacaron a un suboficial que había llegado en busca de personas armadas. El uniformado Marcelo Valenzuela (30) debió recibir asistencia médica en el hospital Cullen por la golpiza recibida.
El Litoral |
Fue una emboscada lo que esta madrugada sucedió en Guadalupe Oeste.
Todo comenzó cerca de las 4, cuando un aviso telefónico al 911 dio cuenta de personas armadas efectuando disparos en Guadalupe Oeste, más precisamente en el sector denominado El Chaqueño.
Como es de rigor, la novedad fue comunicada a la comisaría que corresponde por jurisdicción, en este caso, la seccional 8a.
Minutos después, un patrullero de dicha comisaría, con dos uniformados a bordo, llegó a la zona de Dorrego y Larrea, sitio que había sido apuntado como el lugar desde donde provenían los disparos.
En busca de su objetivo, los policías comenzaron a recorrer la barriada aunque, para ampliar su rastrillaje, decidieron separar sus caminos.
La elección no pudo ser peor.
No había pasado demasiado tiempo cuando uno de los agentes escuchó gritos y ruidos propios de una pelea, no muy lejos de donde estaba.
El susto fue mayúsculo cuando reconoció la voz de su compañero solicitando auxilio.
El agente encontró a su compañero tendido en el suelo en el interior de un pasillo interno. El suboficial (identificado como Marcelo Valenzuela, de 30 años) estaba desmayado y con signos inequívocos de haber recibido una golpiza.
Al servidor agredido le faltaba además la escopeta calibre 12, cargada con cartuchos AT (antitumulto) que la repartición le provee para situaciones de estas características.
Abrumado por la situación, el otro oficial cargó a su compañero en el patrullero y salió raudo en dirección al hospital José M. Cullen.
Valenzuela ingresó a dicho nosocomio en condición delicada y sin conocimiento. Los médicos que lo asistieron le diagnosticaron traumatismo de cráneo, además de traumatismos costal.
Al cierre de esta edición, el policía permanecía internado en observación en el hospital Cullen, siendo su estado de cuidado y su pronóstico, reservado.
Seguidilla
En las últimas horas, una serie de hechos violentos tienen en vilo a los vecinos de Guadalupe.
* La secuencia comenzó ayer a la mañana con el violento asalto ocurrido en French y Avellaneda donde un repartidor de bebidas terminó herido de bala.
* Ya en horas de la tarde, delincuentes continuaron haciendo de las suyas, esta vez en una empresa de limpieza, ubicada en Piedras al 6700.
A punta de pistola dos sujetos ingresaron al lugar y, tras amenazar a clientes y empleados, sustrajeron computadoras, dinero, y efectos personales de las víctimas.
Todo comenzó cerca de las 4, cuando un aviso telefónico al 911 dio cuenta de personas armadas efectuando disparos en Guadalupe Oeste, más precisamente en el sector denominado El Chaqueño.
Como es de rigor, la novedad fue comunicada a la comisaría que corresponde por jurisdicción, en este caso, la seccional 8a.
Minutos después, un patrullero de dicha comisaría, con dos uniformados a bordo, llegó a la zona de Dorrego y Larrea, sitio que había sido apuntado como el lugar desde donde provenían los disparos.
En busca de su objetivo, los policías comenzaron a recorrer la barriada aunque, para ampliar su rastrillaje, decidieron separar sus caminos.
La elección no pudo ser peor.
No había pasado demasiado tiempo cuando uno de los agentes escuchó gritos y ruidos propios de una pelea, no muy lejos de donde estaba.
El susto fue mayúsculo cuando reconoció la voz de su compañero solicitando auxilio.
El agente encontró a su compañero tendido en el suelo en el interior de un pasillo interno. El suboficial (identificado como Marcelo Valenzuela, de 30 años) estaba desmayado y con signos inequívocos de haber recibido una golpiza.
Al servidor agredido le faltaba además la escopeta calibre 12, cargada con cartuchos AT (antitumulto) que la repartición le provee para situaciones de estas características.
Abrumado por la situación, el otro oficial cargó a su compañero en el patrullero y salió raudo en dirección al hospital José M. Cullen.
Valenzuela ingresó a dicho nosocomio en condición delicada y sin conocimiento. Los médicos que lo asistieron le diagnosticaron traumatismo de cráneo, además de traumatismos costal.
Al cierre de esta edición, el policía permanecía internado en observación en el hospital Cullen, siendo su estado de cuidado y su pronóstico, reservado.
Seguidilla
En las últimas horas, una serie de hechos violentos tienen en vilo a los vecinos de Guadalupe.
* La secuencia comenzó ayer a la mañana con el violento asalto ocurrido en French y Avellaneda donde un repartidor de bebidas terminó herido de bala.
* Ya en horas de la tarde, delincuentes continuaron haciendo de las suyas, esta vez en una empresa de limpieza, ubicada en Piedras al 6700.
A punta de pistola dos sujetos ingresaron al lugar y, tras amenazar a clientes y empleados, sustrajeron computadoras, dinero, y efectos personales de las víctimas.
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