Es la baja que hubo en enero si se descuenta el efecto de la inflación en esa partida, que se derrumbó un 37% en términos nominales. Mientras tanto, el gobierno ya se prepara para las elecciones de octubre y le dio impulso a la obra pública, que repuntó un 38%.
Desde hace ya cuatro meses el gobierno publica la ejecución presupuestaria con 60 días de retraso. Con esta jugada, el ministerio de Economía puede modificar las partidas como más le convenga: le permite pasar operaciones de un mes para otro y viceversa, de manera que las cuentas luzcan menos alarmantes de lo que conviene.
“Esto da lugar a una cocina contable maravillosa”, le contó a LPO el economista Agustín Monteverde, quien denunció que otros organismos como el Banco Central también optaron por movidas de este tipo para disimular los trucos contables a los que se someten las principales variables de la economía.
El último informe del estudio que conduce junto a Vicente Massot analiza los números fiscales de enero, cuando el resultado financiero fue negativo en $1583 millones, “una disminución de 44 % frente al rojo registrado en enero de 2012”.
“El superávit primario ascendió a $ 816 Millones, lo que representó un incremento de 31% interanual”, continúa el trabajo. “El gasto primario tuvo un incremento de 25,4 % en enero, lo que significó una desaceleración respecto al acumulado de 2012, cuando había trepado 29 % interanual”, agrega.
Según Monteverde, “visto desde lo alto el tema fiscal podría parecer que la situación en enero tendió a encauzarse; hubo un achicamiento del gasto primario”. Sin embargo, al analizar los números detenidamente se encuentra que “hay una brutal contracción de las transferencias a los gobernadores e intendentes, que están pagando un ajuste fuerte”, advirtió el economista.
Es que “el gasto de operación del estado continuó trepando a un ritmo superior a la inflación, de 28,5 % interanual”, y “las prestaciones de la seguridad social siguen, por su parte, escalando a un ritmo de 35 % interanual”, porque se incorporan a jubilados que no hicieron sus aportes el tiempo suficiente para gozar de ese beneficio.
“Si bien lo reconocido como déficit de las empresas públicas decayó, el oscuro rubro otros gastos corrientes saltó 121,7 % interanual y significó nada menos que $ 2300 Millones”, detalla el estudio.
Entonces, ¿en qué partidas se contuvo el gasto? Las transferencias por subsidios a empresas privadas de transporte y electricidad crecieron solamente un 5,6%, lo que en términos reales da una caída del 20%. Los aumentos de tarifas permitieron una baja en este rubro.
Mientras tanto, las transferencias al sector público decayeron un 4,1% interanual, que en términos reales representa una caída de más de 30 puntos. Pero no fueron las universidades nacionales las que sufrieron ese achicamiento: los fondos girados a esas instituciones se incrementaron en un 32%.
El dato verdaderamente alarmante surge de comparar las transferencias a gobernadores e intendentes durante este año respecto a lo que recibieron en el 2012. En pesos corrientes, colapsaron un 37,7%. Descontándole la inflación, “es la cuarta parte de lo que les dieron un año atrás”, apuntó Monteverde. Es decir, en términos reales los mandatarios vieron desplomarse en un 75% los giros discrecionales por parte del gobierno nacional.
De ahí las complicaciones que sufren gobernadores como Daniel Scioli para poder afrontar los aumentos salariales que reclaman docentes y personal estatal.
“El total de gastos corrientes fue beneficiado por esta severa reducción de los subsidios a provincias y al sector privado y por una contracción aun mayor en los intereses sobre la deuda abonados en el período”, sostiene el estudio. “Lo erogado por intereses fue 30,2 % inferior a lo pagado en enero de 2012; si descontamos la inflación, significa que se contrajo a menos de la mitad de lo que significó un año antes”, describe.
Por otro lado, Monteverde comentó que al observar el gasto capital, “se nota que el calendario electoral ya largó con todo”. “La obra pública venía muy parada y en enero se incrementó un 38%”, subrayó.
“Las provincias también han sido perjudicadas no sólo en las transferencias corrientes sino también en los subsidios de capital que reciben de la Nación, que se mantuvieron estancados en términos nominales respecto a lo que recibieron en el primer mes de 2012. No fue el caso de las transferencias de capital identificadas con el ambiguo rótulo otras, que saltaron a poco menos del doble”, concluye el informe.
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