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domingo, 4 de marzo de 2012

ROSARIO: Lo asesinaron frente a su casa de La Tablada

Otra muerte en barrio La Tablada. El hecho puede resumirse, al menos en su mecánica, en tan sólo una oración. Un muchacho de 32 años fue baleado el viernes por la noche desde un auto cuando salía del pasillo en el que vivía, en Colón y Biedma.

Otra muerte en barrio La Tablada. El hecho puede resumirse, al menos en su mecánica, en tan sólo una oración. Un muchacho de 32 años fue baleado el viernes por la noche desde un auto cuando salía del pasillo en el que vivía, en Colón y Biedma. Y después, frases de ocasión que reflejan que muchos en el barrio ya se acostumbraron a la violencia y a peligrosos yeites que vienen de su mano: "Nosotros no vimos nada". Como si el olor a pólvora pudiera anestesiar los sentimientos más humanitarios. Juan Gonzalo Mansilla tenía 32 años, trabajaba en una estación de servicios y recibió dos impactos de calibre 9 milímetros: uno en la base del cuello y otro en la espalda. Sus allegados lo trasladaron en un auto al hospital Roque Sáenz Peña, pero llegó muerto.
De nuevo olor a pólvora, estampido de balazos y un asesinado. El escenario volvió a instalarse en las calles del barrio La Tablada. Juan Gonzalo Mansilla vivía con su pareja y una nena de 4 años en una casa de pasillo ubicada en Colon al 3700, a escasos metros de la esquina con Biedma. De acuerdo a lo que se pudo reconstruir, aproximadamente a las 23.30 Mansilla salió de su casa y caminó hacia la vereda. Cuando estaba en el ingreso al pasillo un auto pasó y uno de sus ocupante abrió fuego, disparando al bulto, hacia donde estaba la víctima. El muchacho, que trabajaba en una estación de servicios de bulevar Seguí y Alem, recibió dos impactos y cayó agonizante. En la escena del crimen fueron recolectadas algunas vainas y ojivas calibre 9 milímetros. Sus allegados cargaron a la víctima en un auto, pero cuando llegaron al hospital ya estaba muerto.
Silencio de barrio. Tras la muerte, como suele suceder, el miedo metió mordaza a los vecinos quienes aportaron pocos datos sobre lo sucedido. Los pesquisas comenzaron a trabajar sobre la hipótesis de que los atacantes hayan errado en su blanco. "Este era un muchacho trabajador con algún problema de adicciones. Tenía muchos conocidos en el barrio y todos sabemos que en lugares como La Tablada, que te vean cerca de un tipo con problemas te transforma en un blanco automáticamente. El objetivo del ataque podrían ser dos muchachos que viven en el mismo pasillo, pero todavía es prematuro jugarse por esa hipótesis", indicó un vocero policial que trabaja en el esclarecimiento del homicidio.

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