No hay más lugar para ir a Córdoba y Tucumán. Quedan pocos boletos para Capital Federal. Son muy demandados por quienes ponderan la comodidad, la seguridad y la economía por sobre los tiempos del viaje.
La Capital |
"Señores pasajeros: se les informa que los pasajes con destino a Tucumán y a Córdoba se encuentran AGOTADOS para el mes de diciembre y enero". El cartel recibe a quienes por estos días se acercan a las boleterías de Ferrocentral, una de las dos concesionarias ferroviarias que prestan servicios desde Rosario. "Para Buenos Aires quedan algunos boletos en esas fechas, pero son pocos", dirán después en la recepción. Es que, aún viejos y exageradamente lentos, los trenes son muy demandados por familias de trabajadores, estudiantes y jubilados que ponderan la comodidad, la seguridad y la economía por sobre los tiempos del viaje. Y no son pocos los que reclaman que se incrementen los servicios.
La rutina se repite todos los jueves, a las 11.15, cuando a Rosario Norte llega la formación que une Tucumán con Retiro. En la parada, de 20 o 30 minutos, los andenes se llegan de gente: están los que se bajan a estirar las piernas, los que llegan a la ciudad y los que suben a los vagones con destino a Buenos Aires. Todos con ropa cómoda, equipaje abultado y caras cansadas.
Y el jueves pasado no fue la excepción. Una decena de vagones repletos que llegan chirriando a paso cansino. "Nada que ver con otras épocas, cuando había hasta 20 trenes por jornada, con más del doble de coches", apunta Manuel López, un jubilado que espera la llegada de su familia. No obstante se entusiasma con el anuncio lanzado el miércoles pasado por el secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, sobre la recuperación del servicio de pasajeros Rosario-Buenos Aires.
Tomás Henni no conoció esa famosa época dorada del ferrocarril, sin embargo la posibilidad de mejorar el trayecto también lo satisface. Alumno secundario, de 14 años, viaja dos veces al mes a Capital con un grupo de amigos bailarines de break dance. "Son 9 horas sentado, pero la pasamos bien y es mucho más barato que ir en colectivo", dice.
"Realmente el servicio es bueno, los coches y los baños están limpios y el comedor impecable. Hay que recomendarlo", afirma Marta Dulcich, vecina de Chabás y jubilada, que volvía de unas vacaciones en Tucumán. "El pasaje lo tuve que sacar dos meses antes. Realmente son necesarios más trenes", advierte.
A las cansadas. Dos empresas ferroviarias brindan servicios de pasajeros desde y hacia Rosario Norte. Ferrocentral cubre los recorridos Córdoba-Retiro y Tucumán-Retiro, con paradas en la ciudad, cuatro veces a la semana. Y la Unidad de Gestión Operativa Mitre Sarmiento (Ugoms, ex TBA) hace lo propio con cinco trenes semanales a Retiro.
Las tarifas sorprenden: viajar a Buenos Aires por Ferrocentral cuesta 40 pesos en clase turista y 101 en pullman, ambos valores ida y vuelta. A Córdoba, también ida y vuelta, son 41 pesos en turista y 130 en pullman. Por Ugoms, el trayecto Rosario Retiro cuesta 70 pesos. Y en todos los casos hay descuentos a estudiantes y jubilados.
De acuerdo a las últimas estadísticas disponibles de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), de enero a junio del año pasado, Ferrocentral transportó 42.768 pasajeros entre Córdoba y Buenos Aires, con picos de 8.752 durante febrero, y otros 70.032 entre Tucumán y Retiro, de los cuales 16.975 viajaron en enero. Por su parte, la ex TBA movilizó 15.416 pasajeros desde enero hasta mayo de 2011. El mismo trabajo muestra el incremento año a año del flujo de pasajeros.
"Los servicios no son buenos, pero al ser baratos tienen mucha demanda", señala Leonardo Rico, integrante del movimiento Tren para Todos, que desde 2008 ya juntó 900 mil firmas de apoyo a su proyecto de ley para revitalizar los cinco ramales ferroviarios. La iniciativa se presentó hace dos semanas en la Legislatura por segunda vez, ya que la primera no llegó a tratarse siquiera en comisiones y perdió estado parlamentario.
Para Rico es "positivo" que se vuelva a hablar de la reactivación del transporte de pasajeros, ya que existe demanda y, "con un buen servicio, el tramo Rosario-Buenos Aires sería rentable". "Eso sí, habría que acondicionar las vías —advierte— para que los trenes puedan circular más rápido. Lo que pasa es que las empresas no dan prioridad al traslado de pasajeros ya que no reporta ganancias al concesionario, más allá del subsidio que aporta la Nación. El servicio de cargas puede ir más lento, no demanda vías en condiciones, y por eso resulta más rentable para las empresas. Y si a esto se suma la falta de control del Estado sobre los concesionarios, llegamos a la situación actual".
Expectativa. El anuncio del secretario de Transporte de la Nación fue escueto. “Por decisión de la presidenta trabajamos en la recuperación de la traza Buenos Aires-Rosario, algo que generaría un impacto y una mejora en la conectividad de estas dos ciudades. Y vamos a poner los recursos que sean necesarios”, sostuvo. No obstante, generó una gran expectativa.
La intendenta Mónica Fein se comprometió a “apoyarla y empujarla” y convocó para mañana a una reunión de los referentes del Plan Estratégico de la ciudad. Desde la gobernación sacaron a relucir estudios técnicos sobre el estado de las vías.
El diputado provincial Pablo Javkin, autor de la ley de trenes en Santa Fe, consideró que se debe apuntar a revitalizar la infraestructura actual. “Hasta antes de 1989, era posible viajar a Buenos Aires en casi 4 horas, contando con la misma tecnología. Eso permite pensar que no es necesario adquirir costosos trenes a fabricantes extranjeros, sino que a partir de la mano de obra local, se puede recuperar la infraestructura para una prestación digna, segura y ecológicamente sustentable”, remató.
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