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viernes, 6 de septiembre de 2013

STA FE: Cayó el "Delfín" Zacarías en un operativo en Funes

La Policía Federal allanó el chalet del narco David "Delfín" Zacarías, donde encontraron un laboratorio que estaba en condiciones de producir hasta 100 kilos de cocaína por día. Secuestraron 40 panes de cocaína, precursores químicos, armas, plata y prensas hidráulicas.
Cayó el

 Confiado en su poderío, David "Delfín" Zacarías se valió de la fresca mañana para comenzar con su tarea de todos los días en el chalet ubicado en Las Achiras 2825, en el barrio Country Club de Funes. Lo acompañaban su mujer y su hijo, quienes lo ayudaban a producir pasta base de cocaína en incontables cantidades. En la planta alta de la casa, la familia había adaptado tres habitaciones para convertirlas en dos cocinas-laboratorio. La impunidad se les terminó ayer cuando en el marco del operativo Flipper (en alusión al nombre del líder de la banda) se allanó la vivienda, se detuvo a los tres y se contabilizaron más de 300 kilos de pasta base y cocaína, "una barbaridad", según el secretario de Seguridad de la Nación Sergio Berni, quien poco después del mediodía arribó en helicóptero al lugar.
"Eran proveedores a gran escala, esto no era para el menudeo", confió a Rosario/12 una fuente de la Policía Federal. El clan Zacarías obtenía ganancias millonarias a partir de la droga que producía. Hace unos días, saltó a la luz que la familia posee un total de 24 vehículos y 40 inmuebles, de los cuales 36 fueron comprados en menos de un año. Asimismo, es socio junto a su esposa de la remisería Frecuencia Urbana, de Granadero Baigorria, donde reside. Delfín tiene 48 años y cumplió condena por comercialización de drogas en Coronda. A pesar de sus antecedentes penales, reincidió y con mucha más fuerza que antes.
Luego de detener a las tres personas que se encontraban dentro de la casa, la Federal comenzó a recorrer las instalaciones. El Jefe de Drogas Peligrosas de la división nacional Néstor Roncaglia no salía de su asombro ante semejante magnitud de droga descubierta. "La cocina de drogas más grande que hemos detectado en la Argentina", definió Berni. El chalet, de unos 600 metros cuadrados, cuenta con un garage en la parte delantera. Allí, los agentes federales fueron ubicando la droga y todos los elementos sustraídos. Secuestraron 40 panes de cocaína con envoltorio color azul, 69 de color marrón, recipientes de vidrio con precursores químicos, armas, 26 bidones plásticos, 40 bolsos, una computadora, varios fajos de dólares, euros y pesos, dos prensas hidráulicas, un secarropas, un grupo electrógeno, enormes lámparas de secado, tambores y una balanza electrónica.
Como estimó Roncaglia, la cocina estaba en condiciones de producir hasta 100 kilos de cocaína por día, por valor de unos 3 millones de pesos. Cada kilo se comercializa en el mercado a 30 mil o 40 mil pesos por día. Para llegar a semejante de nivel de dividendos se precisa una alta cantidad de precursores químicos que lo sostenga. Dentro de la casa se encontraron 2 mil litros (acetona, entre ellos), suficientes para cumplir con el trabajo.
Los efectivos demoraron más de dos horas en desmontar las dos cocinas. Cuando creían que habían culminado la tarea, un perro entrenado para detectar estupefacientes se sobresaltó a la altura de la Toyota Rav 4 (patente KWV 580) que se encontraba en el jardín, a la izquierda del garage. En el baúl del vehículo importado encontraron otras 15 bolsas de pasta base, "dispuestas a partir en cualquier momento". Además de la camioneta color blanca, secuestraron en la vivienda una Volkswagen Amarok gris (IZC 607) y un Volkswagen Fox (LCD 079), también, cuyo motor se encontraba averiado y se debió solicitar la ayuda de una grúa para retirarlo de la casa.
Berni se retiró a las 16.25. "Chau, felicitaciones a todos", alcanzó a decirle al grupo de efectivos de Drogas Peligrosas que desde hace tres días no dormía para finiquitar la operación. Junto a él se retiraron el fiscal federal Juan Patricio Murray y el titular de la Procuradoría Adjunta de Narcocriminalidad, Felix Crous. Minutos después se llevaron a los tres detenidos en una camioneta. Salieron de la casa encapuchados, y vestían ropa deportiva. "Arriba gaucho", le dijo un agente al hijo de Delfín, al ingresar al vehículo.
Zacarías no es el titular de la vivienda. En el archivo de Catastro del municipio de Funes figura que su propietario se llama Jesús Pérez, quien tiene a Italia 976, departamento 8A, Rosario, como domicilio de referencia. Rosario/12 confirmó que el hombre se encuentra en España visitando a una de sus hijas. Vecinos curiosos revelaron que fue construida hace unos cinco años y alrededor de un año atrás recibió a los nuevos inquilinos. El barrio es calmo y la casa no sobresale entre las construcciones de la cuadra. Los vecinos indicaron que nunca observaron movimientos extraños, aunque sí recordaron la organización de fiestas hasta altas de la madrugada.
La investigación, según Berni, la inició hace pocos meses el fiscal Murray. Al mismo tiempo, se efectuaron 14 allanamientos, diez en Rosario y alrededores, tres en provincia de Buenos Aires y otro en Capital Federal. Se detuvo "a todo el grupo familiar Zacarías" y siete personas más y se secuestraron 11 vehículos y una casa rodante. El descubrimiento de un bunker de venta minoritario de droga en Rosario fue el punto de partida para la revelación mayor. En ese sentido, Berni explicó: "Todos sabemos que atrás de una venta menor siempre hay proveedores mayores".
Calcular el dinero que significó todo el hallazgo fue desbordante. Los investigadores contabilizaron 12 millones de dólares "y seguían sumando". Fue un "impacto económico" para toda la banda, ahora desbaratada, al punto de que se dio con toda la cadena de precursores químicos que se utilizaba. El clan Zacarías se encargaba de todas las etapas del proceso: elaboración, preparación y comercialización. "No es normal que la narcocriminalidad centralice todo en un solo lugar", acotó Berni.

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