Libreta y arroz. La cantidad de matrimonios se
incrementó el año pasado, en comparación con el 2010, pero cuando se
analizan los últimos 40 años, en realidad la tasa de nupcialidad se
redujo a la mitad. Esta pareja se casó en el Registro Civil en la
histórica fecha del 11/11/11. Foto: Archivo El Litoral / Mauricio Garín
El análisis de sangre previo al matrimonio es
obligatorio y por eso refleja la cantidad de parejas que se casan. En
2010 se realizaron 2.951 análisis en el hospital Cullen, mientras que en
2011 el número creció hasta 3.567.
El análisis prenupcial es un paso obligatorio que
deben cumplir las parejas que decidan contraer matrimonio y sirve para
detectar la presencia de enfermedades venéreas, como la sífilis. Por lo
tanto, verificar el número de análisis que se hicieron a lo largo de un
año permite establecer qué cantidad de santafesinos decidieron casarse.
A lo largo de 2011 se realizaron 3.567 prenupciales
en el Hospital José María Cullen (el efector local en el cual se realiza
este trámite), lo que significó un repunte del 21% respecto a lo
ocurrido en 2010, cuando se hicieron 2.951.
Ahora bien, si se toman como referencia los datos
correspondientes a los últimos once años (2001 a 2011), emergen a simple
vista algunas conclusiones interesantes. En primer lugar, que 2010 fue
el año con menos cantidad de análisis y 2001 el que apuntó en cambio el
número más alto con 3.957.
Otro dato curioso es que no se dio durante la última
década una tendencia clara que indique que subió o bajó la cantidad de
gente que realiza el trámite.
En efecto, de los casi 4.000 análisis concretados en
2001, la cifra bajó en 2005 hasta 3.079 y luego fue subiendo
paulatinamente hasta ubicarse en 2009 en un total de 3.677. Después de
ese año bajó abruptamente en 2010 hasta 2.951 (es decir casi un 25%
menos) y volvió a registrar un repunte el año pasado.
El prenupcial incluye únicamente el análisis de VDRL,
que constituye la prueba serológica que sirve para la detección de la
presencia de sífilis. Y, de acuerdo con las estadísticas, el porcentaje
de casos positivos es bajísimo: tan sólo ascendió, en promedio, a menos
del 0,5 por ciento anual durante el transcurso de la última década.
En 2011, por ejemplo, en el consultorio de
Infecciones de Transmisión Sexual del Hospital Cullen hubo tan sólo 13
positivos sobre 2.951 análisis y en 2011 el porcentaje fue todavía
menor: 8 sobre más de 3.500 análisis.
El año en el que mayor número de casos se detectaron
(proporcionalmente) fue 2005, cuando aparecieron 24 sobre un total de
3.079 análisis. De todas formas, en términos porcentuales, tan sólo
asciende a 0,8%.
De todas formas, los pocos casos positivos que se
pueden detectar de sífilis a través de la realización de los
prenupciales -más aún teniendo en cuenta que todos los años aparecen
algunos casos- es importante porque se trata de una enfermedad de fácil
curación a través de un tratamiento muy simple y corto.
Además del VDRL, el trámite prenupcial no incluye
análisis de otras enfermedades de transmisión sexual, a menos que la
pareja lo solicite previamente. En efecto, aunque muchos creen que el
análisis de HIV se realiza junto con el prenupcial, en realidad, esto no
es así.
Esta decisión no es en modo alguno azarosa: obedece
al bajo rendimiento que tendría esto en la práctica: es que cuando una
pareja realiza el trámite previo para contraer matrimonio, en general ya
están estables, lo que baja notoriamente el riesgo de contraer
enfermedades venéreas.
En 40 años, bajó a la mitad
Un reciente estudio realizado por geógrafos de la
Universidad Nacional del Litoral (UNL) demostró que en las últimas
cuatro décadas los matrimonios se redujeron a la mitad. El análisis
(cuyos resultados publicó El Litoral el pasado 22 de diciembre) marca
que en 1970 se celebraban 7,38 matrimonios por cada 1.000 habitantes,
para 1988 el valor había descendido a 5,16 y en 2009 apenas si alcanzaba
3,60. Es decir que la tasa de nupcialidad en la provincia presenta una
suave pero sostenida tendencia descendente.
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