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domingo, 4 de marzo de 2012

ROSARIO: Un sobrino de "Pimpi" va a juicio por un homicidio

"Tetu\" Caminos está acusado de matar a Maximiliano Nota el 5 de agosto pasado en la zona sur.

Finalmente Tetu, uno de los sobrinos del fallecido Roberto Pimpi Caminos, irá a juicio como coautor del asesinato a balazos de Maximiliano Pipi Nota, de 19 años, ocurrido el pasado 5 de agosto en la plazoleta Rodolfo Walsh, ubicada en Isola y el pasaje 412. Por ese homicidio también fue detenido un hijo de Pimpi, de 15 años, quien al ser inimputable quedó bajo la tutela de la Subsecretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia. Sobre finales del año pasado Tetu, apodo por el que se reconoce a Gustavo Ezequiel Caminos, de 22 años, había sido procesado por el juez de Instrucción Juan Andrés Donnola como coautor del delito de homicidio agravado por la participación de un menor. La defensa del muchacho apeló y la Cámara de Apelaciones dejó firme el fallo.
"Lo cierto es que Gustavo Caminos es coincidentemente señalado en los primeros testimonios recabados en la causa como el conductor de la moto en la que iba el autor de los disparos homicidas. Aún más, le señalo a este ultimo la víctima y lo incitó para que dispare", esgrime el dictamen firmado por los camaristas Daniel Acosta, Rubén Jukik y Alfredo Ivaldi Artacho. Al estar procesado como coautor del homicidio, Tetu será el único de los primos Caminos que se sentará en el banquillo de los acusados y podría afrontar una condena como si él hubiera jalado del gatillo del revólver calibre 3.57 con el que fue ultimado Nota. Según testimonios que obran en la causa, el autor material del crimen fue el hijo de Pimpi, aunque en el expediente quedó expuesto que Tetu señaló a Nota y le dijo a su primo: "Tirale a ese puto".
El crimen. Maximiliano Pipi Nota tenía 19 años cuando la noche del viernes 5 de agosto pasado se le cruzaron los primos Caminos. Esa noche, en la plazoleta Rodolfo Walsh ubicada en los confines del barrio Municipal y el Fonavi de Grandoli y Gutiérrez, se produjo un incidente a balazos que tuvo dos secuencias separadas por pocos minutos. En la primera cuatro hombres que se movilizaban en un auto Mitsubishi color rojo pasaron por la plazoleta y dispararon contra una decena de pibes que estaban en el lugar. De acuerdo a los testimonios, los primos Caminos estaban en el auto y Pipi entre los pibes atacados. La agresión fue repelida por uno de los muchachos de la plaza, lo que puso en fuga a los del auto y generó el desbande del grupo que estaba allí.
Minutos más tarde, por la escena de la balacera pasó una Yamaha Crypton color azul. Para los investigadores, quien manejaba la moto era Tetu Caminos y como acompañante viajaba el hijo del Pimpi, quien en la cintura portaba un revólver calibre 3.57. En uno de los playones de las inmediaciones estaba Pipi Nota junto a otros dos muchachos y al pasar ante ellos la Crypton se detuvo. Fue entonces que Tetu le dijo a su primo: "Tirale a ese puto", apuntándolo a Nota.
El hijo del Pimpi bajó de la moto, caminó hacia Nota y antes de que el pibe pudiera esgrimir una frase, le disparó cinco veces. Luego los Caminos salieron de vuelo con la Crypton azul y se perdieron en la oscuridad del barrio Municipal. A Nota los vecinos lo trasladaron en un auto particular al hospital Roque Sáenz Peña, pero llegó muerto.
"Existe una concatenación de sucesos que se desarrollan en el tiempo y que coincide plenamente con los relatos minuciosamente expuestos en la causa, que demarcan los vehículos, personas con sus identidades, arma y forma en que el hecho sucede que resulta a todas luces corroborado por las mismas constancias de la causa que le dan absoluta credibilidad a estos más allá de los errores marcados y las dudas o miedos puestos de manifiesto por los testigos", expuso el juez Donnola en la resolución de procesamiento contra Tetu de diciembre pasado.
"El hecho de que el imputado pueda haber estado ese día en un cumpleaños —como sostiene su defensor ya que Caminos se abstuvo de declarar— no constituye un impedimento para que también haya desplegado el protagonismo autoral que se le endilga en estos sucesos que se cuentan de rápido acontecer con escasos minutos insumidos en la consumación de ambos", se indicó en la resolución de la Sala IV de la Cámara Penal que dejó firme el procesamiento.
El dictamen también hace un lugar para resaltar una moneda corriente en crímenes ocurridos en las periferias rosarinas, como es el miedo expuesto por testigos a contar ante la Justicia lo que vieron. "El mismo hecho aquí tratado hace creíble ese miedo que diera lugar a disposiciones judiciales de custodia personal y la mudanza del barrio de algunas de los testigos que se mencionan" en la causa.

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