Lo dijo la mamá del chico
brutalmente golpeado en María Teresa. Sin ánimo de venganza, el joven y
sus padres quieren Justicia pero sufren la violencia general.
Renzo Odasso, el chico salvajemente
golpeado por seis jóvenes de Teodelina el sábado de la semana pasada, se
recupera favorablemente y su meta hoy es salir airoso de una operación
que deben hacerle en el pómulo derecho. Denota humildad en sus dichos y
bajo ningún punto de vista clama por venganza a pesar de lo sucedido. Su
madre, la docente Graciela Carnevale, es tajante cuando dice que "lo
nuestro va a pasar, pero me imagino a esas seis madres de esos chicos el
drama que están padeciendo". Toda un definición que pinta a las claras
los valores de esta familia de clase media de María Teresa.
Renzo recibió a LaCapital junto a sus
padres, Pedro y Graciela. Y allí contó lo que le tocó atravesar la
semana pasada, cuando seis jóvenes bajaron de un auto y comenzaron a
golpearlo salvajemente hasta dejarlo inconsciente. "Me preguntaron si yo
les había gritado que los de Teodelina eran cagones. Les dije que no,
pero igual se bajaron y me dieron una paliza tremenda", recordó.
Eso sucedió en la madrugada del sábado
pasado y el chico de 16 años aún no comprende por qué pasó. "Estaban
borrachos o algo más, porque la verdad fue muy raro lo que pasó. En el
boliche, Enigma, habían estado provocando y afuera del boliche hacían
cosas raras con el vehículo. Estaban muy mal, como borrachos o algo
más", contó.
"Que no ocurra más".
Pedro Odasso, su papá, es un bancario reconocido en el pueblo. "Vamos a
llegar hasta las últimas consecuencias desde el punto de vista legal,
pero lo que queremos es que nunca más sucedan cosas de este tipo en
nuestro pueblo ni en ningún otro. Nos comunicamos con padres de los
chicos agresores y la verdad es que eso es muy bueno, pero lo que vemos
es que el problema es muy grave en la sociedad. Los chicos son el
reflejo de las familias y lo que nos preocupa es eso precisamente: qué
sociedad tenemos", reflexionó.
Renzo deberá ser sometido a una
operación de pómulo. Las primeras noches luego del incidente no pudo
dormir. Se levantaba sobresaltado, con pesadillas. Jamás comprendió el
porqué de semejante locura. Más aún viendo que el chico es una persona
sumamente robusta pero denota cierta inocencia en su modo de ser.
Admirado y querido en su pueblo, todos descartan que haya sido quien
provocó a los jóvenes agresores. "Mucha gente se indignó por lo
sucedido, porque lo conocen a Renzo y saben que es incapaz de molestar a
nadie. Aunque también hubiese sido injusto que le pasara a otro chico
de otras características, la gente podría haber dicho que lo tenía
merecido. Pero saben que Renzo no es así", dijo el padre. En efecto,
toda María Teresa se mostró consternada por lo que le ocurrió a este
adolescente.
"Peor que nosotros".
Pedro trabaja desde hace varios años en el Banco Credicoop de María
Teresa. Su esposa Graciela es docente y como tal tiene un lenguaje
pedagógico estremecedor. "A lo mejor, la están pasando mal los chicos
que agredieron a mi hijo, más que nosotros. Porque en pocos días el
dolor de Renzo desaparecerá, pero a esas madres y a esos chicos les
espera un dolor profundo por lo que hicieron".
Mientras tanto, se supo que el
Teodelina, donde viven los responsables de la golpiza, los clubes
tomaron la decisión de expulsar a tres de ellos: uno del Racing Club de
Teodelina y los otros dos del Teodelina Football Club, aunque esto no
fue confirmado oficialmente.
Irreconocible. El
chico explicó que no era de salir de noche y que esa vez fue una de las
primeras. Relató que cuando lo golpearon salvajemente, a los pocos
minutos él ya no recordaba nada. Como pudo se restableció y alcanzó a
llegar hasta su casa. El primero que lo vio fue su hermano Gino, e
inmediatamente sus padres, que entraron en un estado desesperante viendo
como se encontraba.
Las fotos que pudieron sacarle a Renzo
en ese estado aún están cargadas en la cámara digital. LaCapital pudo
verlas y constatar que eran realmente desgarradoras. "Si publicábamos
esas fotos se podría haber armado un lío bárbaro, porque nuestro hijo
estaba desfigurado", dijo la mamá. En efecto, las fotos son
estremecedoras y difícil de entender como ese retrato se condice con la
actualidad de Renzo. Estaba francamente irreconocible y envuelto en
sangre.
Pese al profundo dolor que atraviesa la
familia Odasso, llama la atención el pedido de clemencia que emana de
los padres hacia los agresores. Para Pedro "esos chicos son víctimas de
una sociedad que no les brinda valores, y lo fundamental es que desde el
seno familiar no surgen lecciones de cómo comportarse en la vida".
La madre fue más elocuente y
conmovedora en su relato. "Quizás esos padres estén peor que nosotros
porque gracias a Dios lo de Renzo no fue una tragedia. Me imagino cómo
deben estar esos padres con lo que hicieron sus hijos".
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