SANTA FE. “Apretó la botella, le tiró todo el alcohol y la prendió fuego”

La madre de María Jorgelina Rodríguez, de 23 años, diálogo en exclusivo con Diario UNO. Contó cómo fue el ataque a su hija, el sábado, y el terror que siente por una venganza de su ex pareja.

VALIENTES. EL TESTIMONIO DE LOS PADRES DE MARÍA JORGELINA RODRÍGUEZ, DE 23 AÑOS, QUE FUE QUEMADA POR SU EX PAREJA.

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Diario UNO de Santa Fe mantuvo un diálogo exclusivo con los padres de María Jorgelina Rodríguez, de 23 años; su madre María Centeno de 38 años, su padre, Jorge Rodríguez de 46 y su papá en el cariño, Francisco Tersaghi de 40 que se refirieron al estado de salud de la primera de las tres víctimas mujeres que fueron rociadas con alcohol y luego prendidas fuego por sus respectivas parejas.

—¿María, cuándo y cómo se enteró usted que su hija fue víctima de una ataque bestial por parte de su pareja?
—El mismo sábado después de la medianoche, y nos vinimos desde la ciudad de Recreo adonde vivimos para saber lo que había pasado y cuando llegamos a su casa nos dijeron que a ella la habían llevado al hospital Cullen toda quemada.

—¿Ese día pudieron verla?
—Sí, fue un minuto nada más, cuando la sacaron de la emergentología y la llevaron en la camilla hasta la unidad de terapia intensiva, y de lo que me dijo en ese momento no me olvido más en mi vida: “Mirá, mamá cómo estoy quemada”.

—¿Usted pudo hablar con su hija sobre lo ocurrido esa noche?
—Sí, claro. Ella me dijo que desde hacía días que venía discutiendo con su pareja, María me mandó mensajes por el celular que se quería volver a Recreo a vivir con nosotros porque la situación de convivencia con su pareja que es un muchacho de 20 años se volvió completamente insostenible.

—¿O sea, que una situación límite en la convivencia que ella advierte que es nociva para ella?
—Es así. Ella me enviaba mensajes claros en su intención de regresar a nuestra casa, además, ella tiene un chico de siete años que vive con su ex pareja y tenía intenciones de verlo más seguido. Si ella quería volver a vivir con nosotros.

—¿En estos días pudo preguntarle usted qué fue lo que sucedió con su pareja el sábado?
—Y, sí, el tema tenía que salir y yo soy la madre y le tenía que preguntar qué había pasado, y entonces me contó todo lo ocurrido.

—¿Puede repetirnos lo que le contó su hija sobre el suceso?
—Sí, voy a tratar, porque la verdad que es tan doloroso para una madre contar todo esto.
Mi hija me dijo que ella estaba en la cama quitándose el esmalte de las uñas porque a su pareja no le gustaba, que tuvieron un cambio de palabras, cuando repentinamente él agarró la botella de plástico que tenía alcohol, la apuntó con el pico y la roció entera y después la prendió fuego. Eso me dijo. Y que mientras se quemaba gritaba con desesperación pidiendo auxilio a los vecinos del barrio, porque sabía que alguien tenía que escucharla, además me dijo que en ningún momento dejó de estar lúcida.

—¿Usted nota que María ha mejorado su estado de salud?
—Sí, hoy empezó a comer. Y está un poco mejor física y mentalmente, aunque aterrorizada.

—¿Por qué dice que está aterrorizada ahora?
—Ella dice que quien fue su pareja va a venir al hospital y va a tratar de hacerle daño, y si no es a ella seguro será a su hijo de siete años, o a nosotros que somos sus familiares directos.
La verdad es que ésta es una situación insoportable y nosotros pedimos que las autoridades del hospital Cullen nos den garantías sobre nuestra seguridad.