Antes de su regreso al país, la jefa de Estado explicó cuál fue la posición argentina en el encuentro de líderes. Propuso enviar una misión humanitaria con representantes de los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.
"El balance general es el de la no intervención en Siria, esto quedó muy claro", declaró Cristina Kirchner en una rueda con algunos periodistas que viajaron a Rusia para cubrir la cumbre del G20.
Esta mañana, con la redacción del documento final y la foto oficial, el encuentro que reúne a los jefes de Estado de países industrializados y emergentes llegó a su fin tras dos días de arduos debates con respecto a la intención del presidente Barack Obama de intervenir militarmente en Siria.
La Presidente aseguró que la posición de no intervención no es exclusiva de su Gobierno. Recordó que gobiernos radicales y los de Juan Domingo Perón siempre estuvieron de acuerdo con esta tesitura. "No se nos ocurrió a nosotros de un día para el otro, tiene toda una tradición", argumentó.
Y justificó: "Muchas veces, las tradiciones extranjeras en vez de solucionar los conflictos, tienden a agravarlos. Yo hablé de la Primavera Árabe y pedí que tengamos cuidado al analizar ciertas culturas y realidades que muchas veces son desconocidas para nosotros... Muchas veces aplicamos parámetros, lógicas y valores que no son los de otras sociedades".
Cristina Kirchner recordó que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el primer ministro italiano, Enrique Letta, destacaron la carta enviada por el papa Francisco en la que bregó por la paz y rechazó la intervención militar en Siria.
En la cena que se realizó anoche y terminó después de la 1 de la mañana tras un fuerte debate, la Presidente les planteó a sus pares la necesidad de trabar un embargo de armas en la zona del conflicto. "Mi país no compra ni vende armas a nadie, ¿pero por qué durante estos dos años nadie decretó un embargo? Es una medida muy utilizada en cuestiones humanitarias", indicó.
En la cena que se realizó anoche y terminó después de la 1 de la mañana tras un fuerte debate, la Presidente les planteó a sus pares la necesidad de trabar un embargo de armas en la zona del conflicto. "Mi país no compra ni vende armas a nadie, ¿pero por qué durante estos dos años nadie decretó un embargo? Es una medida muy utilizada en cuestiones humanitarias", indicó.
La mandataria reveló que contó con el respaldo del secretario general de la ONU, Ban Ki- moon, a quien le propuso la posibilidad de realizar una visita humanitaria a Siria de los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, entre los cuales se encuentra la Argentina, con el objetivo de exigir un alto el fuego.
En los encuentros bilaterales y en su alocución general, la Presidente tuvo la posibilidad de plantear el problema que mantiene la Argentina con los bonistas que no entraron en el canje de deuda y que ahora exigen el cobro total de la deuda en la justicia de los Estados Unidos. La propia jefa de Estado dejó en claro su posición a través de una cadena de tuits.
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