Varios son los problemas que aquejan a quienes residen en la jurisdicción, pero el transporte público encabeza la larga lista. Por los pozos, los choferes dejaron de pasar durante 14 días y la semana próxima podrían reiterar la medida.
Patricia Loseco vive en Loyola Sur hace más de dos décadas. Está preocupada, y no es para menos: “El barrio está cada vez peor y los problemas afloran por todos lados”, dice. La lista de reclamos es larga, pero hay uno que la encabeza, seguramente por la cantidad de personas interesadas en que sea solucionado. La Línea 1 del transporte público de pasajeros, la única que ingresa al barrio, dejó de entrar durante dos semanas por el pésimo estado que tienen las calles y ahora amenaza con volver hacerlo.
Consultado por El Litoral, el delegado de la línea, Alejandro Stohr confirmó que los coches dejaron de ingresar al barrio por 14 días, pero desde el lunes volvieron a entrar. Según dijo, la decisión de suspender el servicio y luego retomarlo se tomó en asambleas de trabajadores. De todas maneras, remarcó que “se pensó en la gente” y advirtió que “si para el domingo las calles están igual, el lunes dejaremos de entrar a Loyola Sur porque es imposible circular en esas condiciones”.
El delegado indicó que los reclamos al gerente de la empresa fueron varios, y que éste les asegura que “la Municipalidad no responde con acciones concretas cuando se le pide la reparación de las calles”.
Otros problemas
Mirta Gómez es vecina de Loyola Sur hace 32 años, cuando se casó. Al igual que Patricia Loseco, dijo que el barrio está “lleno de problemas que nadie resuelve” y complican a quienes residen allí. Pidió por la reparación de las calles ya que el mejorado que tenían desapareció. Hace años que nadie se acerca para saber los problemas que tenemos acá. Estamos olvidados, y eso es evidente”, manifestó.
La lista de reclamos, encabezada por la situación con la Línea 1 y la reparación de las calles, continúa con el entubado de un zanjón paralelo a calle José Reinares, obras de alumbrado público, tareas de desmalezamiento y más patrullajes.
“De noche, las calles del barrio están todas oscuras. Habrá una o dos que tienen un foco que anda, lo que beneficia a los delincuentes. Ni hablar de la altura de las malezas, que superan los dos metros de altura y eso también contribuye al accionar delictivo porque tranquilamente puede ocultarse alguien”, refirió la mujer.
Sobre el entubado del zanjón paralelo a calle José Reinares (a la altura del 8400) los vecinos que conversaron con El Litoral indicaron que hace poco casi ocurre una tragedia. Un niño de corta edad se cayó adentro, y pudo ser sacado de inmediato gracias a la abundante vegetación que tiene y actuó “como un colchón”. Como algo curioso, indicaron que “en los planos de la Municipalidad el zanjón aparece entubado”.
Por último, los habitantes dijeron que presentaron numerosas notas en la Municipalidad y en la vecinal del barrio, pero continúan esperando respuestas.
Dispensario cerrado
El 13 de diciembre se cumplirán 4 meses de que el centro de salud de Loyola Sur (ubicado sobre José Cibils al 6500) está cerrado por refacciones. Su funcionamiento se trasladó a otro dispensario de la zona, el de barrio Estanislao López. El personal, y los vecinos del barrio, piden a la Provincia la urgente culminación de los trabajos ya que la obra iba a demandar como máximo 40 días y se prolongó más de la cuenta. Cabe recordar que El Litoral refirió la situación del dispensario en una nota publicada el pasado 29 de octubre.
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